La naviera más grande del mundo “quiere crecer aquí”

Por: Alex Talbott
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En el Internet hay un deplorable reportaje sobre las negociaciones de la concesión portuaria de Cortés. “Caperucita” quien sea. Debe ser buscado, investigado y castigado junto a los beneficiados de la concesión portuaria y mandarlos al mamo de por vida. He leído el reportaje, escudriñado el internet pero lo único que sé es lo que comento, el problema portuario empieza desde el traspaso de operaciones de la bananera al gobierno militar en 1965. El jefe de Estado encargó al ministro de Hacienda la coordinación financiera de la Portuaria, sin saber de administración portuaria. Empezó por transferir fondos portuarios para balancear el presupuesto nacional, los gobernantes siguientes encontraron beneficioso hacer lo mismo, eso abrió un montón de irregularidades. Hasta que el Ejecutivo del 2010-2014 decretó el PCM-050-2011, que por inexperiencia complicó el problema llevándolo a una concesión aprovechada. Pero es tarde, el mundo nos conoce por lo que no somos. Los aprovechados que participaron de una u otra forma en la concesión portuaria del gobierno de 2010-2014 deberían ser castigados uno por uno. El reportaje para el lector es creíble, como la utilidad anual de $47.5 millones de dólares, pero la Portuaria solo recibe $19.50 por contenedor descargado.

El Internet con toda la información vista y leída es creíble, escrituras, fotos y otras vainas abren las sospechas que hubo mano peluda en la concesión de Cortés. Ayudaría el saber quiénes son los verdaderos dueños de la Portuaria y por qué la tienen inscrita en el paraíso fiscal de las Bermudas y no en Honduras, ¿qué es lo que esconden? Cómo hace doña Miriam para cobrar el Impuesto Sobre la Renta. Pero eso no lo sabremos en 1,000 años vida. Deplorable lo que cuenta el reportaje.

Cambiando de tema. En mis archivos sobre la ampliación del canal de Panamá encontré las declaraciones dadas por un ejecutivo regional de la naviera MAERSK en Panamá, hace algunos años, por su validez el contenido decía: “Formo parte de la estrategia que nuestro grupo ha diseñado para una región que se encuentra en clara desaceleración económica, en los próximos años América no va tener tasas de crecimiento de dos dígitos. Si va a haber países que van a seguir creciendo como México, pero hay otros como Argentina o Venezuela que están en apuros. Es muy importante para nosotros aprender a movernos en este nuevo escenario. “Latinoamérica” es una de las regiones donde la industria naviera tiene más oportunidades. “Queremos crecer aquí”. “Latinoamérica” representa para nuestro grupo la fuente de crecimiento que podría darle sus 60 rutas marítimas y más de 600 buques navegando por todo el mundo”.

Yo digo: Honduras y El Salvador necesitan el apoyo de MAERSK “uniendo los dos océanos por ferrocarril”. El ejecutivo naviero hizo una clara invitación que nos cae como anillo al dedo. En mi pasado artículo cuento que Honduras tiene tierras donde construir un megapuerto en el Atlántico, pero no tiene lugar adecuado para un megapuerto en el Pacífico. Nuestros hermanos salvadoreños podrían buscar donde acomodar un pedazo de tierra y su mar territorial para un megapuerto tipo MOIN. Estos dos lugares para megapuertos podrían significar parte del “crecimiento de MAERSK” en el tiempo y hora.

Cada megapuerto es un proyecto de gran calado para la economía de cada país, que aportaría como 147,000 empleos por país, $1,000 millones para cada megapuerto. Faltando el ferrocarril que la naviera sabrá cómo suplir.

Pero doy una luz por las dudas, cuando la autoridad del Canal de Panamá dio la autorización de ampliación del canal, dio simultáneamente la de transferir contenedores por tierra entre sus puertos, para cubrir el déficit de carga que perdería durante la ampliación. Pero el canal no tenía ferrocarril adecuado y operable para transferir carga entre puertos, negoció su viejo y obsoleto ferrocarril con una empresa ferrocarrilera americana quien suplió el equipo necesario y adecuado, reconstruyó la vía férrea a especificaciones internacionales, hoy día transfiere carga por tierra entre puertos. “Uniendo los dos océanos por ferrocarril”. Eso es lo que necesita Honduras y El Salvador. Pero aunque los países tuvieran ese billetón y la concesión por 100 no se diera, las 60 rutas marítimas y los 600 buques navegando por todo el mundo se necesitan. Algo que leí sobre la ampliación del Canal de Panamá: es la expectativa que los buques más grandes harán escala en los puertos de Centroamérica y el Caribe. En muchos casos no es cierto porque las infraestructuras portuarias son insuficientes. Solo MOIN en el Atlántico de Costa Rica, el otro año podrá hacerlo porque fue diseñado para hacerlo. En el Pacífico nuestro proyecto podría hacerse si se quiere.

Los presidentes de ambos países como lo comenté en mi pasado artículo “una dura realidad que hay que aceptar”, tendrían que buscar la ayuda de las respectivas empresas privadas de cada país, para que hablen de tú a tú con la naviera.

Como información: La naviera MAERSK tiene una división de puertos que opera bajo el nombre “APM Terminals”, con autonomía mundial y con oficinas gerenciales en Holanda. Participó en la licitación portuaria de Cortés y tuvo que retirarse de la licitación sin disgustos ni rencores por no estar de acuerdo cómo hacíamos las cosas en casa. Honduras dueña de Cortés es uno de los países que está pidiendo ayuda a la naviera MAERSK, para unir los dos océanos por ferrocarril.

¡Buen día!