Los estadounidenses y la caravana

Por Óscar Lanza Rosales

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Sobre la oleada de hondureños que quiere emigrar a Estados Unidos de América (EUA), bajo el argumento de pobreza, falta de empleo y de seguridad, les comparto un resumen de la percepción que tienen los estadounidenses sobre la misma y que he realizado a base de cienes de comentarios del prestigiado diario, el New York Times (NYT).

El tema es controversial, se presta a múltiples interpretaciones, y al igual que en Honduras, se da la polarización entre los estadounidenses.

En los comentarios del NYT sobresalen las mutuas recriminaciones de republicanos y demócratas. Dicen los demócratas, “que esta caravana es un regalo para Trump, y es sumamente sospechosa que ocurra a pocas semanas de las elecciones de senadores y congresistas, en que el presidente quiere atraer al voto conservador y antimigracionista”. Según ellos, “el objetivo es resaltar el tema de la inmigración ilegal”. Los republicanos en cambio, acusan a los demócratas de apoyar la caravana, y estar de acuerdo en crear una nación con fronteras abiertas y una inmigración sin restricciones; apoyan a Trump de querer cerrar la frontera y militarizarla, lo mismo que en construir el muro, porque se sienten desprotegidos sin él, y señalan que este debería ser un proyecto bipartidista. Agregan que su país “no es un vertedero para el tercer mundo. Nadie nos dio nuestro país y nuestra libertad, sino que nosotros y nuestros antepasados ?luchamos por ello, y esa es la razón por la que lo apreciamos tanto”.

Afirman que “la inmigración está reduciendo la calidad de vida de sus ciudadanos en forma progresiva. Por eso no podemos tomar a cualquiera que llegue, porque nuestro país pronto se asemejará a los lugares de origen de estas personas. Nosotros, como nación, simplemente no podemos absorber la carga financiera y ambiental de la inmigración ilimitada. No queremos más inmigrantes ilegales”.

Sostienen que los integrantes de esta caravana “son migrantes económicos. Porque sí realmente estuvieran huyendo de la violencia, ¿por qué no se trasladan a países de habla hispana seguros, pacíficos y cercanos, como Costa Rica, Panamá, en vez de EUA? Parece que en esos países, es más difícil obtener la residencia y la ciudadanía que venir aquí a EUA, además de los incentivos económicos. Y ¿por qué no le piden asilo o refugio a China o Rusia?”.

Los estadounidenses más compasivos, dicen “que lo más sensato sería que EUA abra sus fronteras a estos refugiados”.

Reconocen “que la mayoría de ellos viven en circunstancias horrendas y que EUA es un país grande, con una población que envejece y disminuye las tasas de natalidad, y que podrían absorber a estas personas que trabajarían arduamente para mantener a sus familias y a su nuevo país. Mantenerlas no nos haría más ricos ni más pobres. No hay duda que son personas pobres y desesperadas, ya que nadie abandona el país, la familia y los amigos, solo por el gusto de hacerlo”. Culpan a EUA de la situación actual desde el colonialismo. Manifiestan que “no podemos quejarnos de un problema que hemos creado. Además, que es hora de reconocer que la violencia en Centroamérica y México es causada por nosotros, todo ello alimentado por nuestra insaciable demanda de drogas ilícitas. Lo que debemos encontrar es una solución humana y moralmente responsable, que no incluya un muro”.

Otros hacen una advertencia al presidente Trump, “que un simple y costoso muro simplemente no contribuye a la solución y que negar la ayuda exterior solo agravará el problema. Y que en vez de arremeter contra las familias y separarlas, él debería llamar a una conferencia de estos países centroamericanos y tratar seriamente de solucionar este problema”. Según ellos “se necesita desarrollar programas para la construcción de una nación en cada país, para que la gente disfrute de vivir ahí. EUA debe ayudar a eliminar esa corrupción y pobreza endémica que existe en varios de esos países y lograr que el estado de derecho funcione”.

A los emigrantes y a los que están por emigrar, estos estadounidenses, les manifiestan “que las soluciones están en Honduras y giran en torno al desarrollo de su economía, para que la gente tenga más riqueza, empleo y seguridad. Que ante la corrupción de sus gobiernos, ellos deben confrontarlos y exigir un cambio o hacer algo para forzarlo. Tomar el control de sus calles es una alternativa. Deben ponerse de pie en su país. Esta gente es allí donde puede solucionar sus problemas”. Les piden “que no huyan de ellos”.

Conciudadanos: Este es el mensaje que estos estadounidenses nos envían. ¡Pongámosle atención!