San Pedro Sula y Tegucigalpa poco a poco reflejan cifras alentadoras en la reducción de homicidios que demuestran que gracias a la efectividad del trabajo policial se aíslan de las ciudades más violentas del mundo, para el 2018 se ha reducido en 7 puntos la tasa de homicidios.
Según las estadísticas oficiales en San Pedro Sula para el 2018 se reportaron 354 muertes violentas, en comparación al 2017 en esta ciudad se registró una tasa de 52.61 homicidios por cada 100 mil habitantes, pero en 2018 fue de 45.51 decir una baja de 7.10 en tan sólo un año.
Asimismo, en el Distrito Central se reporta un total de 516 muertes violentas en comparación al año anterior; en esta ciudad se registró una tasa de homicidios por cada 100 de 48.65 comparado al presente año hubo una reducción de 41.25 lo que equivale a una reducción del 7.12 en tan solo un año.
Estudios internacionales
Según informe publicado por la ONG mexicana Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal el pasado mes de marzo se realizó un profundo estudio que informaba que ambas ciudades se aislaban de la lista de las ciudades más violentas del mundo.
La ONG tiene 10 años de hacer esta medición (8 años de incluir 50 urbes) entre ciudades de más de 300 mil habitantes con tasas de homicidio elevadas.
Cada año, esta organización no gubernamental hace un ránking de las 50 ciudades más violentas del mundo y en el caso de San Pedro Sula, durante muchos años fue ubicada entre las tres primeras, producto de haber descuidado la seguridad desde el año 2006 en adelante.
Con el sustento de la información preliminar y validada de SEPOL, las autoridades policiales destacan que estos cambios extraordinarios no ocurrieron por casualidad, sino que son el resultado de un encomiable esfuerzo del gobierno de Honduras por erradicar en forma sistemática a células de grupos criminales reducir la impunidad y actuar contra los delitos, distintos a los homicidios, que cometidos las pandillas.
Compromiso de las autoridades
Según las autoridades de seguridad estos datos son una clara muestra que las estrategias en esta materia se han cumplido de acuerdo a una adecuada planificación de trabajo, y al esfuerzo y empeño de cada uno de los funcionarios policiales en velar por la paz y la tranquilidad de la población.
El esfuerzo continua con el objetivo que el 2019 los resultados permitan alejarse de los indicadores negativos y que las estrategias logren la meta de una Honduras en paz y sana convivencia