CAPITAL

Hoy 30 de octubre los tegucigalpenses recordamos los 138 años de haberse convertido Tegucigalpa en la capital de Honduras por decisión del entonces presidente de la República Dr. Marco Aurelio Soto.

Tegucigalpa, el rico centro minero de la época colonial, fue en el pasado, la meca política primero de la provincia, después del Estado y la República, convirtiéndola en rival de Comayagua para ser la capital de Honduras.

Comayagua era sede de los poderes del Estado y de las autoridades eclesiásticas conservadoras, mientras en Tegucigalpa desde que tenía categoría de Villa y contaba con una Alcaldía Mayor, surgieron grupos intelectuales y sectores clericales con ideas progresistas que crearon un ambiente antagónico que se profundizó en 1788 cuando se canceló la Alcaldía Mayor y la Villa quedó bajo la la Intendencia de Comayagua hasta 1811.

En 1812 hubo una rebelión de la autoridad de la Villa de San Miguel de Tegucigalpa la que se conoció como la “rebelión de las varas” que marcó la inclinación independentista de los tegucigalpenses guiados por el pensamiento renovador del sacerdote Juan Francisco Márquez que desde 1782 fungía como cura párroco de la parroquia de San Miguel.

Aquella rivalidad entre la Comayagua radical y la Tegucigalpa liberal, se acentuó cada día más y fue notoria en la época de la independencia y en la consolidación del Estado a partir de 1825 cuando se emitió la primera Constitución. Comenzaron entonces las ideas de alternar la capital en forma anual como un planteamiento político surgido en el mineral de Cedros, intención que solo quedo en eso.

2 El Cementerio General de Tegucigalpa comenzó a construirse en 1876.

En Junio de 1849 siendo presidente de Honduras el Dr. Juan Lindo (foto 1) la Asamblea Constituyente presidida por don Felipe Jauregui emitió un decreto trasladando la capital a Tegucigalpa, pero no se ejecutó por inconsistencias jurídicas y Comayagua siguió siendo la sede de los poderes del Estado.

Tegucigalpa fue adquiriendo cierto predominio sobre la capital del Estado; la primera imprenta se instaló en 1829 en el inmueble que había servido de Convento a los frailes franciscanos , en 1847 se estableció en ese mismo lugar la Academia Literaria génesis de nuestra Universidad, en el gobierno de don José María Medina en 1876 comenzó a levantarse el primer gran panteón nacional (foto 2) se instaló en un viejo edificio construido en 1780 por don Miguel Quiñónez Borjas la “Casa de los Rescates” y la ciudad, cuyo título ostentaba desde diciembre de 1821 cambiaba en forma ostensible.

Llegó el año de 1880 y en el gobierno del presidente Marco Aurelio Soto (foto 3), un 30 de octubre, hace 138 años, se tomó la decisión de trasladar para siempre la capital de Honduras de Comayagua a Tegucigalpa.

El Dr. Soto Martínez, por razones económicas porque era un rico minero, o sociales, porque algunos historiadores reatan que su esposa doña Celestina Mijango (foto 4) no era muy apreciada por las damas comayagüenses y le hacían muchos desaires, fue motivo para levantar bártulos y se trasladó a su ciudad natal terminando, así con aquel antagonismo que perjudicó mucho el inicio histórico de la era republicana en nuestro país.

En un antiguo inmueble de esquina que pertenecía al complejo de edificios de los frailes mercedarios al final de la Cuesta del Río (foto 5) al costado sur de la Plaza de La Merced, el mandatario instaló su despacho, las oficinas del secretario general Dr. Ramón Rosa, la sala de sesiones del Congreso y las oficinas de su estructura ministerial y en la parte superior su residencia.

En 1883 al llegar al poder el general Luis Bográn Baraona, la casa de gobierno fue remodelada se instaló el Salón de los Retratos (foto 6) se construyeron adicionales para que el Congreso Nacional tuviera más espacio y se amplió el área destinada a la Guardia de Honor que después pasó a ser la Escuela de Cabos y Sargentos.

Tegucigalpa, investida como capital fue un reto no solo para el presidente Soto, también para el general Bográn y para los gobernantes que les sucedieron en las dos últimas décadas del Siglo XIX.

Soto y Bográn iniciaron una transformación en la parte arquitectónica y en las construcciones del centro de la capital arquitectos como Emilio Montessi, don Alberto Ehler, Lyman y otros grandes maestros constructores europeos introdujeron los estilos clásicos franceses e italianos, sustituyendo las antiguas casas con alerones de tejas, por edificios con frescos frontispicios y decoradas fachadas (foto 7).

Una Escuela de Artes y Oficios (foto 8) un edificio para albergar el Hospital General, jardines públicos en las viejas plazas para rendir tributo a los patricios hondureños el empedrado de las calles para darle otra fisonomía a aquel poblado minero marcaron la ruta de la nueva capital que un 30 de octubre de 1880 relegó la preeminencia comayagüense ejercida en Honduras desde los tiempos de don Alonso de Cáceres.

Esa transformación se incrementó en los primeros años del Siglo XX con las obras de Bressani (foto 9) Prats Fonellosa y otros grandes constructores que imprimieron un sello de modernismo especialmente en el centro de la ciudad que hoy conocemos como el “Centro Histórico” que muy poco ha sido preservado.

La cuna de José de Simón de Celaya y Cepeda, Juan Francisco Márquez, José Francisco Morazán Quezada, José Trinidad Reyes Sevilla, don Diego Vijil Cocaña, José Trinidad Cabañas Fiallos, Juan Lindo, José Santos Guardiola Bustillo, Marco Aurelio Soto Martínez, Ramón Rosa Soto, Antonio R. Vallejo, Rómulo E. Durón, Juan Ramón Molina, Policarpo Bonilla Vásquez, Augusto C. Coello, Adán Canales, y tantos otros ilustres varones tegucigalpenses y comayagüelas, a pesar del poco amor de sus habitantes para conservar su señorío, sigue siendo la muy noble ciudad de San Miguel de Tegucigalpa, capital de la República de Honduras.

Tegucigalpa cumple hoy sus 138 años de ser la capital de la República y desde 1937, hace 81 años junto a Comayagüela, integran el Municipio del Distrito Central, compartiendo desde entonces las ciudades gemelas el centro político de la nación.

Felicidades capitalinos……..Hasta la próxima semana