Por: Saraí Alvarado
Rifles de francotirador, de asalto, sub fusil o metralleta con carabina automática, ametralladoras ligeras (DMR y LMG por sus siglas en inglés), escopetas, lanzamisiles, pistolas y revólveres, son parte del lote de armas que se usan hoy en día en videojuegos interactivos y 3D, y que mantienen en alerta a la Policía Internacional (Interpol).
El uso de esos “juguetes” es parte de una nueva modalidad usada por el crimen organizado, especialmente por traficantes de armas de fuego, para camuflar las armas ilegales y municiones reales para fines delictivos.
El hecho de que a simple vista la mercadería que ingresa como juguete parezca un arma de fuego real, pero que no lo sea, hace que la idea de los traficantes de armas tenga éxito en el trasiego en varias aduanas, en operativos policiales en carreteras, en “puntos ciegos” y hasta “ciegos en los puntos” colindantes de América.
Esas armas se supone que son inofensivas y hasta ampliamente conocidas por los expertos usuarios de los videojuegos.
ARTEFACTOS “BAJO LA LUPA”
Las armas de juguete que mantienen en vigilancia son aquellas usadas en juegos, desde simples para lanzar agua y pelotas, hasta para ser usadas en juegos más complejos, interactivos y fabricados con inteligencia artificial.
Entre estos juegos destacan “Call Of Duty” (Llamado del deber), “Battle Field” (Campo de Batalla), “Far Cry 5” (Muy Lejos) “For Nite” (Por la Noche), “Home Front” (Frente de Casa), Sniper 3 (Francotirador), Metro Redux y Call Of Duty Black Ops 4, entre otros.
Según los jugadores, que no solo son niños y jóvenes; sino adultos, tanto al disparar como para cargar el arma y todas las funciones para hacerla detonar, se sienten como si fuera un arma real y todas son para matar, para acabar con un objetivo.
“Puedes escuchar cuando se carga, se detonan y se descargan, parecen reales y todas son para matar en el juego”, expresa Selin Juárez, un joven adulto que junto a sus hermanos menores de edad, suelen jugar con videojuegos en los que se utilizan armas casi reales y que hoy en día son tendencia mundial.
“ALERTA PÚRPURA”
La alerta de Interpol fue emitida en diciembre del 2018, cuando realizaron algunos decomisos de pistolas de juguete con partes de armas reales y escondites de municiones en armas aparentemente inofensivas.
La alerta fue un “Aviso Púrpura”, es decir, preventivo, para hacer consciencia de la innovación de los traficantes de armas y advertir de los posibles daños de la actividad delictiva, especialmente en países en donde hay cifras alarmantes de violencia. Al mismo tiempo, la Policía Internacional manifestó que la información sirve para que los responsables de la seguridad en cada uno de los países a quienes se les envió la alerta, identifiquen a los autores, sus tácticas y técnicas en un trabajo mancomunado.
DATOS
“Call Of Duty” es uno de los juegos más populares en la actualidad y en Honduras los pedidos se hacen por Amazon y otras compañías de envíos por internet. Las compras de accesorios, como armas, cada vez son más frecuentes para este juego, que es una serie de videojuegos de disparos en primera persona (FPS), de estilo bélico, creada por Ben Chichoski, desarrollada principal e inicialmente por Infinity Ward, y distribuida por Activision.
CON SISTEMA IBIS RASTREAN MÁS DE 700 CRÍMENES
En Honduras, en lo que respecta a registros de armas de fuego y municiones, el ente encargado es la Policía Nacional, mientras que en el banco de datos sobre armas que han sido utilizadas en crímenes y delitos se maneja a través del Sistema Integrado de Identificación Balística (IBIS). Con IBIS se trabaja tanto en la Policía Nacional como el Centro de Medicina Legal y Ciencias Forenses, adscrito al Ministerio Público (MP).
El IBIS almacena las señales de las imágenes identificativas de proyectiles disparados y vainas percutidas en armas de fuego originales. Cada arma deja unas señales particulares y son únicas, así como la huella digital en los humanos, por lo que al ser disparadas, de seguirse un proceso eficiente de rastreo, se llega tecnológicamente a saber, no solo el tipo de armas y munición, sino también si esa arma estaría relacionada a otros hechos criminales y delictivos, además de los lugares en donde ocurrieron.
Pero esto solo se ha hecho eficiente en el laboratorio de Balística de Medicina Forense, donde lograron en cuatro años enlazar más de 700 casos, lo que en términos de expertos significan “hits”, es decir, estudio de muestras analizadas en microscopios, con el fin de determinar las características propias del arma utilizada y registrar las balas a partir de la extracción de los cuerpos y escenas de crimen. De esta manera se detecta si fueron percutidas de la misma arma, cuántas veces y en qué lugares, lo que en conclusión auxilia a cualquier caso investigativo en donde se podría llegar hasta el dueño del arma y descubrir la manera en que la obtuvo, golpeando así a la criminalidad organizada.