Día Mundial del Agua

Por Carolina Alduvín

La ONU ha designado desde 1993, el 22 de marzo el día para que en todo el mundo se llame la atención sobre la importancia del agua dulce y de la gestión sostenible de este recurso. Por lo que hace una invitación a los estados para celebrar en su contexto nacional, actividades concretas para fomentar la conciencia entre la población, a través de producir y difundir documentales, organizar conferencias y programas relacionados con la conservación, uso adecuado y desarrollo de infraestructura para distribuir agua potable a cada habitante del planeta, sin distinción de nivel socioeconómico, raza, género o condición de discapacidad.

Si el agua es adecuada para el suministro, generalmente se establece en términos de cantidad de líquido disponible para un uso específico; se presta especial atención durante las sequías y muchas veces se olvida que la calidad del agua es tan importante como su cantidad, desde la potable y de uso industrial, hasta la que se usa en agricultura, enfriamiento y navegación. La gestión de la calidad del agua no es fácil, si se permite que la misma se deteriore por debajo de lo establecido para cada uso, con toda seguridad su disponibilidad se reducirá.

En Honduras, la Academia Nacional de Ciencias, se ha encargado de preparar para la fecha, la presentación del libro Calidad del Agua en las Américas: Riesgos y Oportunidades, una iniciativa unificada de las academias de ciencias de 21 países del continente, resultado del trabajo en equipo de 148 autores, todos expertos en diferentes aspectos de las ciencias del agua, encabezado por el Programa del Agua de la Red Interamericana de Academias de Ciencias (IANAS). El objetivo de esta iniciativa es identificar y analizar problemas específicos de la calidad del agua y brindar recomendaciones para su mejor gestión. Realiza una evaluación de la calidad de las aguas superficiales y subterráneas, más su impacto en el consumo humano, la agricultura y los servicios ecosistémicos de cada país.

Los autores del capítulo de Honduras son los ingenieros: Marco Antonio Blair miembro de la Academia; Pedro Ortiz, secretario de la CONASA y Luis Romero, coordinador técnico de CONASA y la licenciada en Química y Farmacia Mirna Argueta, directora nacional de Calidad de Agua del SANAA. Ellos exponen como principales problemas de la calidad del agua: la deforestación tanto legal como clandestina; las descargas de aguas residuales, la eutrofización, los contaminantes naturales, los agroquímicos, los metales pesados, la salinización, la lixiviación en aguas subterráneas, la contaminación emergente, los nanomateriales, el servicio racionado y las deficiencias de presión. Analiza el marco legal contenido en la Constitución de la República, la Ley General del Ambiente y sus Reglamentos, el Código de Salud, el Reglamento de Salud Ambiental, la Ley Marco de Agua Potable y Saneamiento y su Reglamento, la Norma Técnica Nacional para la Calidad de Agua Potable y las Normas Técnicas de Descargas de Aguas Residuales a Cuerpos Receptores y Alcantarillado Sanitario.

También elaboran recomendaciones para cumplir el Objetivo de Desarrollo Sostenible del Milenio 6, el acceso a agua potable y saneamiento, que sigue siendo uno de los grandes retos que enfrenta Honduras, donde miles de habitantes siguen sin tener acceso a fuentes seguras para consumo humano y carecen de servicios de saneamiento dignos. Abarca el acceso universal y equitativo al agua de beber segura y asequible; el acceso al saneamiento e higiene adecuados y equitativos; mejorar la calidad del agua al reducir la contaminación; aumentar la eficiencia del uso del agua; el manejo integrado de los recursos hídricos en todos los niveles; proteger y restaurar los ecosistemas fuentes de agua; expandir la cooperación internacional y el desarrollo de capacidades y el apoyo a la participación y fortalecimiento de las comunidades locales.

Reporta experiencias exitosas: los planes de restauración y protección de cuencas; experiencias piloto en forma de guías para responsables de las políticas; educación, capacitación y conciencia pública; asociaciones entre empresas de agua y mancomunidades. El país ha logrado avances en la cobertura de los servicios, estimadas en 85.2% para el acceso a agua potable y 55% para el acceso a saneamiento. Deben hacerse esfuerzos adicionales para sostener los logros y completar tareas pendientes para evitar desfases en el futuro y el desarrollo de nuevas obras.