Suerte te dé Dios, que el saber nada te importe

OM
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7 de enero de 2020
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12:33 am
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Suerte te dé Dios, que el saber nada te importe

Las alianzas: ¿una espada de Damocles?

Por Boris Zelaya Rubí

Así reza el refrán, refiriendo a que la suerte es más importante que la formación, el trabajo y la disciplina. Solo el azar es responsable del éxito, según la sabiduría popular. Hoy más que nunca los ciudadanos que queremos a Honduras sin importar ideologías ni colores políticos debemos de unirnos en un solo haz de lucha para recuperar la nación de las garras del crimen organizado. (Crítico anónimo).

Se vuelve imposible discutir con aquellos que consideran el destino de todo ser humano, manejado por fuerzas divinas de las cuales no se encuentra explicación. Nos centraremos en una frase popular que dice: ¿quiéres oír a Dios riéndose a carcajadas? ¡cuéntale tus planes! Conocimos a varias personas que, teniendo una preparación académica extraordinaria, maestrías, doctorados e infinidad de estudios sobre diversos temas sociales, que nunca lograron una importante posición en el ámbito gubernamental y no pasaron de ser peones mal pagados y extremadamente obedientes de los grandes empresarios de nuestro patio.

Contrario a lo anteriormente expresado, hemos observado en el transcurso de la nueva era democrática, a personajes cuya única gracia ha sido pertenecer a los grupos de confianza de un mandatario, convertirse en ministros de Educación siendo ingenieros, ministros de Economía, titulados como doctores en farmacia y para no seguir enumerando a tantos “suertudos”, el colmo ha sido que han llegado a presidentes, con solo haber cursado estudios de educación media y otros la primaria, pero adornados con varios diplomas en el exterior. O sea: ¡Suerte te dé Dios y el saber poco te importe! Para continuar con el tema que nos ocupa, hay que diferenciar a aquellos que son “vivos” y la necesidad los ubica en el famoso refrán popular: “Hijos, ahí los dejo, para que el más vivo viva del más…”.

Por otra parte, hay algunos que han transitado en política enarbolando la bandera de tontos, pero con una habilidad innata para alimentar con chismes a los mandatarios (a todos les fascina). Son los llamados también lame orejas, que por su habilidad se convierten en hombres de confianza y miembros privilegiados de las llamadas argollas del presidente, gozando del poder y confianza ante los subalternos del mandatario, que hasta les tienen miedo.

Algunas viejitas de antes decían que el que nace para macetera… no pasa del corredor. A los expertos en malos augurios, les aconsejamos que no sigan con sus críticas destructivas, creyéndose poseedores de la verdad y esperando que les toquen las puertas de sus casas, para suplicarles que ocupen un cargo, en ese ínterin pueden dedicarse a escribir un libro que podría titularse así: “Mi preparación pudo haber sido lo mejor para Honduras”, “culpen de mi fracaso al sistema que no me descubrió”. Seríamos el país más desarrollado del mundo.

No se les está privando de oportunidades a jóvenes brillantes. Deben comprender que no basta con ser egresados de las mejores universidades del mundo, tienen que buscar las opciones de comparecer ante el pueblo con humildad y de ser posible, ingresar como miembro de los partidos políticos llamados emergentes, para presentar sus fórmulas y algún día, si ellos lo permiten, darle cabida en las estructuras de poder y figuren tal y como lo desean, pero criticar absolutamente todas las acciones de un presidente y su grupo de gobierno, solo demostrará su frustración.

Espero no haber lastimado a ninguno de los críticos mordaces que culpan al gobierno, hasta cuando el clima se altera o cuando un marido celoso mata a su infiel mujer. Ellos llegarán al final, en ataúdes perforados para que salgan a vomitar los gusanos que intenten comer sus envenenadas carnes por la envidia que siempre los contaminó.

De rodillas solo para orar a Dios.

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