Preocupante incremento de suicidios en Honduras

Por José Rolando Sarmiento

Reportes de prensa que venimos conociendo en los medios de comunicación indican que en nuestro país se ha incrementado el número de suicidios, en Diario LA TRIBUNA se informa que “en Honduras se suicida una persona diariamente, siendo Francisco Morazán y Choluteca los departamentos con mayor incidencia, según indica el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV/UNAH). El descubrir que la pareja les pone “los cuernos” y el no encontrar trabajo, por más que lo buscan, son las causas más comunes por las que decenas de hondureños toman la decisión de ahorcarse, envenenarse, dispararse o lanzarse al vacío. Otros se tiran a automóviles en marcha para morir atropellados y así acabar con sus pesares, llantos, desvelos y recuerdos que se convirtieron en una tortura psicológica.

Según expedientes investigativos de la Policía Nacional y del Ministerio Público (MP), más de 984 suicidios se registraron en Honduras en cuatro años. Las cifras se mantienen en aumento, ya que muchos casos están pendientes de verificación y pruebas científicas en el Centro de Medicina Legal y Ciencias Forenses. La mayoría de quienes se arrebatan la vida son estudiantes, desempleados y trabajadores sin estabilidad económica, como labradores, agricultores, comerciantes, albañiles, pintores de casas o vehículos, cobradores de buses, zapateros, taxistas, carpinteros, barberos, oficinistas, fotógrafos, personal de atención al cliente, entre otros que laboran a medio tiempo, por horas o por obra.

El ahorcamiento y las armas de fuego son algunos de los métodos más comunes de suicidio en todo el mundo. En el caso de Honduras, el uso de la cuerda o lazo es el instrumento de muerte más usado por los suicidas, quienes también se ahorcan usando cordones de zapato, telas, fajas y cadenas. Le siguen, en su orden, las armas de fuego y armas blancas como cuchillos, navajas y machetes. Otro mecanismo que suelen usar los suicidas son las sustancias tóxicas, principalmente pesticidas y pastillas para curar frijoles, cuyo consumo ha disminuido en los últimos años. Aun así, siguen siendo un instrumento fatal que es adquirido sin ningún tipo de control en el país. Las drogas legales también son ingeridas para provocarse la muerte; para el caso, muchas víctimas han mezclado pastillas bajo receta médica o han combinado diversos analgésicos.

En Honduras, de enero a diciembre del 2016 se investigaron más de 152 suicidios, según datos de la Policía Nacional, que tras las indagaciones suben las estadísticas al Sistema de Estadística Policial en Línea (Sepol). En el 2013 se reportaron 258 suicidios, de estos, 210 víctimas fueron hombres, 45 mujeres y tres no especificados. En el 2014 la Policía Nacional registró 244 casos, de los cuales 192 fueron hombres, 51 mujeres y uno sin especificar. En el 2015 las cifras cerraron en 330 suicidios, de estos, 250 fueron hombres y 80 mujeres, según Sepol. La mayoría de las personas suicidas son del área urbana, de los 48 casos registrados en la morgue en el 2016, 37 personas residían en el Distrito Central. Las estadísticas del Centro de Medicina Legal y Ciencias Forenses indican que 48 suicidios se dictaminaron en el 2016, mientras que las cifras reportadas por la Policía Nacional fueron 152 casos”.

Diario El País de España, opina que un cincuentón o una señora madura de cincuenta fallezca bruscamente, es siempre una tragedia, mal asimilada por su entorno, brutal, porque en lo más alto de su formación y desarrollo, cuando todo lo presupuestado está por venir, cuanto tanto queda por disfrutar de hijos y nietos, cuando ya está casi pagada la hipoteca y la solvencia puede estar al alcance de los dedos tras tantos sacrificios, hace que la desaparición brusca llene de dolor al entorno y de ira al fallecido, si eso tiene cabida. Que muera un adolescente de forma voluntaria es un fracaso de toda la sociedad, desgarro y llanto de su entorno cercano, ocultado con un falso pudor.

Según la OMS, el suicidio es la segunda causa principal de defunción en el grupo etario de 15 a 29 años, mientras que el 75 por ciento de todos los suicidios se produce en países de ingresos bajos y medianos. En el caso de Honduras, las edades más frecuentes de los suicidas oscilan entre los 14 a los 34 años, y de este grupo hay una mayor incidencia entre los 14 y los 20. En Europa es la primera causa de muerte entre los jóvenes y en el sureste asiático la segunda, señala el estudio.