ROMPIENDO RELACIONES

ASUMIÓ Nicolás su segundo mandato. Internamente, con férreo control del jefe de todas las instituciones públicas del Estado. Incluyendo de los generales obedientes del ejército a los que cedieron el comercio de productos estratégicos del país. En el ámbito internacional, el denominado Grupo de Lima –con excepción del gobierno mexicano–desconoce la legitimidad del nuevo término. Consultado AMLO sobre su desacuerdo con la postura asumida por los otros miembros de la logia explica: “Nosotros no nos inmiscuimos en asuntos internos de otros países porque no queremos que otros gobiernos, otros países, se entrometan en los asuntos que solo corresponden a los mexicanos”. Bien puede ser que escogió este momento preciso para decirle a Juan lo que ya días ha querido que lo entienda Pedro, en sus relaciones bilaterales con el todopoderoso vecino del norte. Sin embargo, pese a que cuenta con tibio acompañamiento de México, recibe un balde de agua fría del bloque de países latinoamericanos.

La comunidad europea tampoco le confiere legitimidad al régimen. Cuenta con el respaldo de Rusia, China y Turquía y en el área continental del gobierno cubano, boliviano, nicaragüense y salvadoreño. Los primeros ministros de San Vicente y las Granadinas, de San Cristóbal y Nieves asistieron al acto. Venezuela es sacudida por un remolino endemoniado que causa estragos económicos, tornando en calamidad la vida de cientos de miles de venezolanos. A la aguda escasez de comida y medicinas se suma la hiperinflación desorbitada –el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé una subida de los precios del 1,800,000% en dos años– y una dependencia de los necesitados al paternalismo oficial. El éxodo de venezolanos se ha acelerado a tales niveles, en los últimos meses, que ya suma tres millones de migrantes. Solo en Colombia hay más de un millón de refugiados. Una ironía para un país poseedor de las mayores reservas petroleras del mundo. Solo durante el gobierno de Nicolás “la economía se redujo a la mitad y se contraerá 5% en 2019”. “El país y su petrolera cayeron en default y la producción de crudo, fuente de 96% de los ingresos, se desplomó a 1.4 millones de barriles diarios, la más baja en 30 años”. Sin embargo, en su discurso de aceptación, el jefe de la autocracia promete bienestar con el “compromiso de realizar los cambios que hacen falta en Venezuela”. ¿Cuáles podrían ser esos cambios que según Nicolás ocupa Venezuela para agudizar la ruina del país y mayor desesperación del pueblo? En represalia por el desaire del Grupo de Lima dio un ultimátum que tomaría medidas diplomáticas enérgicas si en 48 horas no rectificaban su posición.

Con 19 votos a favor, 6 en contra, 8 abstenciones y 1 ausencia el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) acordó “no reconocer la legitimidad” del mandato. Una resolución tomada por mayoría que, sin embargo, pone de manifiesto que no alcanzan los votos para una suspensión en aplicación de la Carta Democrática. Varios países han procedido a romper relaciones diplomáticas con el gobierno venezolano o a cerrar sus embajadas. El presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, ordenó desde la ANC que, “se abra una investigación inmediata por traición a la patria a todos aquellos y aquellas que se plieguen a la declaración del mal llamado Grupo de Lima”. Así que el tal “cartel de Lima” –como lo descalifica Nicolás– tiene 48 horas para rectificar o de lo contrario la autocracia rompe relaciones diplomáticas con todos ellos, menos con México.