¿Será que Honduras es narco-estado?

Por Israel Romero Puerto

Juris Doctor (Jurista Internacional), PhD
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En algunas cosas soy papo. ¡Y en otras me hago! Pero cuando en Atlanta detienen una carga de cocaína procedente de Tegucigalpa dentro de artesanía, otros son los papos.

Recientemente detuvieron en Europa un cargamento de café hondureño con toneladas de cocaína camuflada entre el café. En Honduras se trató de dorar la píldora diciendo que el cargamento había hecho escala en Costa Rica, sembrando la duda entre los majes.

En las mismas ediciones periodísticas donde aparecen esas noticias también salen otros reportajes asegurando que Honduras destruyó 10 narco-pistas este año, y que en total han destruido 239. No dicen que los delincuentes las rellenan al día siguiente para reciclaje.

FUSINA detona dinamita y hacen cráteres de hasta 10 M. de ancho por 10 de profundidad. Pero en Choloma, las narco-avionetas aterrizan en sembrados de caña, ahorrando dinamita al gobierno. Los cholomeños son buena gente.

Dato curioso: en 2018 Honduras decomisó 8.7 toneladas de cocaína procedente de Colombia, del millón de toneladas que transitan por territorio nacional. El resto sigue su ruta a Guatemala. Y de allí a Estados Unidos.

En 2018, Honduras descubrió y destruyó 112,000 plantas de coca, del millón de plantas que se cultivan en el país. Destruyó 753,762 plantas de marihuana, de los 10 millones que se cultivan desde hace unos veinte años.

Con la política de Trump, los traficantes que operan en Honduras están en Heaven. Hay una ley que permite derribar narco-aviones, pero desde que entró en vigencia no se ha derribado ni uno. Honduras no tiene aviones o helicópteros artillados para hacerlo.

LAS HORAS DE MADURO ESTAN CONTADAS
El problema en Venezuela se ha agudizado, especialmente por las muertes causadas por el gobierno de Maduro, tratando de evitar la entrada de ayuda humanitaria a suelo venezolano, consistente en comida y medicinas. Maduro dice que “no somos pordioseros”, pero sus habitantes se mueren de hambre.

Es duro ver imágenes de venezolanos buscando desperdicios de comida entre la basura, en un país segundo en producción de petróleo, primero en hierro, y entre los primeros en oro y diamantes. Pero la corrupción del gobierno no da ni migajas a su pueblo.

Mike Pompeo, canciller gringo ha dicho que los días de Maduro están contados, pero la forma en que aseguró caerá es pírrica y miserable. Dijo que el pueblo venezolano lo botará. Todos esperábamos que dijera que los gringos llegarían a echarlo.

Esto último jamás sucederá mientras Trump sea presidente. El presidente ruso Putin le dijo a Trump que dejara en paz a Maduro, y eso es una orden para Trump. Rusia envió ayuda, y fue recibida inmediatamente. Se la dan solo a los incondicionales de Maduro.

En vez de solucionar los graves problemas que Estados Unidos tiene, Trump sigue persiguiendo un ilusorio premio Nobel de la Paz. Ese es su objetivo al ir a Hanoi a reunirse nuevamente con el norcoreano Kim Jung-Un.

Para Estados Unidos, esa reunión no tiene sentido ni internacionalmente, ni políticamente, ni económicamente. El Congreso no sabe a qué va Trump. No tiene la agenda ni el contenido de la misma, si es que existe. Solo va a llorar a Kim ayuda para el “Nobel”.

El problema creado por Trump con el tema del muro es promesa de campaña política. Si lo construye no resolverá nada. El “Chapo” y sus sucesores meten droga en submarinos, en barcos y en aviones, además de usar los puestos fronterizos.

En las aduanas terrestres, Estados Unidos solo chequea vehículos en forma antojadiza, si un oficial sospecha. Los demás entran como Pedro por su casa. Los traficantes mandan 10,000 vehículos cargados de droga diariamente. Cien son detenidos. Los otros pasan.

El mayor problema: los vehículos que salen de Estados Unidos no son chequeados, y muchos van rellenos de dólares para pagar la droga en México. Pero el ignorante de Trump cree que lo sabe todo.

Conclusión. Cuando se anunció que Honduras es un narco-estado, desde años atrás ya lo era, y sigue siendo el bastión principal de los narcos colombianos y mexicanos. Si Trump quiere pararlos tendrá que construir un muro en el mar, y otro en el aire.