La rivalidad entre las barras de los equipos de la Liga Nacional de Honduras sigue empañado el deporte rey de los catrachos, alejando a las personas de los estadios y sobre todo enlutado a las familias.
La rivalidad entre las barras de los equipos de la Liga Nacional de Honduras sigue empañado el deporte rey de los catrachos, alejando a las personas de los estadios y sobre todo enlutado a las familias.