Al apreciar la cultura política del país, es posible el señalarse sus exponentes de avances, estos como ser la corrección de sus procedimientos, que deban ceñirse estrictamente a nuestras leyes, a sus sucesiones, y por todos aquellos cambios administrativos, ejecutivos que deben darse y caber en una sociedad.
El Partido Liberal, tiene desde que se fundó una historia dulce, ha tenido un acervo meritorio de sus esfuerzos por todos los correligionarios, por nuestra civilización, siempre ha sido el adalid, que libra constantemente inmensas batallas por el progreso, por luchas para el porvenir, siempre ajenos al mezquino medro cotidiano por el cual vegetan los que ilegalmente detectan el poder actual.
El programa eterno de los liberales es su bandera de la cultura y de la rendición para los pobres y desheredados, que bajo la enseña rojo-blanco-rojo su lucha será siempre por la justicia, por la verdad, por el derecho, por esa liberación de nuestra miseria; en la actualidad estará siempre en contra de la reelección, de esta forma de gobierno ilegal e institucional, y sí estaríamos a favor de la tal llamada segunda vuelta electoral legal.
Con conciencia política, bajo nuestro imperativo categórico de los avances irrevocables, y levantando siempre la vista puesta a la organización de la juventud, es que levantaremos al partido a la par con sus inventarios, y con sus balances en cultura social, al Lázaro de la leyenda. Acotamos el espíritu noble y fecundo de nuestro rojo estandarte, los actuales dirigentes de base del partido para ir indudablemente a la conquista de un nuevo porvenir, con esa doctrina que nunca envejece, es eterna como la naturaleza misma, para proceder a recuperar al partido a un ritmo constante, con sapiensa necesaria, eliminando los actuales errores y con ellos acortar los pasos para las futuras luchas electorales, sin descuidar en ningún momento la parte afectiva de nuestros correligionarios encamada en las milicias del partido.
Como dirigente de base, aprovecho el espacio para identificarme que admiro y aprecio, por sus ideas, a los líderes, abogado Octavio Pineda Espinoza, licenciada Mary Elizabeth Flores Flake, abogado don Edmundo Orellana, abogado don Yani Rosenthal Hidalgo, para que los sigamos en sus pensamientos, en sus principios y doctrinas de nuestro partido, para que se les tenga como sobresalientes orientadores y puedan ser considerados para próximos o siguientes precandidatos del glorioso Partido Liberal con la observancia de que; la sola comunidad de ideas se comunica en sí el aprecio, pero ello no implica ninguna pasión. Siempre adelante hasta la victoria.
Raúl Alvarado Enamorado
Ceguaca, Santa Bárbara