Garantías constitucionales, la libre expresión y el derecho público

Por Lizzy Flores

La Constitución es la madre de todos nuestros sagrados derechos y garantías. Y así como a nuestra propia madre, la debemos cuidar, respetar y cumplirle en la medida de nuestras facultades y capacidad.

Cuando existe confusión entre la Constitución y las leyes secundarias, siempre se requiere regresar a la Constitución, la que prevalece y de la cual emanan las demás leyes. Asimismo las leyes que están equivocadas o torcidas se les pueden revisar, reformar y enderezar para que estén alineadas a la Constitución. Las leyes inconstitucionales tienen vicios de nulidad en su aplicación y efecto.

El Artículo 72 de la Constitución dice: “Es libre la emisión del pensamiento por cualquier medio de difusión, sin previa censura. Son responsables ante la ley los que abusen de este derecho y aquellos que por medios directos o indirectos restrinjan o impidan la comunicación y circulación de ideas y opiniones”.

Además de las garantías constitucionales del ejercicio y libertad de prensa, existe el derecho público a la información. Tanto en cuanto a las acciones que desempeñan las autoridades y los funcionarios públicos, como de los recursos que emplean, los cuales provienen de los contribuyentes. La transparencia es esencial para construir credibilidad y confianza entre los mandatarios y la ciudadanía.

La reciente disposición legal que establece ocultar los rostros de las personas detenidas a los medios y al público en general es evidentemente una normativa inconstitucional, lesiva a los derechos humanos, y rememora otras épocas cuando se dieron serias denuncias de personas desaparecidas. Por lo mismo, sería saludable que dentro del ámbito legislativo se aplicaran mecanismos para revisarla, corregirla, o derogarla, y seguir el mismo procedimiento con otros ordenamientos que falten a los artículos constitucionales.

Con el pasar de los años, y las transiciones democráticas e institucionales encontramos derechos y garantías en la Constitución que son inalienables, así como responsabilidades y delitos que son imprescriptibles con el propósito de fortalecer y perpetuar “un estado de derecho que asegure una sociedad política, económica y socialmente justa que afirme la nacionalidad y propicie las condiciones para la plena realización del hombre, como persona humana dentro de la justicia, la libertad, seguridad, la estabilidad, el pluralismo, la paz, la democracia representativa y el bien común.”En apego a su inviolabilidad, hay que tener la Constitución cerca, en el pensar y actuar de cada día, y procurar ser fiel a sus propósitos.

Lograr el cumplimiento y seguimiento de un marco legal inclusivo e igualitario contemplado en la Constitución, requiere del ejercicio de las libertades, del aporte de opiniones, pensamientos, y del discernimiento, buscando consensos donde todos cuenten y estén incorporados. Con miras al generar beneficios en el presente, y con fundamento que asegure el de generaciones futuras.