Personas LGBTI son más propensas a sufrir de depresión

Los años pasan y la comunidad LGBTI o también LGBTQ+ (para representar las otras siglas que cubren el espectro) continúa siendo un objeto de debate, a pesar de que se han alcanzado logros muy positivos alrededor del mundo, la lucha todavía no termina.

Un estudio reciente sobre salud mental hecho en Reino Unido por Stonewall, un importante grupo de defensa y solidaridad LGBTI en este país europeo, revela algunas conclusiones no muy alentadoras, pero poco sorprendentes. La muestra contó con 5.000 personas de la comunidad encuestadas, con edades entre los 18 y 24 años.

El 52% de los participantes aseguró haber pasado por episodios depresivos y el 61% ha experimentado ansiedad en el último año. De hecho, lamentablemente, el 46% de las personas transgénero asegura haber pensado en suicidarse, asimismo, una de cada ocho personas LGBTI ha tratado quitarse la vida.

Igualmente, esta investigación expone la discriminación generalizada a las personas que buscan ayuda con un tratamiento o algún cuidado de la salud, ya que quienes lo hacen, frecuentemente, reciben un trato hostil o injusto.

“Me observaron después de un intento de suicidio y la enfermera dijo que mis problemas de salud mental se debían a permitir que Satanás entrara en mi alma. Que, si acabo de aceptar mi verdadero género, Dios podría perdonarme”, confiesa Elijah, un chico de 19 años del sudeste de Inglaterra.

Por otro lado, en España, la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) publicó un estudio sobre “Acoso escolar y riesgo de suicidio por orientación sexual e identidad de género” en el que se evidencia en alta cantidad que los jóvenes de hasta 25 años muestran problemas de salud mental relacionados a la discriminación sexual por sus preferencias sexuales o identidad de género.

Según los datos expuestos, el 49% de ellos ha experimentado acoso escolar de carácter homofóbico diaria o frecuentemente, las víctimas suelen sentir humillación, impotencia, rabia, tristeza, incomprensión, soledad, vulnerabilidad y aislamiento.

El 42% no recibió ningún tipo de ayuda profesional ante esta situación dentro del centro educativo. “A la mayoría de los encuestados, el acoso les produjo un conjunto de emociones que confluyen en una acusada desesperanza hacia el futuro y una escasa perspectiva personal de que su sufrimiento cese. El 66% experimentó sentimientos de desesperanza durante mucho tiempo o continuamente, y el 43% de los adolescentes y jóvenes encuestados llegó a tener pensamientos de intentar suicidarse y algunos intentaron cometerlo en una o varias ocasiones”, manifiesta la investigación.

Al mostrar el panorama basado en estos datos, las conclusiones son bastante decepcionantes. En Colombia, aunque se ha avanzado bastante en la materia, la comunidad LGBTI todavía no se siente segura al ver los casos de violencia e intolerancia que suceden seguido en el país, por lo que miles de personas salen a exigir sus derechos anualmente en las diferentes marchas del orgullo en las principales ciudades colombianas. (KienyKe)