Analfabetismo

Por José María Ramírez Romero

La crisis social de nuestro país tiene una serie de ángulos que afectan directamente el desarrollo social de los segmentos más pobres del Estado de Honduras. El analfabetismo en ascenso como espiral indefinida es uno de los muros que impiden nuestro crecimiento. No tenemos la cifra exacta pero la última investigación gubernamental nos refleja un 15% de iletrados, lo que nos aproxima al millón y medio.

Esos porcentajes crecen si a este número le sumamos los analfabetas por desuso que son aquellos excluidos que apenas han leído y vuelven a caer en el desconocimiento de la lectoescritura y operaciones básicas. Debemos agregar a los analfabetas tecnológicos que son aquellos alfabetizados y profesionalizados que no pueden usar los nuevos mecanismos digitalizados como vía comunicacional.

Pero en esta ocasión nos interesa interactuar con los amables lectores sobre el analfabeta total para empezar a trabajar en su incorporación al mundo de los que leen.

A este momento el problema del analfabetismo en Honduras es grande y disperso en las partes más pobres de la ciudad y la zona rural de los dieciocho departamentos. Para solucionar este problema es importante la participación de todos y todas las instancias que vivimos esta tragedia en pleno siglo veintiuno, en los instantes de mayor desarrollo científico-tecnológico de la humanidad.

En un país como el nuestro, el aparato conductor de un programa de esta naturaleza tendrá que agregar en su gestión: a los docentes y sus organizaciones, a la juventud estudiantil de nivel medio y superior, a los padres y madres de familia, a las autoridades municipales, a las organizaciones comunitarias, a los grupos económicamente poderosos y a la comunidad internacional.

Se trata de liquidar la ignorancia de las letras y operaciones básicas de la aritmética para llegar al 5% mínimo y ser reconocidos internacionalmente como territorio libre de analfabetismo. Situación ya superada por Cuba, Bolivia, Nicaragua y Venezuela en nuestro continente.

El analfabetismo es una epidemia que atenta contra la libertad y el progreso.

Más de 800 millones de adultos y más de 100 millones de niños en el mundo son analfabetas. Esto significa que estas personas no saben leer sus derechos, ni las noticias de un periódico, ni redactar su currículum vitae para buscar trabajo…

El analfabeta no existe por opción propia, es por la existencia de altos niveles de pobreza, de miseria y falta de oportunidades educativas en sus entornos. Las altas tasas de analfabetismo son más visibles en los países más pobres y atrasados como los del tercer mundo en donde los modelos educativos son deficientes y no tienen prioridad por parte de sus gobiernos. Por eso el continente africano, algunos países de Asia y de América Central, son regiones del planeta con mayores porcentajes de ignorancia, contrario a los países industrializados o del primer mundo en donde tales cifras negativas son ínfimas.

En Honduras ha regresado a la palestra la temática relativa a reformar la educación. Los equipos nacionales nombrados para ese efecto tendrán la incorporación del pueblo con el ataque a problemas sensibles de esta naturaleza.