Pastores piden frenar el matrimonio “gay”

Según la Confraternidad Evangélica de Honduras, ese tipo de bodas atenta contra la familia, pues dos personas del mismo sexo no pueden procrear hijos.

Con la finalidad de conocer acerca de la admisión del recurso de inconstitucionalidad por vía de acción a favor del matrimonio gay, la Confraternidad Evangélica, representada por sus pastores, se presentó a la Corte Suprema de Justicia (CSJ), específicamente a sostener una reunión con los magistrados de la Sala Constitucional, para conocer sobre ese escrito y continuar blindando la figura del matrimonio en Honduras.

Los religiosos solicitaron que se frenen las intenciones de la comunidad Lésbico, Gays, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales (LGTBI), de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, así como el respeto al artículo 2 de la Constitución de la República.

En ese sentido, los pastores llegaron al palacio judicial a eso de las 10:30 de la mañana. Minutos antes de presentarse ante los magistrados, el pastor evangélico, Mario Tomás Barahona, expresó que “este tipo de situaciones viene a distorsionar la figura familiar, el matrimonio es entre hombre nacido como hombre y mujer nacida como mujer, es la figura que corresponde a la familia, lo que Dios estableció”.

“Ellos hablan de derechos humanos, pero los derechos humanos de la familia son mayores”, dijo el pastor Mario Tomás Barahona, de la iglesia Mi Viña.

YA NO HAY HIJOS

“Naciones como España, que tienen la convivencia hombre hombre, mujer mujer, ya no hay hijos, ni jóvenes, hay pueblos abandonados, se detiene la multiplicación de la familia, un hombre no puede tener hijos con otro hombre y la mujer con otra mujer, nosotros respetamos lo que hagan en su vida privada, sus preferencias sexuales, cada quien decide, pero no les da el derecho a establecer leyes”, señaló.

Asimismo advirtió que “no puede ser el matrimonio entre personas del mismo sexo, no existe, eso es un invento de los mecanismos de derechos humanos, es un abuso y un insulto a la inteligencia del ser humano”.

“No estamos contra los grupos lésbicos, son seres humanos, son hijos de Dios, tomaron su decisión en su preferencia sexual, cada quien rendirá cuentas, pero eso no les da el derecho de venir a solicitar cambiar las leyes de lo que es la familia, que Dios estableció”, añadió.

De igual forma, anunció que “no vamos a permitir que hagan una ley y que se establezca eso, esperamos que no cambien; los magistrados tienen familia y no creo que se expongan a que toda la sociedad los juzgue por una determinación así”.

Miembros de la comunidad LGTBI vienen realizando marchas desde hace algunos años, con la ilusión de que se legalice el matrimonio entre personas del mismo sexo.

VERDADERA CORRUPCIÓN

“Como hondureños, tenemos derecho a defender los principios, es hasta ilógico que andemos defendiendo lo de Dios, esto es verdadera corrupción, es más grande que ello”, subrayó.

Al consultarle sobre si este tema de los matrimonios entre personas del mismo sexo es distractor para opacar los casos “sonados” que se relacionan con la corrupción pública, el pastor Barahona indicó que “corrupción siempre va a haber, eso no se puede detener, es un problema que está en el corazón del hombre que está alejado de Dios, los malls llenos, las iglesias vacías, esto no es problema del Estado”.

Por su parte, el pastor Alberto Solórzano afirmó que “apreciamos que los magistrados nos hayan recibido, hablamos con ellos y les advertimos sobre el estatus de lo que se ha presentado por parte de estos grupos; nosotros, como Iglesia, estamos pendientes y es importante cómo evolucionan y nos explicaron cómo está la situación, estaremos atentos”.

“Es una lucha que no terminará acá, estos grupos están con una agenda bien definida, van a procurar, sino es por este lado, sino por otro, tratar de que se apruebe una cosa que desde todo punto de vista no se debe aprobar”.

A criterio de las organizaciones de la diversidad sexual, el poder unirse por la vía legal es un derecho que tienen como cualquier ciudadano.

Remarcó que “lo que ellos pretenden es que se instale esa agenda en el país, así como otras naciones se han abierto a este tema, que no seamos la excepción y que se pueda aceptar la unión a nivel de matrimonio de personas del mismo sexo, no podemos permitir eso en Honduras, definitivamente, no solo es un tema religioso, sino moral, natural, no solo espiritual”.

“Ellos pueden trabajar, no tenemos ningún problema con la vida privada de nadie, el tema es cuando se trata de imponer a la sociedad como algo normal, natural o aceptable, dicen que el Estado es laico, es población, territorio, autoridad y en ese sentido, como población, la mayoría es cristiana evangélica o católica y no comulga con este tipo de temas”, dijo Solórzano. (XM)

DATOS
Uno de los temores que subrayó el pastor Alberto Solórzano “es el debilitamiento del matrimonio y la familia, que son la base de la sociedad, hay una enorme presión y dinero de por medio, tememos que se vaya cediendo a eso y que ya por moda los países se vuelvan indolentes, porque es una tendencia a nivel mundial”.