Aldea El Borbollón: Un ejemplo a seguir en adaptación al cambio climático

** El PMA, a través del Proyecto PROACT, financiado por la UE, contribuyó significativamente a crear mayor resiliencia en 2,522 familias ubicadas en la zona del Corredor Seco de Honduras.

Aldea El Borbollón, Marcala, La Paz. Pese a la situación de vulnerabilidad en la viven las familias de esta localidad, por ser uno de los 132 municipios ubicados en la zona denominada Corredor Seco de Honduras, por las pocas precipitaciones y una marcada escasez de agua, los habitantes de esta comunidad no se han quedado con los brazos cruzados y han unido esfuerzos para adaptarse positivamente a las consecuencias actuales y futuras provocadas por el cambio climático.

En este afán nos encontramos un aliado importante como el Programa Mundial de Alimentos (PMA), quien junto a la Mancomunidad de Municipios Lencas de la Sierra de La Paz (MAMLESIP) y la Unión Europea (UE), nos “cambiaron el chip y han sentado las bases para convertirlos en una comunidad resiliente y adaptada al cambio climático”, dijo Bernardo Vásquez García, presidente de la Caja Rural de Ahorro y Crédito (CRAC), El Borbollón.

Esta organización local representa la sostenibilidad de las acciones emprendidas en el marco del proyecto Respuesta al “Fenómeno de El Niño” en el Corredor Seco de Centroamérica PROACT Honduras”, ejecutado por PMA, financiado por la UE en alianza con la MAMLESIP, en vista que la CRAC, permite tomar decisiones comunitarias, sociales y financieras, señaló García.

Agregó que la caja rural cuenta con 18 miembros (12 mujeres y 6 hombres) y funciona, a través del otorgamiento de préstamos cuyos intereses permiten impulsar proyectos productivos.

García, también explicó que han recibido capacitaciones en temas administrativos y contables, así como la generación de proyectos y en la parte productiva, el técnico asignado por el proyecto “nos ha apoyado mucho en lo que es en el plan de fertilización y en otros aspectos relacionados con el desarrollo de los cultivos”.

La Caja Rural El Borbollón, formada en el marco del proyecto PROACT.

Cosechando futuro

“Hoy tenemos la oportunidad de aprovechar el recurso agua y cosechar en época de escasez de este vital líquido, favoreciendo con ello la seguridad alimentaria y nutricional de la comunidad”, reflexionó Néstor Vásquez García, productor y socio de la Caja Rural El Borbollón.

Recordó que antes solamente se sembraba las hortalizas en la época de invierno, “pero ya con la cosechadora la producción se da todo el tiempo, por ello se pretende cuidar y dejar este proyecto para las próximas generaciones de la comunidad de El Borbollón”.

Este productor de hortalizas, agregó que cuentan con las herramientas necesarias como: la casa malla, la cosechadora de agua, pero también conocimiento mediante las capacitaciones en temas como: Buenas Prácticas Agrícolas, (BPA) y por consiguiente una mayor producción hortícola, que es vendida al PMA y cuyos ingresos adicionales los invierten en educación, salud y otros.

Los jóvenes están involucrados en la producción y conservación forestal.

Jóvenes resilientes al cambio climático

Para Emilia Suyapa Manueles, la comunidad ha dado un salto importante para estar preparada a los cambios climáticos, especialmente relacionados con la sequía por tal razón están conscientes de la necesidad de proteger las microcuencas, aledañas a la comunidad y que son las generadoras de las fuentes de agua.

“Nosotros vamos a seguir trabajando, reforestando y cuidando los bosques, así como el medio ambiente en general para que haya agua siempre”, dijo Manueles.

Los jóvenes de la comunidad son los responsables de la producción de árboles forestales y mantenimiento de los viveros comunitarios, sembrando la sostenibilidad en las presentes y futuras generaciones, a fin que si los proyectos no continúan las acciones sigan dando frutos, siendo la columna del desarrollo comunitario y mejoramiento de vida, en la comunidad de El Borbollón, enfatizó.

El proyecto Respuesta al “Fenómeno de El Niño” en el Corredor Seco de Centroamérica PROACT Honduras, mejoró y aumentó de medios de vida de las comunidades y brindó oportunidades de trabajo, manteniendo simultáneamente los esfuerzos locales de gobierno para abordar las causas estructurales de la vulnerabilidad de las comunidades a la inseguridad alimentaria y cambio climático.

Benefició a 2,522 familias (1,409 mujeres y 1,113 hombres) en los departamentos de La Paz, El Paraíso y Choluteca, contribuyendo a generar una mayor resiliencia y reducción de riesgos a desastres, fortaleció la capacidad de reducción de riesgo por de las comunidades y actores claves del proyecto e incrementó las oportunidades de mercado para productores y comerciantes de productos agrícolas y otros a nivel regional, nacional y local.

Protagonistas del cambio