Fuerzas Armadas 2050

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27 de noviembre de 2022
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12:34 am
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Fuerzas Armadas 2050

Mario Arnoldo Bueso Caballero
General de Brigada

Al estudiar y analizar los hechos portadores de eventos futuros dentro del contexto estratégico mundial y regional, inferimos los grandes desafíos que probablemente podrá enfrentar nuestro país en las próximas tres décadas, tiempo en el cual las Fuerzas Armadas de Honduras, como parte del Estado, será un actor clave desde la perspectiva de la defensa, para contribuir con las medidas que se tendrán que adoptar en respuesta a dichos desafíos.

En los años 90, con el fin de la guerra fría y habiéndose reducido la intensidad de las amenazas de carácter geopolítico en relación a la soberanía e integridad territorial, las Fuerzas Armadas evolucionaron de forma adaptativa para contribuir con la seguridad interior ante nuevas amenazas, preocupaciones y otros desafíos de naturaleza diversa y transnacional, tales como, narcotráfico, delincuencia común y organizada, maras y pandillas, tráfico de armas, trata de personas, desastres naturales, entre otros, que han constituido un reto complejo para los diferentes gobiernos de la República.

En los últimos 30 años las Fuerzas Armadas como herramienta estratégica del Estado han cumplido de manera profesional todos los requerimientos y disposiciones que le han sido ordenados por parte de la autoridad política legalmente constituida, a fin de mitigar los efectos producidos por la criminalidad y la delincuencia en cada una de sus formas, así como otros fenómenos naturales y antropogénicos, logrando coadyuvar en la obtención de resultados importantes a beneficio de la población en cuanto a la reducción de la tasa de homicidios, decomiso de droga, protección del medio ambiente, prevención en seguridad pública y ciudadana, salvamento y rescate, ayuda humanitaria, etc.; no obstante, ante la realidad de un ambiente volátil, incierto, complejo y ambiguo, se hace manifiesto el surgimiento de amenazas renovadas que marcan hacia futuro tendencias o certezas relativas de nuevos desafíos para la seguridad nacional.

Un estudio elaborado por la Junta Interamericana de Defensa y el Colegio Interamericano de Defensa nos proporciona un marco de referencia sobre los escenarios de futuro que enfrentarán los países de la región, lo cual nos permite evaluar y plantear iniciativas para la defensa y seguridad de nuestro país.

En ese contexto, se indica que “el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas ha predicho que la población mundial, actualmente de 7.7 mil millones, alcanzará los 9.7 mil millones en 2050. Este crecimiento puede alterar la paz en el mundo al aumentar los problemas sociales por escasez de alimentos y reducción de oportunidades laborales que presentará más desafíos a algunas economías que ya están en dificultades.

La séptima edición del informe de tendencias globales de Estados Unidos subraya que la seguridad alimentaria en peligro y una mayor pobreza son los principales motores de desestabilización y conflicto interno en los países a lo largo de los próximos años, sobre todo debido a la contaminación medioambiental y el calentamiento mundial, junto con la acidificación de los océanos. La pesca ilegal, no declarada y no regulada aumenta la inseguridad alimentaria, lo que establece una mayor demanda de los esfuerzos de defensa y seguridad para efectuar acciones contra buques con banderas extracontinentales sobre todo en altamar.

El ámbito del ciberespacio le ha dado una nueva vida a antiguos problemas como los crímenes organizados transnacionales tal y como los describe la convención de Palermo de 2004 de las Naciones Unidas. Entre los delitos asociados con el ciberespacio se encuentran el lavado de dinero, la corrupción, el tráfico ilícito de especies en peligro de extinción, la trata de personas y el tráfico de migrantes por tierra, mar y aire, tráfico de drogas, tráfico de armas de fuego y municiones, y actos de terrorismo.

El Informe de 2021 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, indica que el aumento de la población con mayor riesgo de consumir drogas se da en países con bajos niveles de ingreso.

Por consiguiente y como resultado del análisis de los desafíos que enfrentarán los países de la región y en el caso particular los que podría enfrentar Honduras, se propone y de hecho existe una visión al respecto, de una serie de acciones estratégicas que el Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas tendría que ejecutar con vistas a futuro para los próximos 30 años, a saber:

Diseñar una política pública de defensa con enfoque multidominio y multidimensional, Derivar de la política de defensa, estrategias militares específicas, entre otras, de seguridad marítima, seguridad fronteriza, defensa ambiental y ciberdefensa, impulsar proyectos de modernización y transformación de la fuerza, integrar y articular un mecanismo de cooperación de desarrollo interno, fortalecer las alianzas de cooperación regional, hemisférica y extracontinental.

Finalmente, más allá de precisar la ruta a seguir para el empleo de las Fuerzas Armadas hacia el 2050, estas acciones y actividades coordinadas también podrían servir de referencia para otras instituciones del Estado y la sociedad en su conjunto.

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