Por: German Edgardo Leitzelar Hernández
Recién pasó la fecha que conmemora este día tan importante para la clase obrera y cabe comenzar señalando que, cuando alguien suplanta a la clase trabajadora en la celebración del Día Internacional del Trabajo, los efectos seguramente serán negativos. Entre ellos se deslegitima al movimiento obrero, pues la conmemoración del Día Internacional del Trabajo es un reconocimiento histórico a los logros y las luchas de la clase trabajadora, esto también produce una manipulación política para ganar apoyo o legitimidad que a nuestro criterio solo destruye la confianza y la credibilidad en el valor de la clase obrera distorsionando la agenda laboral mientras la convierte en algo distinto. No tengo duda de que, en muchos de los legítimos participantes de este importante día, esta intromisión genera división y resentimientos que solo abonan a los conflictos sociales y a una mayor polarización.
Además, cuando quien hurta este espacio es el gobierno, cualquiera que sea, se convierte un evento legítimo, social y de dignificación de la clase trabajadora que dicho sea de paso es la que tiene el rol fundamental en la economía y la sociedad, pues son la fuerza esencial de trabajo y productividad, esta acción tan solo politiza un elemento valioso de la sociedad y solo avanza en destruir más cosas que no deberían ser dañadas por la politiquería de siempre. Resumiendo, si un gobierno intenta suplantar a la clase trabajadora en la celebración del Día Internacional del Trabajo solo podemos esperar daños a la sociedad, es fundamental que los gobiernos reconozcan y respeten las demandas legítimas de los trabajadores, así como su derecho a conmemorar y defender sus derechos laborales en esta fecha significativa por sí mismos.
La clase trabajadora es el componente esencial de la economía y la sociedad, cuyo trabajo y contribuciones son fundamentales para el bienestar y el progreso de las naciones. Su papel va más allá de la simple producción de bienes y servicios, ya que influye en aspectos como la movilidad social, la innovación y la participación ciudadana. Por ello el vital que se celebre el primero de mayo y se mantenga siempre como una marcha que pertenece a los trabajadores, con sus nuevas o mismas exigencias, con sus críticas a los gobiernos de turno, con la exaltación de sus verdaderos lideres y la conmemoración de quienes dieron su vida por la clase obrera.
Es una realidad que solo algunos no quieren ver, que temas como demandas salariales, el costo y acceso a la canasta básica, el desempleo, la extrema inmigración, y muchos otros temas que flotan en el aire debieron ser la parte central de estas marchas. Sin embargo, el espacio ha sido transgredido y manipulado para volverlo en simple panfleto, devolviendo hoy leyes que ya existían pues ellos mismos las derogaron hace un par de años, por lo que más parece un mercado de compra de voluntades con fines de propaganda que ocultan verdaderas intenciones y que no se detienen a la hora de usar lo que sea y a quien sea.
Al final, la lucha de la clase obrera debe ser reivindicada, el liderazgo debe retomar una dirección que no debe perderse, se debe construir una agenda de país en donde fuera de los elementos de diferencias entre los distintos intereses aprendan a convivir, creando una visión que pueda fomentar el espíritu empresarial, la promoción y el crecimiento de pequeñas y medianas empresas para generar empleo, incluir capacitación empresarial, acceso a financiamiento, asistencia técnica, mejora de la infraestructura, educación y capacitación, políticas laborales flexibles, estímulo a sectores fundamentales para el crecimiento económico,
Volver a la agricultura, el manejo de los bosques, fomento al comercio internacional, políticas de inclusión social, siendo todo esto una serie de ideas que pueden mejorar el acceso al empleo para el pueblo en general.
Para cerrar quisiera que este Día Internacional del Trabajo que recién fue celebrado y en todos los demás días, que se recuerde siempre la fuerza y la valentía del movimiento obrero, sus orígenes y sus elementos de sacrificio. Desde las luchas históricas por derechos laborales hasta las batallas actuales por justicia y equidad, ustedes son la columna vertebral de la sociedad. Su labor construye el mundo, y su resistencia moldea el futuro. ¡Honor y solidaridad a todos los trabajadores y trabajadoras! Juntos, sigan avanzando y no permitan que otros que no son les roben sus espacios legítimamente ganados.
“CLASE TRABAJADORA UNIDA EN SUS PROPIAS LUCHAS”
Abogado laboralista independiente
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