- La reciente llegada del crucero más grande del mundo, el Simphony of the Seas, fue un día de “fiesta” no solo para las grandes empresas sino también para artesanos y artistas.
Por: Carolina Fuentes
Fotos: Amalia Rivera
ROATÁN, Islas de la Bahía. Un mimo con zancos y una alegre sonrisa les dio la bienvenida a más de 6,000 turistas que llegaron el pasado lunes a bordo del crucero más grande del mundo: el Simphony of the Seas.
Luego de su salida de Miami, el Puerto de Cruceros de Roatán fue el primero en el que atracó este “gigante” que traía consigo a 6,500 turistas y 2,000 tripulantes. Elegir este destino paradisíaco no fue una casualidad, pues Honduras es el país número uno en llegada de cruceros a nivel de Centroamérica.
La figura larguirucha del zanquero José Emilio Robelo quedó plasmada en cientos de fotografías que se tomaron con él los extranjeros.
Si bien, las grandes empresas hoteleras, de restaurantes y transporte suelen ser las más solicitadas por los turistas, lo cierto es que para numerosos emprendedores y artistas como Robelo, la llegada de un crucero a la isla es un día de fiesta, pues también les genera ingresos.
“Soy fundador del Grupo Teatral Bambú, comencé a trabajar como mimo en el Hotel Fantasy Island y ahora me contratan como zanquero en el puerto para recibir a los turistas cada vez que viene un crucero; yo tenía un programa en la televisión, en el canal 108, pero me va mejor como artista desde que vienen cruceros, hay bastante apoyo al artista”, comentó.
“RECUERDOS” ARTESANALES
Otro hondureño que elogia la llegada de cruceros, sobre todo uno tan grande como el Sinfonía de los Mares, es Pastor Baquis. Mientras los turistas recorrían el puerto, él se esmeraba en elaborar collares y pulseras con piedras y semillas, que de inmediato despertaban la curiosidad de los turistas.
“Estos collares tienen los colores naturales, y solo los ponemos al sol a secar. Me tardo hasta dos horas en un collar, nosotros rentamos el espacio por días, mientras permanecen los cruceros, las ventas son mucho mejores”, afirmó Baquis, originario del municipio de Sabanagrande.
Junto a él se encontraba la vendedora Nancy Brooks, quien ofrecía en un quiosco las prendas elaboradas por el artesano.
La vendedora Nancy Brooks aprovechó para vendera los turistas los collares de piedras y semillas elaborados por el artesano Pastor Baquis.
Después de vender algunos collares a varias turistas de rubia cabellera, la comerciante comentó que “los collares están fabricados con semillas de aquí, de Roatán, los vendemos a 20 y 25 dólares, algunos tienen piedras de jade, semillas de guanacaste, y los que más nos compran son los que traen el calendario maya. Las ventas son muy buenas cada vez que vienen cruceros”.
Según manifestaron los emprendedores, los productos netamente hondureños son los más codiciados por los cruceristas, sobre todo cuando el artesano les muestra el proceso de elaboración en el puesto de venta.
El exquisito aroma de numerosas hojas de tabaco atrajo a cientos de turistas hasta el puesto de venta de Adalberto Moncada, en el puerto de Roatán. Con destreza, el catracho iba enrollando y envolviendo la materia prima, hasta formar un puro tras otro.
¿Qué le parece la llegada del crucero Sinfonía de los Mares?, se le consultó al artesano, que sin dejar de manipular las hojas secas, contestó que “es magnífico, es un gran apoyo para nosotros; estos puros que yo vendo son un artículo de lujo que solo lo compran los turistas extranjeros porque al turista nacional le gusta más el cigarrillo”.
El grupo La Voz de Roatán no dejó de cantar durante la llegada del crucero, para recibir a los turistas al ritmo de sus tambores.
Moncada vende el paquete de ocho puros a 20 dólares y confesó que “el hambre me hizo aprender a hacer puros desde los 10 años, yo soy de Morocelí, El Paraíso”.
Según datos de la Secretaría de Turismo, cada turista que baja de un crucero gasta un promedio de 90 dólares en compra de artesanías, transporte interno, actividades recreativas, bares y restaurantes.
¿CÓMO ES EL CRUCERO MÁS GRANDE DEL MUNDO?
En el crucero Simphony of the Seas hay un campo de golf, casino, área de piscinas, de juegos infantiles y acuáticos, entre muchas otras diversiones que los turistas disfrutan en altamar. En la construcción del crucero más grande del mundo participaron más de 4,000 personas que tardaron 36 meses en concluir la majestuosa embarcación, “la mejor aventura familiar”, como la llamó el presidente y CEO de Royal Caribbean International, Michael Bayley.
OPINIONES
“Lo que más piden es la cerveza nacional”
Sharon Ebanks (vendedora de bebidas): “En este puesto vendo cerveza, margaritas, piña colada; cuando el crucero es grande, como este que vino, los turistas compran bastante y lo que más piden es la cerveza nacional, hondureña”.
“Me encantan las playas y el calor de la gente”
Alicia Santos (turista de Puerto Rico): “Esta es la segunda vez que venimos aquí, tenemos familia aquí, venimos a pasar el día con ellos, me encantan las playas, el calor de la gente, muy bueno también, así que estamos bien contentos de estar aquí de nuevo”.
EN PRIMER SEMESTRE DEL 2018
En 10% ha aumentado llegada de cruceristas
La llegada del crucero másgrande del mundo, el Simphony of the Seas, fue un día de fiesta en Roatán, Islas de la Bahía, pues este rubro turístico alimenta la economía local, desde las grandes empresas prestadoras de servicios hasta los microempresarios.
En el 2017 se cerró con la llegada de más de 1.1 millones de cruceristas y en el primer semestre del 2018 “crecimos en más de un 10 por ciento”, indicó el viceministro de Turismo, Guillermo Orellana.
“Lo vemos muy favorable y ahora con barcos de la talla del Sinfonía de los Mares, nos permite traer más cruceristas, que la gente conozca, disfrute y se lleve la mejor experiencia de nuestro destino”.
El funcionario destacó que la llamada industria sin chimeneas continúa creciendo, “lo más importante es la derrama económica que esto deja, que asciende a los 100 millones de dólares, el año pasado cerramos con más de 100 millones de dólares, no es una derrama que llega solo a un puerto o a un hotel, sino que llega a todos… es una industria transversal e inclusiva”.
PROMOCIÓN INTERNACIONAL
Orellana recordó que recientemente Honduras participó en la reunión de la Federación de Cruceros de Florida y del Caribe (FCCA), donde las 19 líneas de cruceros que se mueven a través del Caribe se reúnen para ver nuevos destinos emergentes, lugares y puertos donde pueden ellos estar llegando.
“Y Roatán está dentro de los cinco puertos que más piden sus cruceristas, sus viajeros, y dentro del nivel de satisfacción estamos posicionados dentro de los primeros cinco puestos también”.
“Es importante resaltar que la gente que llega en estos barcos conoce, disfruta y se va encantada, y después vuelven por aire, creo que de parte del gobierno de la República, a través de nuestro Presidente, Juan Orlando Hernández, el turismo se ha catalogado como prioridad nacional”, expresó.
El viceministro agregó que “nosotros estamos haciendo lo nuestro, comprometidos como Secretaría de Turismo en seguir fortaleciendo esta industria, participando en diferentes ferias internacionales que nos sirven de vitrina de exposición”.
Orellana declaró que “es un honor” que Roatán haya sido el primer puerto en el que atracó el crucero Sinfonía de los Mares, “después de su partida en Miami… es el barco más grande del mundo y el más grande que ha atracado en la isla de Roatán”.
REINVENCIÓN DEL DESTINO
El funcionario destacó que “es importante reconocer los productos que tenemos como isla, que nos estamos reinventando, estamos buscando la forma de tener más atractivos”; para el caso ahora hay un canopy en forma de Superman, la gente puede surf, buceo, “y el que no quiera hacerlo pues puede ver a través del bote de vidrio” para que conozca parte del arrecife coralino más grande de Mesoamérica.
Esa nueva “cara” de Roatán la han percibido turistas como Josefina Fairweather, originaria de Belice pero residente en Nueva York.
Al descender del crucero Simphony of the Seas, el pasado lunes, expresó que “¡Roatán es bellísimo, súper!, vine una vez antes, hace como siete años, y veo que todo está pintado, todo se ve bien bonito”.
“Me gusta que cuando llegamos la gente empieza a tocar la música y eso fue bello, me gusta la cultura de esta gente también, de Honduras”, dijo la beliceña, al escuchar los tambores del grupo La Voz de Roatán, que les dio la bienvenida a los turistas con música garífuna.
Una de las cantantes y bailarinas del conjunto musical, Maryori Fernández, contó que “somos nueve; yo soy de Punta Gorda, a nosotros nos contratan siempre que vienen cruceros; antes no era frecuente que vinieran, pero ahora vienen casi todas las semanas y esto nos beneficia mucho”.
