Lucila Gamero de Medina y su presencia en la comunidad universitaria

Águeda Chávez García1
Karen Gissel Valladares2
Imagen recuperada de: Repositorio documental Lilkaya, UNAH. Pensativa, 1930

Introducción
A mediados del 2013 la Universidad Nacional Autónoma de Honduras Tecnológico de Danlí por mandato de la vicerrectora académica inició con las gestiones para celebrar el Año Académico Lucila Gamero de Medina 2014, nombre de “La dama de las letras hondureñas”. El Comité Organizador del Centro Regional, de la mano de la comunidad universitaria, a lo largo del año académico realizó diversas actividades encaminadas a resaltar la vida ejemplar y la labor literaria de la escritora hondureña de origen danlidense, pero que trascendió fronteras con sus obras alcanzando la admiración, el respeto y el apoyo para la publicación de sus obras fuera de Honduras. Es así que en este marco académico se realizaron conversatorios y conferencias con intelectuales versados en el tema, también se realizó la obra de teatro “Aída” adaptación de la novela homónima de Gamero de Medina publicada en 19483. Se plasmó, asimismo, una obra pictórica permanente en las instalaciones del Centro Regional que forma parte del panorama y de los insumos para la asignatura de Español.

En este trabajo destacamos a la escritora como modelo de intelectualidad a través del legado en su prolífica obra escrita, objeto de una ingente cantidad de estudios en diferentes países; asimismo, se destaca el recorrido de la obra pictórica en la que sobresale una cantidad importante de elementos simbólicos alrededor de la vida personal, intelectual, social y literaria de Gamero de Medina. De igual forma, extraeremos las relaciones de la literatura con otras artes como el teatro y la pintura; del mismo modo que podemos considerar a un libro como una obra exquisita, así una obra de arte puede ser un libro en sí, solo que escrito con signos distintos al código alfabético; no en vano la relación entra pintura y literatura constituyen una rica tradición remontada a la antigüedad clásica llegándolas a denominar “artes hermanas”. (Gilman 2000).

Obra pictórica derivada del Año Académico 2014- UNAH.

1. La escritora como modelo de intelectualidad
Lucila Gamero de Medina es una de las escritoras hispanoamericanas más destacadas de la historiografía literaria de finales del siglo XIX, constituye el grupo de las mujeres pioneras en la literatura latinoamericana después del grito de independencia. Al respecto (Serafín, 2014) resalta que “emblemática es su actividad por ser la primera real escritora de Honduras, promotora del feminismo en el país”.

Gamero fue una mujer polifacética, escritora, madre de familia y, además, con mucho esmero y dedicación ejerció empíricamente como médica y doctora en farmacia, gracias a la instrucción de su padre, ya que no tuvo la misma suerte de estudiar como lo hacían los varones en esa época, sin duda, desigualdad que desde joven marcó su pensamiento. Umaña (2007) se refiere a este punto:

El número de las mujeres novelistas es nimio. (…) Sin embargo, la iniciadora de la novela fue: Lucila Gamero de Medina. Este hecho, a pesar de las pruebas documentales, se ha negado o soslayado en diversos estudios sobre la literatura hondureña. Pero ella no sólo fue pionera. Su continuado trabajo la convirtió en una de las autoras más prolíficas del país. Y de la más conscientes sobre puntos torrefactos del entorno. Especialmente: llamó la atención sobre la situación de desventaja de la mujer con relación al hombre y de la importancia de la educación como requisito indispensable para que asumiera un papel más efectivo y protagónico en el desarrollo social (pág. 67).

La autora nació en Danlí, el 12 de junio 1873, años antes de que inicia la Reforma Liberal impulsada por Marco Aurelio Soto, por lo que su obra evidencia una profunda crítica a la vida social y política de la época. Radicó durante muchos años en México donde publicó la mayor parte de su obra. Procreó dos hijos. Muere en la misma ciudad a los 91 años el 23 de enero de 1964, sus restos reposan en el cementerio “El Calvario” de carácter privado4. Posee una lápida funcional en donde se aprecia un libro abierto; en una página, su nombre, y en la otra, el final de Blanca Olmedo: ¡Oh pueblos, oh Justicia, Oh religión!

La primera novela publicada por Gamero de Medina fue “Amelia Montiel” en 1892, socializada por capítulos en el semanal “El Pensamiento” dirigido por el escritor y su amigo personal Froylán Turcios. A esta le suceden seis novelas más5 y una cantidad importante de cuentos, asimismo, otras obras que no logró publicar. En palabras de Serafín:

Lucila Gamero de Medina dedica toda su vida a señalar vías alternativas para solucionar antiguos problemas, reivindicando ante todo el derecho a la libertad de pensamiento, la educación laica, la independencia económica, la igualdad entre sexos (…) son todas condiciones indispensables para establecer la igualdad de derechos y deberes entre hombres y mujeres, pues la ausencia de dicha condición siempre le perjudicó. (Ídem)
Se distinguió como miembro del Ateneo de El Salvador y del Comité Femenino Panamericano con sede en Estados Unidos; fue parte de varias asociaciones literarias de Centro América en donde tuvo una destacada participación; también fue miembro correspondiente de la Academia Hondureña de la Lengua. Para resaltar su aporte intelectual, varios son las expresiones que se han consolidado repitiéndose con aire de orgullo por los hondureños como la expresada por Luis Mariñas Otero: “La gran dama de las letras hondureñas”. Froylán Turcios dijo: “Es la mujer de más talento que posee Honduras, y este es su mejor elogio tratándose de un país donde no hay mujeres tontas” y “Lucila Gamero de Medina está ya consagrada por la gloria”, expresado por Antonio Medrado, nicaragüense. Para Óscar Acosta, “una mujer fuera de serie”. (cf. Nery Gaitán, en prensa. 2014). Para Juan Ramón Martínez fue una mujer que rompió los moldes literarios elaborados únicamente para los varones:

El atreverse a publicar cuentos y novelas, mientras las mujeres de su tiempo estaban llamadas al bordado, a la obediencia del marido y al cuidado de los hijos, rompió el mito que nadie se había atrevido antes. Froylán Turcios que es el primero que valora sus méritos, los reconoce hidalgamente, aunque se quedó corto – y no pudo anticipar – el efecto que tendría en la literatura hondureña, su figura altiva y retadora en Danlí y su talento esclarecido compitiendo con lo mejor que se escribía en Honduras en aquellos tiempos (Martínez, 2016).

Ríos de tinta se han invertido en admirar, analizar y honrar la labor intelectual de esta mujer insigne de Honduras. El estudio de su obra, publicada dentro y fuera de las fronteras, es fuente inagotable del saber, lo que enorgullece y enaltece las letras de nuestra patria.

Estudiantes de la asignatura de Español en una clase ante el mural

2. Descripción del mural
Esta obra se encuentra en la entrada principal del edifico 1 del Centro Regional Universitario de la UNAH en Danlí, la cual fue contextualizada y dirigida por el artista plástico nacional David Paz. La obra tiene un valor académico, sensitivo y social para la comunidad universitaria. Para la descripción del mural se contó con la colaboración del artistaPaz6, quien deja establecido que pueden hacerse más interpretaciones de cada elemento, sin embargo, el parte de una visión inicial resultado del constructo contextualizado con la investigación previa de la vida y obra de la escritora.

En primera instancia, esta obra es de una técnica mixta, esto significa que hay combinación de óleo, de todas las técnicas es la que más tiene perdurabilidad y combinado también se encuentra la técnica de acrílico en muchas partes, especialmente en las figuras secundarias. Se detallará por bloques recorriendo el mural de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo:
a) En la parte superior tiene un fondo guachado, difuminado que no absorbe la figura principal de Lucila Gamero de Medina, después viene una rama de olivo que tiene mucha relación con las glorias en el mundo antiguo donde se utilizó muchopara destacar esas figuras muy emblemáticas de la historia y una forma también de dar a conocer la sapiencia de personajes históricos, luego se ve la pluma y el tintero que simboliza la ardua labor que tenía Gamero de Medina para escribir sus obras, pues no era fácil en ese entonces escribir ríos de tinta y escribir con la plumilla propio de la época.
b) Los colores que están al fondo le darán el ambiente a “la dama de las letras” quién tiene un vestido clásico; muy importante los tejidos en esa época. Resaltan los bordados con mucho detalle, a pesar de que es una pintura mural, se puede observar cómo se hacen esos detalles especialmente en el cuello. Esta representación es una de las pinturas clásicas que tiene Lucila Gamero de Medina que quisimos emular acá y de gran tamaño que no se compara a los demás rostros que están plasmados porque se quiso darle la preponderancia única y necesaria.

c) En el extremo superior izquierdo se ven varios de los libros, esto es bastante simbólico, pues en su formación se nutrió de libros de medicina: leyó mucho, de hecho trabajó la medicina en cuanto a la preparación de los medicamentos, pero también leyó de ciencia, de filosofía, literatura lógicamente, anatomía que, sin duda, ayudaron a su formación integral. Luego, todos estos elementos generan unas tramas de color hasta el fondo de izquierda a derecha del mural, y todas las letras que aparecen en la retícula de la materia prima, donde la literatura se nutre de la litera como decían los griegos; insumo para escribir y evidenciar en sus obras, especialmente esas figuras retóricas que tanto detona en sus escritos.

d) Se observa una aguja que va hilvanando cada parte del tiempo, este es otro elemento simbólico que permite ir tejiendo cada época, a pesar de que ella escribió en diferentes momentos y contextos este es un elemento gráfico de unidad en la variedad que es uno de los elementos de la composición plástica. Aun cuando hay diferentes elementos pictóricos en el mural, el hilván los une de inicio a fin.

e) La lámpara siempre ha sido relacionada con el conocimiento, con la luz, y en una de las primeras escenas se observa también el punto focal. Es este punto focal se determina el mapa de Danlí, que aunque muchos piensan que debería ser el mapa de Honduras, pero por el contexto no se hizo así; también, muy cerca,hay unas mujeres con sus alas de mariposa que se están liberando, emancipandode la cadena que tiran, metafóricamente, algunos hombres usando redes para detener a las mujeres de sus aspiraciones; ellas van aspirando a la luz y eso para hacer una emulación al lema de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. Los colores inician de frío a colores cálidos, y eso significa el cambio que ha habido con las mujeres: la liberación femenina en muchos sentidos. La mujer embarazada que se observa atada a un corazón, simboliza las decisiones difíciles al abandonar ese nicho de confort. También se visualiza a un sacerdote a la expectativa de las reacciones femeninas, aspecto que se plasma ensus obras.

f) En la parte superior y central se encuentran la imagen de varias portadas de suslibros como diferentes ventanaspara recordarsu abundante creación literaria: La secretaria, El dolor de amar, Blanca Olmedo, etc. También se ha destacado varias de las escenas que se representaron en la obra de teatro “Aída” en este año 2014.

g) En la parte inferior, desprendida de las figuras de las mujeres prestas a liberarse, se observa una mano que está sosteniendo la balanza, elementosimbólico de la equidad de género. Y se encuentra, al extremo derecho,otro hombre con grilletesque está lanzando cadenas, es decir, que desde diferentes ángulos la mujer fue atacada. En el fondo va dándose un poco de policromía al lado derecho y en el izquierdo la monocromía y esta está siempre relacionada con los tiempos antiguos que se va dinamizando el color

h) En la parte superior derecha se encuentra un reloj que simboliza el tiempo que va pasando; es un ojo completo, pero en sí la niña del ojo es un reloj y hay una mano tratando de detener el tiempo, y esto, pues, simboliza la acción de algunas personas por tratar de evitar el avance que está ocurriendo hay una idea de mantener el estatus quo, dando la idea de mantener las situaciones.

i) En la parte inferior derecha hay composiciones de la vida de Lucila Gamero. No podía faltar el cerro San Cristóbal, ícono de Danlí haciendo contexto en el pie del cerro las figuras de dos caballos, simbolizando la vida campestre que pasó la escritora, vida que se plasma en sus creaciones.
j) Otro elemento importante es el árbol, al final del extremo derecho, que tiene un aspecto de hojas marchitas, sin esperanza, sin embargo, está unido aun al río de la literatura representado por letras dispersas; se encuentran en sus raíces los nombres de las obras, Al árbol se le ha plasmado el rostro de mujer que emerge del tronco porque la literatura en Honduras tiene rostro de mujer, y ese rostro es precisamente, el rostro de Lucila Gamero de Medina.

A más de un siglo de la publicación de la primera novela hondureña de Lucila Gamero de Medina se siguen sumando los tributos a este insigne personaje literario desde la UNAH, a través del Año Académico en su honor que, sin lugar a dudas, ha sido uno de los más resaltados con una cantidad importante de actividades las cuales han cito punta de lanza para otras. La obra pictórica “Vida y obra de Lucila Gamero de Medina” cargada de elementos simbólicos es una de las más simbólicas, pues ha quedado plasmado como parte fundamental del inventario del Centro Regional en Danlí, cuna de la narradora.

Referencias bibliográficas
E.B. Gilman, et al. Literatura y pintura. Arco/Libros: Madrid. 2000.
Gaitán, Nery Alexis. (18 de mayo, 2014) Lucila Gamero de Medina en su condición de libre-pensadora. La Tribuna.
Consultado en: http://archivos.latribuna.hn/2014/05/18/lucila-gamero-de-medina-en-su-condicion-de-libre-pensadora/

Martínez, J. R. (18 de junio de 2016). Lucila Gamero de Medina, forjadora de la identidad nacional. La Tribuna. Consultado en: http://archivos.latribuna.hn/2016/06/18/lucila-gamero-medina-forjadora-la-identidad-nacional/
Umaña, H. (2007). Panorama de la novelística hondureña. Revista de la Academia Hondureña de la Lengua, N. 17. Págs. 75-85.
Serafin, S. (2014). Blanca Olmedo: Una nueva autonomía de pensamiento y estética en la novela de Lucila Gamero de Medina. Salerno: Arcoíris