Comunicado personal del Reverendo Mario Fumero

Por este medio el que suscribe, en calidad de ministro del evangelio, perteneciente a las Asambleas de Dios, y fundador de la Asociación Brigadas de Amor Cristiano y Proyecto Victoria, después de un profundo estudio bíblico, escatológico e histórico, hace del conocimiento de la opinión pública en general su posición frente a la problemática desatada en relación al involucramiento de unos pocos líderes evangélicos en política, y declara:
1- Que los pastores, llamados a predicar y pastorear, no deben participar en políticas, a menos que renuncien al ministerio. Que todos los miembros de la iglesia deben gozar de la libertad para asociarse y participar en política con el partido de su preferencia, siempre y cuando defiendan los valores morales y espirituales, y mantenga un buen testimonio, pero debemos de aclarar que no apoyamos un partido político con el “título” de evangélico.
2- Que los pastores debemos defender el estado laico, y luchar para que no se quite el artículo 77 de la Constitución de Honduras, y estar alerta frente a las influencias de la ideología del género y de los movimientos LGTB, los cuales van a tratar de imponer su ideología en nuestra nación.
3- Que, como profetas, debemos señalar por la Palabra de Dios la injusticia y la inmoralidad, y no ser partícipe de la amistad con el mundo (Santiago 4:4), ni permitir que el púlpito se use para fines ajenos a la proclamación del Evangelio y el Nuevo Nacimiento (Juan 3:3-7), transformando al hombre. Es utópico y absurdo el esperar que por medio de la ley e imposición, la gente deje de pecar (Gálatas 3:11).
4- Que es un deber orar por nuestras autoridades (1 Timoteo2:1-3), y respetar las leyes, siempre y cuando no atenten contra nuestros principios morales (Hechos 5:29), y ejercer los derechos ciudadanos no usando el púlpito para señalamientos políticos.
Recomendamos a nuestros líderes, y a todos los que conozcan la Palabra de Dios, que mantengamos los principios de un reino dentro de otro reino (Juan 18:36), y como líderes de la obra, no debemos participar de las obras de las tinieblas (Efesios 5:11), ni podemos servir a dos señores (Mateo 6:24), así como tampoco inmiscuirnos en los negocios de este mundo (2 Timoteo 2:4).
Mario E. Fumero
Tegucigalpa, M.D.C.