Al menos 652 agentes han sido destituidos en Honduras en el proceso de depuración de la Policía Nacional comenzado hace casi un año, informaron las autoridades de seguridad de esta nación centroamericana.
«Se han cancelado por diversas razones a 652 agentes de la Policía, en estricto cumplimiento de la ley», dijo el ministro hondureño de Seguridad, Pompeyo Bonilla.
En una comparecencia ante el Congreso Nacional en la que también participó el director de la Policía Nacional, Juan Carlos Bonilla, el ministro hondureño agregó que la depuración de la institución policial no se puede hacer de manera más rápida.
«La transformación de la Policía no se puede lograr responsablemente de un día para otro, es un esfuerzo constante y permanente que lleva tiempo», indicó Bonilla.
Las cifras dadas a conocer por el ministro hondureño no coinciden con las divulgadas el miércoles por la Dirección de Investigación y Evaluación de la Carrera Policial (DIECP), que señala que de 230 policías que no pasaron las pruebas de confianza, solo siete habían sido expulsados de la institución.
El ministro de Seguridad señaló que es necesario que la depuración de la Policía «se haga lo más pronto posible», para que se pueda combatir la violencia que vive el país.
Según Bonilla, el narcotráfico y el crimen organizado han sido los factores que han provocado el aumento de los índices de violencia en la última década en este país.
«Existe una ola de criminalidad que nos agobia y que se ha visto incrementada en la última década, como consecuencia de la violencia que proviene del crimen organizado y el narcotráfico», dijo.
Entre 2000 y 2012, la violencia en Honduras causó al menos 53.622 muertes violentas, según datos del estatal Comisionado de los Derechos Humanos.
El 80% de los homicidios está en la impunidad, ya que las autoridades solo tienen la capacidad para investigar el 20% de los casos, según el fiscal general, Luis Rubí.
Por ello, las autoridades hondureñas buscan mecanismos para fortalecer la investigación criminal, indicó el director de la Policía Nacional, Juan Carlos Bonilla.
Además, lamentó que la tasa de homicidios haya pasado de 59 por cada 100.000 habitantes en 2009 a 85,5 en 2012.
«Debemos fortalecer la investigación, porque con una vida que salvemos estamos haciendo muchas cosas», subrayó el jefe policial, quien es investigado por las autoridades de EE.UU. por supuestas violaciones a los derechos humanos hace una década.
Los policías hondureños no escapan a la extrema violencia que vive el país centroamericano, en el que entre 2012 y lo que va de 2013 han muerto de manera violeta 87 agentes, apuntó el director de esa institución.
Una de las vicepresidentas del Parlamento, Lena Gutiérrez, dijo al finalizar la sesión que mañana jueves comparecerá ante los diputados el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Jorge Rivera, para tratar este problema.
También mañana comparecerá el ministro hondureño de Defensa, Marlo Pascua, y el jefe de las Fuerzas Armadas, René Osorio. ACAN-EFE