A pocos kilómetros al noreste de la capital, existe un misterioso lugar que, según vecinos, “está embrujado” desde hace muchos años y afirman que ocurren fenómenos paranormales.
El Cerro Brujo, como se le llama, se ubica entre las colonias El Sitio y Estados Unidos y algunas historias que se cuentan son como salidas de películas de terror.
LA TRIBUNA se adentró al lugar en busca de esas historias y vivir la sensación de recorrerlo, debido a que muchos sostienen que han notado la presencia de fuerzas oscuras.
“A veces me chiflan de afuera y no es nadie, y el otro día eran como la 1:00 de la mañana y la puerta del baño se abrió sola, dicen que eso es de siempre”, manifestó un guardia que cuida el tanque de agua que abastece a las colonias El Molinón y La Florida.
Relató que por las noches le tocan el portón y mira una persona que se cruza de un lado a otro en el terreno.
“Se me eriza la piel y siento miedo solo de recordarlo”, dijo el celador mientras observaba hacia el cerro.
Otra vecina narró que cuando era niña, algunos vecinos hace unos años miraron que un enorme árbol había caído y al subir para ver qué ocurría, no observaron nada.
Una enorme bandera blanca que flamea en lo alto del cerro llama la atención de todos los que pasan.
LA HISTORIA DE PAULA SIERRA
Sobre ese cerro se dice que suceden muchos eventos extraños, que hace que no sea muy visitado por personas que les gusta escalar montañas.
Otros creen que lo que sucede es pura imaginación de la gente, pero muchos dicen que en el Cerro Brujo se escuchan cosas que atemorizan a quienes lo visitan y se ven seres paranormales.
También se dice que ese cerro es un volcán inactivo y por eso nunca se ha podido construir nada en las faldas del mismo.
Por muchos años, de boca en boca se ha contado la historia de Paula Sierra Amaya, quien según la leyenda, cuando era niña vivió una horrible experiencia.
Los que han vivido cerca del cerro narran que Paula Sierra llegaba desde Santa Lucía junto a su padre a comprar ganado y que en cierta ocasión, del cerro bajaba una inmensa bola de fuego que cayó a la tierra provocando un estallido.
Comentan que el padre de Paula Sierra decía que eso era la tentación, que sale en los lugares donde las personas hacen pacto con el Diablo.
El cuerpo de Paula estaba completamente erizado y adormecido. A los pocos días de eso se enfermó con fiebre muy alta y que solo se curó cuando le echaron agua bendita.
LE SACAN CARRERA A PERIODISTAS
También se dice que un grupo de periodistas quisieron explorar la zona por los supuestos hechos paranormales y lo hicieron en horas de la noche acompañados por militares y vecinos del lugar, por lo que seguidamente empezaron a sentir escalofríos que les estremecía todo el cuerpo y las agujas de los relojes se detuvieron.
Otro relato indica que en varias ocasiones ha intentado deshacerlo para lotificarlo, pero ha sido imposible, ya que distintas circunstancias lo han impedido.
Se dice que hace varios años estaban abriendo una calle para comenzar los trabajos de terrecería y una noche, el hombre que manejaba el tractor y otros más se quedaron trabajando hasta tarde, pero mientras avanzaban,
vio aparecer de la nada a un niño corriendo frente a su pesada máquina, aunque otros afirman que era un hombre sin cabeza y debido a ese hecho el maquinista quedó loco.
Algunos valientes que han subido, indican que en la parte más alta del cerro hay un agujero y que a las 12:00 de la noche emana un fuerte olor a azufre.
Con todo, son diversos los relatos en torno al Cerro Brujo que con el pasar los años, muchos creen que en efecto es una realidad y que lo mejor es evitar subir a él y pasarlo de lejos. (Rosa Pineda/ Josué García).
