Trump, el gran conflicto

Por Gustavo A. Milla Bermúdez
E-mail: [email protected]

Todo el desorden social y político es por culpa del mismo hombre. Pero Dios no tendrá parte con los hombres que cometen crímenes contra la humanidad.

Los hombres todos por igual se han pervertido. ¡No hay quien haga lo bueno! ¡No hay ni siquiera uno! Su lengua es mentirosa, sus labios esconden veneno de víbora, su boca está llena de maldición y amargura, solo destrucción y miseria hay en sus caminos.

Porque no conoce que el camino del amor es la paz entre los hombres y los pueblos que formamos la humanidad de las naciones, y mucho menos, jamás tienen presente que hay que temer a Dios. Los políticos como los hombres de Estado no se dan cuenta que ellos están bajo el poder del pecado. Todo representa el gran conflicto que vive la humanidad entera. Esta es la gran pregunta del “gran conflicto” en que vive el hombre moderno en pleno desarrollo industrial y tecnológico acelerado. Pero el hombre está corriendo sin alma y conciencia humana, igual que un robot envuelto en un materialista, sin tener salida o camino para poder humanizar al hombre mismo. Porque el hombre científico solo está entregado a la cinesiología y no quiere reconocer a Dios, Él los ha abandonado a sus perversos pensamientos, para que hagan lo que no deben hacer. Están llenos de toda clase de injusticia.

Con el deshumanizado de Donald J. Trump que es un ser humano racista, narcisista, es un desaforado y desfasado mental, no tenemos esperanza por la arrogancia de ese malvado. Y nuestro orden social se fundirá lentamente como se fundieron todos los órdenes anteriores, en cuanto los soles de nuevas ideas empiecen a producir con sus rayos un nuevo ardor en los hombres. De ahí que, ese Donald J. Trump lleno de perversidad, insolente e inventa maldades y no siente respeto ni amor por los demás seres humanos, no siente compasión por nadie, no sabe lo que es amor al prójimo, es un hombre lleno de maldades y perversidades, sin freno en su corazón y su conciencia.

Trump, el gran conflicto para la humanidad entera, semejante a una bomba atómica, es un gran problema para todas las razas de la tierra. Trump, ¿por qué tanto odio, desprecio y desidia contra los migrantes latinoamericanos, si somos parte del desarrollo de los Estados Unidos de Norteamérica. Trump es el único gobernante racista en el mundo , él niega serlo pero sus hechos lo condenan.

Trump no se da cuenta que no existen razas superiores; sino inepta teoría, hecha de arcaísmos repugnantes, que ha sido arrinconada por la ciencia, en el rincón de los tráfagos inútiles; hoy no profesan sino los ignorantes y la creen sino los necios; el hombre es uno; todos iguales, todos producto animal, de gelatina amorfa que forma las entrañas del planeta.

En vano el orgullo del estulto, ensayos para negar el oscuro pasado de cuadrumanos, su gran abolengo de antropoides migratorios, del Océano Índico a las mesetas de Irán, y a los tranquilos valles del Tibet: el Ramayana, la Biblia India, no consagra el brazo de Ramana, con el mono Hanauman; ¿es el universo lazo de todos los seres vivientes? No hay diversas humanidades, señor Trump, no hay sino la humanidad, el hombre ser racional pensante, que vive, piensa y sueña; el mismo desde el caníbal antropófago de la nueva Guinea, al bello animal rubio hiperbóreo, como llama Nietzsche al germano disidente de los dicocéfalos.

Trump, usted va a proclamar la ley del contagio, del odio y del racismo, como postulado de ética y resolutivo en los problemas de la política de Estado.

Trump, no se da cuenta que condena a Nicolás Maduro, porque él está haciendo lo mismo a los migrantes de América Latina.

Los mismos crímenes contra el pueblo de Venezuela, al igual que Daniel Ortega en Nicaragua, pueblo que lucha por su libertad y por sus vidas, que están emigrando de sus países, saliendo familias enteras, buscando un futuro mejor para ellos. La cosecha del malvado es el pecado. No te enojes por causa de los malvados, ni sientas envidia de los perversos. Pon tus actos en las manos del Señor y tus planos se realizarán, acuérdate que el bautismo no consiste en limpiar el cuerpo, sino en pedirle a Dios una conciencia limpia. Amén.

Que Dios salve a Honduras.