¡Peligro! La enfermedad del “ciervo zombi”, que podría afectar a los humanos  

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) explican que se ha adoptado el término “enfermedad del ciervo zombi” para referirse a la enfermedad de caquexia crónica (CWD, por sus siglas en inglés), un padecimiento neurodegenerativo que afecta a los cérvidos, y que se ha detectado en ciervos canadienses, renos, ciervos sica, y alces.  

Esta enfermedad es causada por “priones” anormales, unas proteínas infecciosas que dañan los priones normales del cerebro y la médula espinal desencadenando una enfermedad que suele evolucionar rápidamente una vez que aparecen los síntomas, y que siempre tiene un desenlace mortal.  

El daño que ocasionan los priones anormales hace que se formen numerosos orificios en el cerebro del animal infectado, y esto conduce a signos que pueden incluir una pérdida drástica de peso (caquexia o emaciación), tropiezos, apatía, babeo, y ausencia de reacciones de miedo y agresividad.  

Es por estas características que CWD ha recibido el nombre de enfermedad del ciervo zombi, el cual hace la sugerencia falsa de que, una vez que contraen el padecimiento, los ciervos se convierten en una versión macabra de lo que fueran cuando estaban sanos.  

En ese sentido, es importante enfatizar que los animales pueden tener un aspecto perfectamente saludable, ya que los síntomas aparecen después de meses e incluso años.  

Por otra parte, los animales infectados muchas veces no sobreviven hasta la etapa terminal de la enfermedad, cuando los síntomas más graves se hacen evidentes, explicó Lindsay Thomas Jr., de Quality Deer Management Association, organización no lucrativa de Athens, Georgia, en entrevista con USA Today. Por desgracia, no hay tratamientos ni vacunas para prevenir CWD.  

¿En dónde se han detectado casos de CWD?  

CWD no es una enfermedad nueva, asegura CDC. En la década de 1960, se identificó inicialmente en una población de ciervos cautivos de Colorado y en 1981, fue detectada en ciervos silvestres.  

Durante las dos décadas siguientes, se notificaron casos de CWD en las áreas circundantes y, para enero de 2019, la enfermedad había sido documentada en animales silvestres de 24 estados del territorio continental de Estados Unidos.  

CDC señala que casi todos los casos han ocurrido en estados del oeste y medio oeste estadounidense, aunque también se han notificado incidencias en Texas y el estado de Nueva York, así como en dos provincias canadienses.  

De igual manera, se han documentado casos de CWD en renos y alces de países como Noruega, Finlandia y Corea del Sur.  

En términos generales, la tasa de incidencia en los animales de Estados Unidos ha sido baja. Sin embargo, la enfermedad puede ser muy persistente en las zonas donde se ha establecido, por lo que CDC predice que podría diseminarse más. Algunos estudios han identificado poblaciones silvestres con tasas de infección de hasta uno por cada cuatro animales.  

¿Cómo se transmite la enfermedad y podría afectar a los humanos?  

Diversos investigadores opinan que los priones anormales que causan CWD se diseminan de un animal a otro mediante contacto directo con heces o fluidos corporales como saliva, sangre y orina; o bien, por contacto indirecto con alimentos, tierra o agua contaminados. Una vez que el animal adquiere la infección, la enfermedad tiende a extenderse rápidamente dentro de la población. Además, los priones pueden permanecer mucho tiempo en el ambiente y seguir infectando. Esto significa que el cadáver de un animal que murió de CWD puede contagiar a otro.  

Hasta ahora, no se han notificado casos de CWD en humanos. Con todo, unos científicos demostraron que los monos alimentados con carne o tejidos de ciervo infectado contraen la enfermedad. A pesar de esa investigación, CDC insiste en que no hay evidencias contundentes de que CWD pueda transmitirse a las personas, y tampoco de que los priones CWD puedan infectar a los humanos.  

“Aun así, los estudios experimentales plantean la posibilidad de que CWD represente un peligro para las personas, y apuntan a la importancia de evitar la exposición humana a la enfermedad”, agregó CDC.  

Michael Osterholm, director de Center for Infetious Disease Research and Policy, en la Universidad de Minnesota, advirtió que es indispensable proceder con sumo cuidado cuando se detecta CWD porque, debido a nuestros escasos conocimientos sobre la enfermedad, el riesgo para los humanos podría ser muy real.  

“Enfrentamos una situación desconocida”, declaró para USA Today. “En los próximos años, es probable que se documenten casos humanos de caquexia crónica asociada con el consumo de carne contaminada. También es muy posible que la cifra de casos humanos sea importante, en vez de incidencias aisladas”.  

Osterholm comparó CWD con la “enfermedad de las vacas locas”, otra afección causada por priones y que, durante las décadas de 1980 y 1990, mató a más de 150 personas en el Reino Unido, pese a que, al principio, muchos dudaron de que pudiera transmitirse a los humanos. 

¿Qué precauciones debemos tener?  

Si CWD es capaz de afectar a los humanos, la vía de contagio más factible es el consumo de carne de venado infectada. USA Today informó que, según datos de la organización Alliance for Public Wildlife, cada año se consumen entre 7,000 y 15,000 animales infectados con CWD, y esa cifra podría aumentar.  

Los CDC recomiendan que los cazadores no maten, manipulen ni coman carne de venados que parezcan enfermos o actúen de manera extraña. La dependencia gubernamental aconseja que quienes decidan consumir carne de venado la sometan a pruebas antes de ingerirla. (newsweekespanol)