Migrantes, descontento social y controversia internacional

Por Aldo Romero
Periodista y catedrático universitario

Lo que algunos sectores dicen comenzó con aparentes intenciones políticas de oposición en contra de la administración Hernández, rápido se convirtió en un éxodo masivo con matices de drama humanitario que no solo divide una vez más a la sociedad hondureña, sino que genera la controversia internacional.

La caravana de migrantes que emprendió su viaje a pie desde el norte de Honduras con rumbo a Estados Unidos, puso en evidencia la fragilidad social de un país abatido por la pobreza, la corrupción y la inseguridad ciudadana y social, una nación que no termina de superar la conflictividad política en la que se encuentra desde hace una década.

Con todo y la frialdad con la que el tema ha sido abordado desde algunos sectores políticos y gubernamentales, es imposible no sorprenderse ante las imágenes de miles de hombres y mujeres junto a sus niños y ancianos, durmiendo sobre el pavimento, soportando las inclemencias del tiempo, deshidratados, mal alimentados y a pesar de esto, con la firme convicción de no querer regresar a su país.

Sin duda esto debe ser motivo de preocupación y de inmediatas y concretas acciones para el beneficio social, pues al margen de que los migrantes hayan sido engañados o no, los testimonios conocidos reflejan la decepción y la impotencia de muchos, adentro y afuera del país, que se sienten víctimas de políticas económicas y sociales inescrupulosas que favorecen a unos pocos y perjudican a las mayorías.

Hace solo apenas un par de meses, los cancilleres del Triángulo Norte de Centroamérica anunciaban acuerdos orientados a crear una campaña masiva para frenar la migración irregular rumbo a Estados Unidos, sin embargo, y a pesar de que se dijo se tenía una estrategia conjunta, en el caso de Honduras parece haber quedado solo en papel.

En ese momento se hablaba de una ambiciosa iniciativa para promover el desarrollo económico y la inclusión social, se planteaba para el caso, dar seguimiento personalizado a quienes regresaban deportados a fin de promover su reinserción laboral como mecanismo para frenar las intenciones de volver a emigrar, poco o nada se sabe en la actualidad sobre esto.

De acuerdo a reportes del Foro Nacional para las Migraciones en Honduras, el desempleo es la principal causa que obliga a los hondureños a salir del país de manera irregular, el 70 por ciento de los que se van son jóvenes con limitadas oportunidades, y aunque esta es una realidad conocida, a nivel interno y en una reacción tardía, casi obligada producto de la presión internacional, el gobierno de Honduras recién anunció la puesta en marcha de un plan conjunto con el sector privado para la generación de empleos en algunos sectores específicos como el de la construcción.

La solución a la crisis migratoria pasa únicamente por el accionar de los países, mientras los gobiernos permitan que la brecha social se siga ampliando, las dificultades serán mayores, no se trata solamente de mejores controles fronterizos, tampoco esperar que del extranjero vengan a resolver nuestros problemas, sino de gobernar con justicia, con equidad y pensando en la gente.

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