El deslizamiento del lempira se mantiene estable en 4 centavos, en función del dólar, en los últimos 4 días, después de que febrero había arrancado con una depreciación que empezaba a preocupar a importadores y alegrar a exportadores.
En enero no hubo devaluación, el dólar se mantuvo a 24.33 lempiras la compra en bancos y 24.50 su venta, básicamente por la revalorización en monedas de los principales socios comerciales y la reducción de la inflación.
Mientras, en los primeros ocho días de febrero esa divisa estadounidense aumentó a 24.37 su precio de compra en bancos y 24.54 la venta.
Las principales variables que intervienen son el nivel de reservas internacionales, en ese contexto, el desafío es exportar mayor volumen de productos para compensar precios bajos de bienes.
Desde el pasado 8 de febrero un dólar se mantiene en 24.37 lempiras, su compra en bancos y 24.54 su venta al cliente.
Al cierre del 2019, el lempira se devaluará en 79 centavos (3.25%), frente al dólar,
según estimaciones de analistas encuestados por el Banco Central de Honduras, significa que un «billete verde» costaría 25.12 lempiras su precio de compra en el sistema bancario y 25.30 su venta.
Una devaluación afecta al ciudadano común, según economistas, pues el ingreso tiene menos valor, además, los consumidores son afectados por más inflación, empresarios locales registran costos incrementados e importadores necesitan más lempiras.
Sin embargo, favorece al gobierno que aumenta su cantidad de lempiras por igual cantidad de dólares para mantener gasto, logra controlar demanda de divisas, desestimulándola con una tasa más alta, merman desequilibrios cambiarios y en el caso de exportadores perciben más recursos en sus ventas internacionales. (WH)