Centroamérica tendrá repunte económico a ritmo más lento

La actividad económica en América Central y la República Dominicana, registraría un repunte en 2019 y 2020, aunque a un ritmo más lento que el que se anticipará originalmente, según las perspectivas recientes del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Las principales revisiones corresponden a Costa Rica, donde en diciembre se aprobó un proyecto de ley de reforma fiscal. Si bien se trata de un paso crítico a favor de la recuperación de la sostenibilidad fiscal, reducirá el crecimiento a corto plazo, estimó el organismo internacional.

Por su parte, en Nicaragua, el descontento social y la incertidumbre política también socavaron las perspectivas de crecimiento.

Mientras, en el Caribe, se mantienen las proyecciones de un repunte de la actividad económica en 2019-20, como consecuencia del sólido nivel de turismo proveniente de Estados Unidos, el trabajo de reconstrucción tras los devastadores huracanes de 2017 en algunos países que dependen del turismo y la mayor producción de materias primas en algunos países exportadores de estos productos.

En México, las perspectivas siguen afectadas por la incertidumbre. Las proyecciones de crecimiento para 2019 y 2020 se revisaron a la baja (al 2.1 por ciento y al 2.2 por ciento, respectivamente), a causa del menor impulso de crecimiento en 2018, la incertidumbre respecto de las políticas económicas del nuevo gobierno y las condiciones monetarias y financieras, más restrictivas de lo esperado.

La firme ejecución del prudente presupuesto de 2019, que apunta a mantener el superávit primario en 1 por ciento del PIB, será crucial para demostrar el compromiso del nuevo gobierno con la responsabilidad fiscal y la reducción sostenida del coeficiente de deuda pública. El avance de las reformas estructurales, muy necesarias, podría impulsar el crecimiento potencial a mediano plazo.

La actividad económica en América Latina sigue en aumento, pero a un ritmo más lento que el que se anticipara originalmente.

El debilitamiento de la economía mundial y el aumento de la incertidumbre en la implementación de las políticas económicas contribuyen a que se esté moderando el impulso del crecimiento en América Latina. A nivel general, se espera que la región crezca un 2 por ciento en 2019 y un 2.5 por ciento en 2020: tasas muy inferiores a las de sus pares de otras regiones.

El endurecimiento de las condiciones financieras mundiales y la caída de precios de las materias primas que generaron las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China contribuyeron a que el crecimiento se desacelerara en la región.