Diana Arriaga: Una leyenda del baloncesto…

“Quiero llegar hasta la final…”

El torneo de la Solidaridad se realizará el próximo viernes 15 de marzo, en el Coliseum Nacional de Ingenieros, organizado por el Equipo Cybex. La entrada cuesta 20 lempiras al público en general; también se estarán vendiendo kits deportivos para apoyar a esta a noble deportista.

La pasión de Diana Arriaga siempre fue el baloncesto, un deporte que comenzó a practicar a los 11 años y que le dio muchas glorias durante décadas. Hoy esta increíble y decidida atleta, juega uno de sus más importantes partidos: contra el cáncer de colon.

Sus amigos atletas y familiares la definen como una guerrera, una mujer incansable, dispuesta siempre a triunfar, pues para eso entrenó durante años, para competir y ganar, solo que esta vez la cancha es diferente y los tiempos de prueba más duros.
Sin embargo, el cáncer se presentó en su vida como un enemigo al que hay que liquidar, haciendo sus mejores fintas de vote, para eludirlo, llegar a la canasta y encestar. Y eso es lo que esta basquetbolista está haciendo, luchar cada día, sabiendo que este partido debe ganarlo con mucha decisión.

Las habilidades de Diana la convirtieron en una pieza fundamental en el baloncesto femenino nacional, pero ahora su lucha es contra una enfermedad cruel y despiadada; sin embargo, ella está dando el todo, para salir triunfante. ¿Quién realmente es Diana y cómo logró convertirse en la mejor basquetbolista juvenil de Centroamérica, en su adolescencia y luego, una leyenda del básquetbol femenino hondureño? Que nos diga ella misma.

—¿Cuándo descubrió su pasión por el baloncesto?
Me inicié en este deporte a los 11 años, gracias a la inspiración de mis hermanas Aída, Nora, Marlene y Any Arriaga. Debuté como entrenadora a la edad de 25 años y he dedicado toda mi vida a esta disciplina deportiva. Mi pasión es el básquetbol, soy maestra de educación física, entrenadora de las categorías B y C del baloncesto femenino. Gracias a Dios engrandecí el nombre de Honduras cada vez que participaba en competencias, junto a mis compañeras, los equipos y las selecciones siempre triunfamos.

—¿Qué marcó su vida, como deportista?
La etapa que más ha marcado mi vida fue cuando jugaba en el gimnasio Rubén Callejas Valentine y un torneo juvenil centroamericano que tuvimos en 1982 en Nicaragua, jugando tres partidos en menos de 24 horas, cuando se formó un triple empate en la final con Guatemala, Panamá y Honduras.

—¿Cómo se eligió al ganador?
Era un torneo juvenil, donde surgió un triple empate y se hacia una rifa para ver quién jugaba primero y el otro equipo, solo esperaba al otro finalista. Salimos afortunadas al jugar contra Panamá y Guatemala, solo esperó a las glorias hondureñas, ya que era el equipo a vencer. Les ganamos y nos coronamos campeonas.

–¿Era entonces más fácil practicar ese deporte?
Teníamos muchas dificultades, ya que nunca nos apoyaron, recuerdo que el uniforme era con números de cuerina y a nosotros nos tocaba bordarlos, en ese momento el único apoyo que tuvimos fue confites Venus, su propietario era “Cocoy (Jorge) Abudoj” y como entrenador llevábamos a Gustavo Salgado y a Juan Barahona, (QDDG).

—¿Viene de una familia de deportistas?
Mi familia es netamente basquetbolista, todas mis hermanas fueron seleccionadas y con ellas compartí selecciones juveniles; con mi hermana Aída Arriaga, solo jugué en contra, nunca en el mismo equipo, las dos participamos en la Liga Bancaria, éramos buenas y ahí medíamos quién era más Arriaga. Yo reforzaba al Banco Atlántida y ella a Banhcasa.

—¿Y sus mejores partidos?
Ah, esos fueron cuando jugábamos en el gGimnasio Rubén Callejas Valentine, pero desgraciadamente, desde que se inundó, el baloncesto se ha venido abajo; los entrenamientos eran en La Isla, y los torneos se jugaban en El Guanacaste, El Obelisco, La Leona y en el Club Árabe, ubicado en ese tiempo en La Reforma.

–¿Quién la motivó a jugar baloncesto?
Mis hermanas, ellas jugaban a escondidas, ya que mis padres, en su ignorancia, decían que era una pérdida de tiempo. Ellos eran dos campesinos humildes que se abrieron paso en la capital; mi primer uniforme me lo regalaron mis hermanas, ellas me lo hicieron.

—¿Pero, usted no solo baloncesto jugó?
Pues le cuento, que primero fui seleccionada de fútbol, balón mano y softball, pero me incliné más al baloncesto, tomándolo, como una pasión, hasta convertirme en una leyenda del baloncesto de Honduras.

–¿Cuál fue su mayor logro?

Claudia Sauceda, Gladys Flores, Diana Arriaga, Aída Arriaga y Lizeth Asise.

Mi mayor logro y recuerdo fue ser ganadora del MVP Centroamericano (Most Valuable Player), que es el mejor premio para un basquetbolista. No es fácil ser la mejor jugadora juvenil de Centroamérica y más con el potencial que había en Guatemala, Costa Rica, El Salvador; con mis hermanas jugué mucho tiempo en varios torneos. He sido deportista toda la vida. Esta disciplina me ha dado muy buenas amigas, como: Lizeth Asise, con quien tengo muchas anécdotas que me hacen recordar los bonitos momentos en el baloncesto; Gladys Flores, con quien pasé momentos duros, igual a los que que yo estoy viviendo ahora, y Claudia Sauceda, una bella persona con la que hemos vivido momentos inolvidables”.

–¿Cuál fue su mayor aspiración, como jugadora?
Mi mayor aspiración era jugar en la NBA, no lo logré, pero sigo luchando porque alguna de mis alumnas llegue a cumplir ese sueño y ponga el nombre de Honduras en lo alto.

–¿En que equipos jugo baloncesto?
Olimpia, Venus, Barjum, Nacional de Ingenieros, Bodegón de la Cerámica y Cybex, además fui seleccionada, representé y puse en alto a mi bello país Honduras.

—¿Qué recuerdos tiene con Indira Murillo?
Infinidad de momentos bonitos con Indira. Era una persona amigable, carismática, recuerdo una vez que fuimos a un torneo de baloncesto a Cuba, en un juego que María del Carmen Coello se fue a duelo con una cubana y ella comenzó a pelear, Indira llegó a calmar el ambiente. Pasamos muy bonitos momentos con Indira Murillo, ella fue una excelente amiga con la cual compartimos muchas cosas inolvidables. Me da pesar que ella se apasionó mucho con el deporte en especial el baloncesto y por el desarrollo de Honduras y ahora, que ya goza de la presencia del Señor, le quieren hacer homenajes y no es así, los homenajes se hacen en vida.

Las hermanas Arriaga son de las mejores jugadoras de básquetbol que ha tenido Honduras, según los especialistas en deportes.

—¿A usted cuándo le detectan cáncer?
En enero de este año, aunque hace solo dos meses, le cuento que ha sido duro este proceso, uno cree que cuando la vida le da todo es invencible y no es así, somos frágiles, pero tengo la fe que Dios me librará de esta dura prueba; no sé si saldré de este encuentro, porque es un partido difícil, pero tengo la fe en Dios que Él me sanará. La perseverancia hace al gran jugador, por ejemplo, en el baloncesto, que siempre tengan los entrenamientos, como que sea una final, por eso lucharé, hasta el final.

—¿Cuándo, dónde y por qué se realizará el torneo de la Solidaridad?
El torneo de la Solidaridad se realizará este viernes 15 de marzo, en el Coliseum Nacional de Ingenieros y es organizado por el equipo Cybex. La entrada al público general cuesta 20 lempiras, también se estarán vendiendo kits deportivos.

—¿Usted puso una condición para realizar este torneo?
Sí, una de mis condiciones para realizar este torneo es que no sea solo a beneficio de Diana Arriaga, sino también como apoyo a mis amigas Carolina Hernández y Gladys Flores, sobrevivientes de cáncer.

—¿Usted sigue entrenando?
Sí, actualmente soy entrenadora del equipo “Tierrosos” una liga que inicio mi amigo José Sáenz, él ha formado ligas para mantener vivo este deporte, este equipo lo conforman jóvenes del Instituto Central.

—¿Porque el 7 en el uniforme?
Según la Biblia el 7 es el número perfecto, Dios hizo el mundo en siete días, es un número sagrado; es muy especial para mí en honor a mi hijo (QDDG), él dejó un legado muy especial en mi vida.

—¿Qué frase la identifica?
No busques signos de interrogación, cuando ya Dios ha puesto punto final.

—¿Cuál es el mensaje para los jóvenes?
Muchas veces el alumno supera al maestro, les digo a los jóvenes perseveren, porque, desde el momento que lo hagan, ya están triunfando.

Diana Arriaga, leyenda del baloncesto femenino hondureño.