70% de cosecha de mandarina devorada por piojo amarillo

La pérdida del 70 por ciento de la cosecha de mandarinas agobia a más de 400 productores en la zona de Mata de Plátano, municipio de Cedros, al norte del departamento de Francisco Morazán.

Una plaga conocida como “piojo amarillo” arrasó con las plantaciones de la fruta, por lo que la cosecha para esta temporada de fin de año, está casi perdida.

Decenas de fincas productoras del cítrico han quedado devastadas debido a la invasión del insecto, cuyo nombre científico es Huanglongbing o HLB, que es una especie de “chicharrita”.

También aparenta ser una mosca o gorgojo y ataca la planta de mandarina hasta secarla; asimismo, le hace agujeros a la fruta.

El HLB o piojo del cítrico ataca las plantas poniéndolas amarillas, con las frutas pequeñas, provoca hongos en el tronco, daña la flor y la fruta cuando está naciendo, hasta secar el árbol.

El productor Julio Zúniga lamenta que las frutas maduras estén llenas de plaga.

ALARMA EN SEIS COMUNIDADES

De momento, se estima que la plaga ha afectado al menos 500 plantaciones de seis comunidades que viven de ese rubro.

Desafortunadamente, los productores de mandarina que abastecen los mercados de las principales ciudades del país, este año experimentarán pérdidas.

Muchos exportan miles de toneladas de esa fruta a El Salvador, Costa Rica, Guatemala y Nicaragua, rubro que también se verá afectado.

Uno de los principales productores de la comunidad Mata de Plátano, Rubén Martínez, manifestó que hay una preocupación generalizada entre los más de 400 productores de mandarina, en las más de seis comunidades de ese sector de Cedros.

“Estamos desesperados y preocupados porque estamos quedando sin producción,ya que esa plaga nos está dejando en la calle, porque es de este rubro del cual vivimos en estas comunidades”, señaló Martínez.

Las fincas perjudicadas por el piojo amarillo se ubican en la aldea de Mata de Plátano, Las Pilas, El aguacatal, Tutule, Vallecillo y Singuizapa, donde los propietarios están sufriendo por ese problema, ya que se les está viniendo abajo su patrimonio.

“La cosecha de mandarinas inicia en octubre, noviembre, diciembre, hasta enero y se cosecha un promedio de 100 millones, que genera un aproximado de 50 millones de lempiras”, detalló.

Las mandarinas son dañadas en su interior por el piojo amarillo, ya que esta plaga perfora la fruta y se denomina “Diaphorina citri”.

LAS BOTAN POR MONTONES

“Pero con este daño, creemos que se nos ha perdido entre el 60 y 70 por ciento de la producción”, aseguró Martínez.

La fruta la venden a 700 lempiras las 1,000 unidades y cada propietario de finca produce un promedio de 600,000 en la temporada, lo que le deja una ganancia de medio millón de lempiras.

Se trata de un patrimonio que viene funcionado desde hace unos 50 años y en esta época se generan miles de empleos en el corte de frutas.

También contribuye a la captación de divisas para el país, ya que la mandarina hondureña es exportada a los países de Centroamérica, donde les compran cientos de toneladas y las pagan en dólares.

“En este primer mes de cosecha hay gente que está yendo a botar grandes cantidades de mandarinas a las quebradas y eso es doloroso para cualquier productor”.

Apuntó que la plaga los comenzó afectar desde los últimos cuatro años, pero que en esta ocasión se ha acentuado más, porque ataca la planta en invierno y verano, cuando está floreando y la fruta en su proceso de crecimiento hasta hacerlas caer.

“Le estamos solicitando al gobierno nos ayude a controlar esta plaga, porque ya hemos hecho lo humanamente posible por erradicarla y es imposible, ya que esto es una pandemia que se pasa de un lado a otro, aunque se fumigue y eche cal a las plantas”.

A la comunidad de Mata de Plátano le llaman “la capital de la mandarina”.
DATOS
¿Cómo se manifiesta la plaga? En el extremo de ramas severamente afectadas es común observar la muerte progresiva de pequeñas ramas y la caída severa de hojas o defoliación, que resultan en un follaje más disperso. También puede ocurrir una caída intensa de frutos, que conlleve a una reducción de la cosecha. En algunos casos los frutos enfermos permanecen en el árbol, pero mostrando un tamaño menor.
SEGÚN ASOCIACIÓN
Afectará exportación del vino de la fruta
El presidente de la Asociación Cítricos de Francisco Morazán (Acifam), Antonio Zúniga, muestra los vinos de exportación que saldrían del mercado por falta de insumos.

El presidente de la Asociación de Cítricos de Francisco Morazán (Acifam), Antonio Zúniga, lamentó que la plaga del piojo amarillo les genere pérdidas millonarias. Advirtió que no solo afecta la comercialización de la fruta en los diferentes mercados, sino también la exportación de vino de mandarina.

“Las pérdidas son incalculables, porque hablamos de daños a la economía y al patrimonio de muchas familias que vivimos de ese rubro, que cada año esperan con ansiedad esta época de fin de año para vender el producto y hemos tenido que cortar las plantas y botar grandes cantidades de frutas dañadas”, lamentó Zúniga.

Indicó que andan tocando puertas en las instituciones gubernamentales, pero aún no reciben una respuesta.

“Nos dimos cuenta que el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria (Senasa) tiene 350,000 dólares y al parecer esos fondos los van a invertir en las fincas de cítrico en el Bajo Aguán, donde también están sufriendo el mismo problema”, señaló el dirigente de los cítricos.

Manifestó que se han reunido con algunos técnicos de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), pero les han pedido que hagan un georreferenciación de las fincas, para ayudarlos con bombas para la fumigación, “pero no nos están dando respuestas”.

“Nos preocupa que aquí también producimos un rico vino de mandarina, y si no tenemos la capacidad de producción, podemos perder el mercado que hemos ido conquistando con la calidad de producto que les ofrecemos”.

A NIVEL MUNDIAL
HLB “ENFERMA” LOS CÍTRICOS
El huanglongbing o HLB, conocido entre los productores “catrachos” como piojo amarillo, es una de las enfermedades más devastadoras de la citricultura a nivel mundial.

Ha afectado gravemente la producción de cítricos en diferentes países de Asia y África, como la India y aquellos situados en la península arábiga.

En América, la plaga fue descubierta en Brasil en 2004. Posteriormente se ha reportado en Estados Unidos, Cuba, República Dominicana y más recientemente en Belice, México, Nicaragua y Honduras. En el 2011, apareció en Costa Rica.
Ataca a la familia de los cítricos, como el naranjo dulce (citrus sinensis), la mandarina (Citrus reticulata) y la toronja (Citrus paradisi).

Los estadios iniciales de la enfermedad pueden ser identificados por la presencia de brotes amarillos característicos en algunos sectores de los árboles infectados.