Historia, modificación y restauración del edificio del Correo Nacional

Arq. Ricardo Calderón Deras
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La historia del edificio del Correo Nacional situado en el centro histórico de Tegucigalpa data desde la fundación de la Escuela de Medicina el 01 de diciembre de 1882, durante el período presidencial del doctor Marco Aurelio Soto.

En 1887 las autoridades del gobierno recibieron una solicitud de la Sociedad Católica de Señoras de Tegucigalpa, para que se les cediera parte del solar frente al Hospital General, con el fin de construir, colindando con la Escuela de Medicina una casa de huérfanos. El terreno fue cedido, además el gobierno contribuyó monetariamente para dicha obra.

Durante la administración del general Manuel Bonilla en 1903 se trasladó la Escuela de Medicina al edificio de la Universidad o Paraninfo Universitario, contiguo a la iglesia y plaza de La Merced. En el gobierno de Vicente Mejía Colindres de 1925 a 1929 el edificio permaneció desocupado a excepción de la Casa de Huérfanos.

En el gobierno del General Tiburcio Carías Andino habilitó el edificio para las oficinas del correo. A este inmueble se le hizo modificaciones, siendo presidente el doctor Juan Manuel Gálvez. “Se ejecutó una modificación en la esquina que da hacia el lado norte del edificio, abriéndose una puerta grande en dicha esquina con la ornamentación de dos pares de columnas a ambos lados que le dan un buen aspecto y se arregló convenientemente el interior con la construcción de diversas secciones, de madera y vidrio para mayor comodidad y mejor atención al público. En el portón que queda frente al Palacio de los Ministerios, se colocó la sección de apartados postales, más accesibilidad a los mismos, modificación que ha dado buen resultado al público. En el interior del edificio fue cerrado el corredor con el objeto de aprovechar su espacio para bodega de certificados, oficinas del administrador y distribución de cartas e impresos”.

Los trabajos de restauración, realizados en el edificio del Correo Nacional en 1988 por la Secretaría de Obras Públicas y Transporte e Instituto Hondureño de Antropología e Historia, consistieron en la eliminación de distintas secciones y anexos con el propósito de volver su interior a su distribución original.

De conformidad con la política de remodelación y restauración de edificios de la institución, la Dirección General de Correos, con el fin de presentar una mejor imagen y servir con mayor eficiencia al público usuario de correos, procedió a la restauración del antiguo edificio central, para cuyo efecto contó con la valiosa colaboración de la Dirección General de Urbanismo, en la etapa de diseño y supervisión, la constructora Colindres fue la encargada de los trabajos de reconstrucción y el Instituto Hondureño de Antropología e Historia prestó cooperación en cuanto a la supervisión de la obra. Aun al día de hoy, con la última restauración de que fue objeto hace treinta años el edifico presenta un estilo de la arquitectura republicana, cuya transformación adaptada a la época actual conserva su fachada que tiene alrededor de 130 años.

La restauración de este edificio histórico, consistió en la eliminación y liberación de construcciones anexas que afectaban tanto la parte estructural, espacial y visual del edificio. Se estudió el comportamiento de los materiales pertenecientes a su construcción original para someterlos a tratamiento y de este modo hacer que perduren su existencia, por ejemplo: vigas, paredes, estructura de techos, puertas y otros detalles.

Se estudiaron los espacios para integrar actividades funcionales propias de un edificio de correo sin romper con su arquitectura original, como ser despacho público, apartados postales, dejando corredores espaciosos. Se respetaron los elementos arquitectónicos tanto en su diseño como en su funcionalidad y se copiaron fielmente aquellos que habían perdido su consistencia, como ser columnas, balcones, portones, cargadores y canecillos.

El reacondicionamiento de las nuevas áreas se hizo con el propósito de darle un mejor servicio al público y para que el personal se desenvuelva con mayor facilidad y comodidad, demostrando al pueblo hondureño que los edificios antiguos e históricos, son parte de nuestro patrimonio histórico arquitectónico, pueden adecuarse a nuestras necesidades al ser restaurados y no es necesario demolerlos para construir edificios con otro estilo arquitectónico diferente.

Imagen que muestra el hermoso edificio republicano del Correo Nacional con la esquina del lado norte y la gran puerta de acceso, ornamentado con dos pares de columnas de orden dórico. Esta modificación se realizó siendo presidente el doctor Juan Manuel Gálvez. (Fuente de la imagen DIARIO LA TRIBUNA).