Semma Julissa Villanueva Barahona (VIDEO)

 
**“Deberíamos tener entre 50 y 100 forenses”
SARAI-LUQUEHonduras solo cuenta con ocho profesionales de las Ciencias Forenses a nivel nacional y la entrevistada de Día 7, Semma Julissa Villanueva Barahona, es una de ellas. Dirige el Instituto de Ciencias Forenses, uno de los brazos científicos del Ministerio Público. (MP)
No crean que esta es una entrevista espeluznante, sino una muy interesante con la responsable del ente más importante, en la cadena de impartición de la justicia. ¿Quién no ha oído cómo se tuercen los dictámenes forenses y los chorros de dinero para lo que era un club selecto? Ahora, la historia podría ser diferente, si se produce un relevo generacional científico y con valores, que es la nueva escuela que impulsa la doctora Villanueva.
¿Quién es Julissa Villanueva?
Es una doctora simpática, alegre, visionaria y soñadora y como dice mi padre, Armando Villanueva. Soy una mujer de garra, de empuje, de entusiasmo que pocas cosas se la bajan a uno.
¿Qué cosas le bajan la moral?
La burocracia, el pobre compromiso de la gente, la deshonestidad me frustra, y que no se crea que debe haber en los servicios públicos la beligerancia y la sistemática para ayudar a quienes lo solicitan.

¿Cómo se dio su nombramiento, hace un año?
Estaba en mi escritorio con un microscopio, viendo cortes histológicos; no conocía a los miembros de la Junta Interventora, no sabía para qué me llamaban; después de la reunión regresé con el afán de levantar Medicina Forense.
¿Qué hacía antes?
Era la Patóloga de Medicina Forense, un médico legista, es decir, alguien que después de Medicina General estudia tres años la relación que hay entre los conocimientos médicos y el Derecho, para poner esos servicios a los jueces. Un patólogo hace el muerto (la autopsia), lo diseco, hago los tejidos, leo en el microscopio y los leo para dictámenes.
¿Es decir, que es el área más difícil de Medicina Forense?
Podría, pero mi muerto no era el violento; sino el de muerte natural, el que se moría y nadie sabía el por qué; el violento era el del forense, por eso decían que nosotros los patólogos no podíamos trabajar aquí, así que eso me motivaba más y después 14 años de estar aquí trabajando, ahora manejo cualquier caso y sus causas.
¿Qué fue lo primero que hizo cuando la nombraron?
Planteé la estrategia, una de las más importantes fue unificar el equipo de personas que estaban diseminadas en tres edificios, por los que pagábamos de alquiler mensual casi el medio millón de lempiras. Lo peor fue que las personas no tenían las condiciones para trabajar ni estaban adecuadas al trabajo, menos con medidas de bioseguridad, eso era deprimente. No existía el trabajo en equipo. Hice un Congreso internacional de Medicina Forense, nadie daba un “peso” por ese tipo de Congresos, trajimos exponentes de México y Perú, entre otros y fue un éxito.
¿Se capacitaba al personal de la Morgue?
Era mínima, sumado a la falta de logística, insumos y deficiencias con el recurso humano, pero eso no significaba que todo el trabajo hecho en el pasado estaba mal, se hacía, pero con muchas limitantes y el delito continúa evolucionando, siendo el trabajo forense la herramienta tecnológica, científica para poder sacar adelante la impartición de justicia en este país.
De Medicina Forense solo ha destacado el trabajo de la morgue
La principal línea que la gente conoce es la Línea Pericial, es decir, Medicina Forense levanta muertos en este país y hace autopsias. Medicina Forense no es el ente levanta muertos de este país, es el ente científico que apoya con muchas herramientas a la impartición de justicia y lo hace una parte con evaluación de vivos, otra con evaluación de muertos y con las ciencias forenses.
¿Han evolucionado?
La misión es certificar cada una de las pericias que se hacen en Honduras para garantizar que lo que se hace en el país es un trabajo contundente. Para esto tenemos que desarrollar normativas, protocolos y verificar qué es lo que estamos haciendo.
¿Se trabajaba de manera atrasada o arcaica en comparación a otros países?
Ahora contamos con un sistema integrado de información que permite de forma inmediata a los entes que la necesitan conocer casos de la mujer agredida, levantamientos, alcoholemia y está a su disposición y que con ello se puedan cambiar también políticas de Estado. Así se tienen claras estadísticas, antes no se tenía el sistema de informática bien desarrollado.
¿Hacia qué más va encaminado su trabajo?
El sueño de todos es la acreditación forense, el proceso de acreditación no es fácil, se está empezando a trabajar en eso, se ha empezado a capacitar al personal, quienes de cero capacitaciones ya llevamos unas 150.
¿Y ese sueño está cercano a cumplirse?
Está cercano, en el 2016 comienzan las primeras acreditaciones y en el 2017 podíamos tener cinco o más. Hemos participado en ejercicios de acreditación de alguna pericia, por ejemplo el Instituto Chino de Ciencias Forenses mandó un caso de un fallecido a todos los participantes miembros de ese comité de calidad, donde Honduras pertenece, y de 20 países, la mayoría europeos, solo Honduras pudo identificar la forma en cómo ese ciudadano chino pudo haber muerto. Su cuerpo apareció en un río. Eso significa que somos capaces, estamos haciendo las cosas bien y sin contar con toda la tecnología punta.
¿Esa experiencia se deberá a la cantidad de muertos que se reportan en Honduras?
Pues sí, pero viendo ese análisis es cuando uno dice también cómo es posible que nuestra gente no se esté capacitando. Estamos llenos de médicos generales, pero no especialistas y son necesarios porque cuando vamos a los juicios preguntan si tienen la acreditación y minimizan las pericias, porque aquí, en Honduras, se piensa que la pericia debe ser acreditada por el profesional más especializado, pero resulta que nuestro país solo tiene ocho médicos especialistas en medicina forense a nivel nacional para la gran delincuencia que tenemos. Según la OMS, así como estamos, aquí deberían de haber entre 50 y 100 forenses.
¿Y de esos ocho cuántos forenses cubren la demanda?
Son ocho a nivel nacional, pero uno resultó preso, otro había salido por problemas administrativos, otra doctora había interpuesto una demanda y otro, que por alguna razón no apoya mucho los casos del Ministerio Público; además, ejercen en tribunales y ganan en pericias de parte. Entonces, adentro ya solo quedaban tres y con ellos se logró levantar, pero una de las soluciones importantes es academizando y profesionalizando.
¿La Universidad apoya este nuevo proyecto?
Le hice la oferta a la UNAH para poder formar forenses y busqué el apoyo de todos los responsables de la academia y facultad, cumplir con los requisitos, hacer el plan de estudio, para poder lograr en unos años el relevo generacional porque lo que existe es contado con los dedos. Uno de los puntos importantes es la creación del postgrado cuyo proceso duró nueve meses antes de su validación, hubo doctores aquí que quisieron hacer este postgrado.
¿Cuántos estudiantes serían el relevo generacional?
Cuatro, pero en los primeros tres años, posteriormente serán siete y luego 15; Medicina Forense va a tener solo especialistas trabajando, ellos mismos van a certificar su trabajos y no van a tener que pasar tanta revisión como la que ahora se tiene.
¿Ha aumentado el personal o la burocracia con estos cambios?
No, es el mismo personal, aquí Medicina Forense trabaja casi 600 personas en todo el país, entre doctores y administrativos, receptores, técnicos, aseadores, con un presupuesto de 16 millones en donde el 85 por ciento se va en salarios, el resto en viáticos y ejecución.
¿En dónde se presentan más deficiencias?
No hay mucho personal especializado en psiquiatría forense, solo tenemos uno a nivel nacional, tampoco tenemos muchos odontólogos forenses, solo uno en todo el país, pero ya se está trabajando en eso y estamos en sintonía con el Fiscal General, Óscar Chinchilla.
 ¿Por qué se da esta situación?
Falta de inversión, de liderazgo, profesionales que no quieren trabajar, celo profesional en donde no se prepara a otros porque consideran que serán competencia y no miran que el país lo necesita.
Amí me interesa que haya 50 profesionales forenses más para este país, no me preocupa ninguna competencia, aquí no se trata de tener poder, porque si se tuviera no se trabajara hasta altas horas de la noche.

Ella es
Semma Julissa Villanueva BarahonaNació en Tegucigalpa un 12 de mayo. Egresó de la carrera de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). Es médico especialista en Anatomía Patológica, con diplomado en Medicina Legal y Forense y con especializaciones en España, Estados Unidos y Japón. Es miembro de la Sociedad de Patología de la Red Iberoamericana de Ciencias Forenses, del Cuerpo Médico de Forenses del Perú, tiene varios premios y reconocimientos nacionales e internacionales por ser la mejor estudiante durante toda su vida académica.

¿Cuánto se le ha dado a Medicina Forense de la Tasa de Seguridad?
La Tasa de Seguridad es una gran ayuda, han trasladado 20 millones de lempiras para 11 equipamientos inteligentes (morgues móviles que se entregan este mes), diez millones de lempiras para reconstrucción de la morgue en la capital y otro poco de millones para el resto de obras forenses en el interior, gracias al Consejo Nacional de Defensa y Seguridad, dos carros de criminalística, un furgón para refrigerar 16 cadáveres por cualquier desastre en el que se requieran traslados, se ha acondicionado el polígono de tiro, compra de nuevo equipo de genética.
En el tema de los cadáveres de desconocidos ¿qué avances se presentan?
Se está trabajando en tener acceso para poder identificar cadáveres de desconocidos, es decir, el forense recoge la huella, inmediatamente las compara con las que el RNP tiene en su base de datos, para que inmediatamente arroje el nombre del fallecido, se llama al familiar, se le entrevista, comparamos ADN, llenamos otra base de datos “Atem Morten y “Post Morten” (Antes y después de la muerte).
¿Es decir que Medicina Forense tendrá acceso directo a información del RNP?
Parece fácil al decirlo, pero tener ese programa computarizado se requieren fondos, estamos trabajando en eso, porque no podemos estar contando desconocidos y trabajar con desfase. Mientras tanto, ante cualquier evento de magnitud tenemos un Sistema de Reacción Forense Inmediata que es la IVD (Sistema de Identificación de Victimas en Desastres), gracias a las capacitaciones de la Cruz Roja Internacional con quienes trabajamos también la dignidad que debe haber en los entierros.
Muchos de esos desconocidos se entierran en fosas comunes, como cualquier deshecho…
El problema son las inhumaciones masivas, ya no caben en el Cementerio del Divino Paraíso, por eso solicité al alcalde un lugar en donde se pueda ubicar un cementerio forense, donde se pueda enterrar a dos cuerpos de desconocidos de dos en dos, y no meterlos en esas fosas comunes porque eso es degradante, pero lo tenemos que hacer así porque si no, quedan en el congelador y la gente nunca viene a reconocerlos o reclamar a sus cuerpos.
¿Cuál es la cantidad de desconocidos al mes?
Es variable, ha habido en un mes 30, pero en otros menos, es todo un proceso que no solo porque alguien me diga esta es mi mamá y se pone a llorar sobre el cadáver es que sea cierto y se entregue ese cuerpo, sin antes pasar pruebas.
¿Han tenido problemas de entregar el cuerpo equivocado?
Sí, ha pasado, pero en San Pedro Sula se entregaron dos cuerpos a familias de manera equivocada, pero estamos en el proceso de reestructura de Medicina Forense en esa zona del país, llevaremos tecnología, capacitaciones y ese edificio se levantará.
¿El personal forense de Honduras, descansa?
En estos ambientes sí se necesitan vacaciones profilácticas, hemos tenido casos de personal que se ha agotado tanto de estrés que hasta se han querido suicidar, hemos tenido talleres de contención para las víctimas y para nuestro personal para tratar de que saquen aquello que sienten, es un fenómeno sindromático.
¿A usted no le pasado eso de sentirse mal al ver un cadáver?
Yo a veces lo que siento es tristeza de ver que no hay respeto por la vida y que cada vez vemos consumados crímenes y que ingresa cadáver tras cadáver, nos preguntamos ¿cuándo va reducir más esa ola de violencia que afecta enormemente?
¿Cómo es un día normal suyo?
Me levanto a las 4:00 de la mañana, me pongo a orar, después reviso correos, organizo temas de capacitación a residentes, visitas, agenda, estrategias a presentar al Fiscal General, supervisión de tareas, avances del Postgrado, en la morgue hay actividad que dirigir y estar pendiente también, entre otras cosas.
¿Algún caso especial que le haya impactado?
Varios, especialmente femicidios y personas que se encuentran semienterradas, masacres de familia en la que se incluyen niños, jóvenes universitarias, la muerte de las hermanas Alvarado, en todo momento hay casos que impactan.
¿Quiénes dan clase en el Posgrado, considerando que un sector de médicos lo ha criticado?
Hay un cuerpo de profesores que trabajan sin sueldo, por amor a la profesión y también se ha traído a expertos internacionales de Perú, México, Cuba, como el reconocido forense, Héctor Soto Izquierdo, antropólogo forense que identificó restos del Che Guevara.
¿ATF también los ha capacitado?
Vinieron a cambio de que Medicina Forense colabore en el rastreo de armas, existe un programa “Entrasse” en la región, al que Honduras no pertenecía y ahora sí. Todas las armas que delinquen en nuestro país son introducidas a un registro de Honduras para cuando ATF solicita algo de la base de datos.
¿Qué significa esto?
Significa que existen armas que han sido compradas en Estados Unidos y que han sido utilizadas en algún caso, que delinquieron por ejemplo en una escena de colonia Las Pavas en San Pedro Sula, entonces ATF nos da la información de quién compró esa arma y su residencia. Ellos, de Honduras, de no tener ningún registro de armas rastreadas, ahora tienen más de 2,800 armas, el primer lugar de registros lo tiene El Salvador en donde está la sede en Centroamérica y le sigue Honduras.
¿Es decir que muchas armas adquiridas legalmente en EE UU se usan para delinquir en Honduras?
Por lo menos el arma que venden en EE UU se está registrando, pero la que no se vende o no es marca “gringa” no se puede rastrear. De todas las armas que delinquen por ejemplo dos mil casos entran, de esos se meten en la base de datos y un 15 o 20 por ciento fueron compradas en EE UU y se sabe de quién era. Esto les sirve a ellos porque investigan cómo un arma comprada allá pasó hasta Honduras e incluso por los países que están haciendo ese trabajo de rastreo, entonces nosotros estamos cruzando información regional, así queremos tener la base genética de niños porque si un hondureño apareció muerto en Chiapas México, el doctor que está en Chiapas me va a sacar el perfil de ese niño y me dirá.
DSC_1221¿En qué consiste el proyecto de fortalecimiento de Medicina Forense para la automatización y publicación de indicadores de Medicina Forense?
Va a venir el Presidente de la República y va a querer sabe cuántos muertos hay, entra a la página y por supuesto tendrá las estadísticas listas, quien sea ahí van a estar, el ciudadano común con sus límites y restricciones de cierta información, esto lo que va a venir es a completar el trabajo que está haciendo la Universidad y el ministro de Seguridad.
¿Al cumplirse un año, cómo esta Medicina Forense?
Está creciendo, innovando, motivado su personal, la cooperación externa se ha volcado a apoyar y nuestros laboratorios criminalísticos lo demuestran con donaciones de Eurojusticia (Europa), Canadá, Estados Unidos (USAID), Cruz Roja Internacional, la OABI y el gobierno, a través de la Tasa de Seguridad. Hoy es otro panorama estamos avanzando.
¿Cuáles son los programas?
Estamos trabajando con España en un programa que se llama “ADN Prokids” para identificar a todos los niños vulnerables a que se los roben, sustracciones o pérdidas. Le planteamos a la Primera Dama Ana García que con la identificación de un niño es menos riesgoso que sufra el hecho de ser víctima de trata o en caso de adopciones fuera del marco legal, es decir, el programa es un reto social de la Medicina Forense ahí no estamos persiguiendo a nadie; sino haciendo trabajo humanitario.
¿Otros proyectos en el marco de seguridad?
Estamos trabajando en la construcción de una estación con el PNUD para que todos los fallecidos que ingresen a la Morgue salgan sus familiares con la hoja de defunción de una sola vez, porque de cinco mil que estaban muertos solo tres mil se registraban en el Registro Nacional de las Personas, los otros dos mil quedaban “vivos” probablemente ejerciendo el sufragio, pronto se inaugurará ese “crib” (estación) que significará que fallecido que ingrese el registro quedará con su causa de muerte y su identificación. Lo mismo si entra un desconocido poder reconocer el cuerpo y con el programa computarizado tener acceso a la identificación del fallecido.
SELLA-SEMMA-VILLANUEVA