“Las medidas de seguridad adoptadas son con el propósito de evitar el ingreso de armas, droga y cualquier artefacto o sustancia prohibida en el interior de los centros penitenciarios del país. No es un tema negociable, no vamos a retroceder”, resaltó ayer el subdirector del Instituto Nacional Penitenciario (INP), Germán MacNiel.
Así de categórica fue la respuesta del funcionario ante las protestas realizadas por los parientes de los internos de las cárceles denominadas “Pozo I y II”, en Ilama, Santa Bárbara y Morocelí, El Paraíso, respectivamente, quienes han pedido suavizar las medidas de control implementadas.
Recordó que en el pasado eran los internos quienes tenían el control en los centros penitenciarios, esto por el abandono en que se encontraba pero, a raíz del proceso de reforma se han tenido los resultados que la población ha esperado en el tema de seguridad.
“Esto es un tema que no se va a negociar, esto es algo en lo que no vamos a retroceder ni un solo milímetro, vamos a seguir manteniendo el orden y control en los centros penitenciarios, las medidas adoptadas son en beneficio de las personas privadas de libertad y con el estricto respeto a sus derechos fundamentales”, recalcó.
Reiteró que en la temática de seguridad no vamos a retroceder, vamos a seguir implementando los controles necesarios para que las personas no continúen realizando actos ilícitos desde el interior de los centros penitenciarios que repercuta en el resto de la ciudadanía”.
Hemos podido encontrar marihuana tanto en escobas, como en la alimentación que pretenden ingresar la visitas y se ha llegado al extremo de encontrar marihuana en los órganos genitales de algunas mujeres que visitan a las personas privadas de libertad, en ese sentido, cabe mencionar que aquí lo que existe es un malestar por parte de las personas que están acostumbradas al desorden y no les gusta el orden que se está imponiendo por parte del Instituto Nacional Penitenciario, comentó MacNeil.