Violencia y desorden: Malos augurios para 2019

Por: José Antonio Pereira Ortega
Coronel ® [email protected]

“No existe ninguna persona completamente libre de violencia, ya que esta es una característica innata de los seres humanos”.
Mahatma Gandhi

Muchos de nuestros políticos y muchos compatriotas, están obsesionados por la generación de violencia y el desorden en cualquiera de sus manifestaciones, como el único recurso para buscar soluciones a los problemas reales que aquejan a la población y al país, dejando sentir su incapacidad para sentarse a dialogar y porque el futuro de los hondureños y de nuestro país les vale un pepino, proponen al inicio del 2019 acciones desestabilizadoras, proclamándose en “nombre del soberano” en salvadores del pueblo por la vía más irracional como es la ejecución de acciones violentas.

Muchos de los instigadores o líderes, son unos cuantos catrines de cafetín (se autoproclaman como outsiders) que no conocen las consecuencias de las revueltas violentas, aupados por unos cuantos congelados de la izquierda cavernícola, que por décadas han sido incapaces de ganarse el apoyo popular y a huevos quieren acceder al poder, para hacer lo mismo que han hecho los otros, porque muchos de ellos ya han estado en el poder o han sido beneficiados del poder y conocen sus mieles y harán lo posible por retornar.

Afortunadamente, esa manera de hacer política más que adeptos o seguidores les creará antipatía de un pueblo que clama por paz, seguridad y tranquilidad, y es que como solo están obsesionados con el poder y sus beneficios, optan por el “camino corto”. El violento, debido a que no tienen más argumentos que la violencia y el desorden, la negociación es la piedra en el zapato para los políticos inmaduros y de los líderes incapaces de proponer y solventar las diferencias en armonía, porque están poseídos de un egoísmo personal enfermizo.

No pretendo descalificar que como ciudadanos se tiene el derecho constitucional a protestar, pero no hay que engatusar a la gente con el enunciado del Artículo 3 de nuestra Constitución y después alegar que son violentados sus derechos, desafortunadamente la mayoría de las personas somos fácilmente influenciables cuando no estamos bien informados y se manipulan los contenidos de lo expresado, cito como ejemplo el Artículo 3: “Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador ni a quienes asuman funciones o empleos públicos por la fuerza de las armas o usando medios o procedimientos que quebranten o desconozcan lo que esta Constitución y las leyes establecen. Los actos verificados por tales autoridades son nulos. El pueblo tiene derecho a recurrir a la insurrección en defensa del orden constitucional”.

Al respecto expreso mi opinión con ánimo de orientar, no de disuadir a los que plantean la violencia y el desorden, porque ellos creen que es la única forma de acceder a su propósito que es la toma del poder, pero debo recordarles que cobrarán vidas inocentes y destrozarán negocios e instalaciones que traerán desempleo, luto y dolor.

Debo también aclarar que no estoy justificando que es correcto lo que ocurre en la gobernanza actual, soy apolítico y no tengo partido, tengo pensamiento libre de influencia partidaria y por ello inicio mi opinión respecto al derecho de insurrección, proclamado por estos disociadores que tienen sustanciales ganancias con el desorden y les pregunto:
1. ¿Tiene valor legal la proclama del Tribunal Supremo Electoral que hizo respecto del último proceso declarando ganador al actual Presidente constitucional?
2. ¿Por qué al día de hoy los que alegan fraude no lo han podido demostrar con pruebas contestes?
3. ¿No tienen otra forma de resolver este conflicto político que amenaza con paralizar al país?
4. ¿Cómo se define una protesta pacífica, expresada con acciones violentas contra los derechos de los demás?

Por razones de espacio no hago más interrogantes que abundan al respecto, además que mi intención es opinar y hacer sentir la inseguridad e intranquilidad que generan las propuestas violentas proclamadas y puedan estos líderes valorar la dimensión del problema que quieren crear de manera irresponsable, sin pensar en la población. Les aconsejo que se sienten y busquen negociadores con talento, desprendidos de intereses y egoísmos personales, no rebusquen negociadores malcriados y gritones que abundan, la negociación es la mejor arma en la solución de conflictos. Este problema es de naturaleza política y deben resolverlo políticamente, no recurran a la ilegalidad.

Conozco de lo que sucede en ambientes violentos y no es nada grato, también por experiencia les digo que saben cómo se inicia pero no se sabe del desenlace de estos actos, porque lo violento se desarrolla fuera de lo natural, se desarrolla con fuerza, ímpetu y brusquedad y se hace contra el gusto o la voluntad de los demás. Es practicado por personas de manera deliberada con la intención de conseguir algo sin importar provocar daños físicos o emocionales al prójimo