El “monje místico” regresa al Vaticano

Por: Corey Charlton.


El padre Pío regresa al Vaticano casi 50 años después de su muerte, después de que el Papa lo nombrara uno de los más famosos santos católicos que será mostrado en la basílica de San Pedro.

El cuerpo del reverendo monje católico romano que sufría del fémenme de la estigmata ha sido exhumando y es transportado al Vaticano en un féretro de cristal.

Parcialmente reconstruido con una máscara de silicona especial y preservado a una temperatura controlada en el sepulcro, el “monje místico”, padre Pío ha comenzado oficialmente su jornada a la basílica de San Pedro.

Los peregrinos se juntan alrededor del santuario de temperatura controlada, construido para albergar el "hombre místico venerado”.
Los peregrinos se juntan alrededor del santuario de temperatura controlada, construido para albergar el «hombre místico venerado”.

Aunque el murió en 1968, el popular monje capuchino fue declarado santo en 2002 y exhumado de su tumba en 2008 para ser desplegado en su ciudad natal San Giovvani.

El monje pasó la mayor parte de su vida en el pequeño sureño pueblo italiano donde ayer su cuerpo fue movido a la basílica de San Lorenzo en Roma. Luego será llevado al Vaticano.

La iglesia alega que el sufrió de estigmas durante su vida. Un fenómeno que hace que el afectado vea sangrar a aquellos afligidos, o, siente dolores fantasmales, como los que sufrió Cristo cuando fue crucificado.

Pío o de Pietrelcina, conocido como el padre Pío, nació en 1887, en una familia de granjeros profundamente religiosos que habitaban en el pequeño pueblo agrícola de Pietrelcina, en Campania, Italia.

Padre Pío había sido enterrado en San Giovanni Rotondo, la pequeña ciudad italiana, en el sureste, donde pasó la mayor parte de su vida. Posteriormente fue llevado a Roma para ser mostrado en el Vaticano.
Padre Pío había sido enterrado en San Giovanni Rotondo, la pequeña ciudad italiana, en el sureste, donde pasó la mayor parte de su vida. Posteriormente fue llevado a Roma para ser mostrado en el Vaticano.

A la edad de 5 años, él supo que quería dedicar su vida al servicio de Dios y afirmó tener batallas internas con los demonios y los momentos difíciles en los que se salía de su propio cuerpo en experiencias religiosas.

Como adulto, adquirió fama por lo que el consideraba una cercanía espiritual con Dios y su estigma, un fenómeno religioso en el cual personas sufren al ser víctimas de ataques con agudos dolores, simulando aquellos que sufrió Jesús cuando fue crucificado.

Se reportó que su condición fue visible, aunque las heridas nunca se infectaron y sanaban rápido pero reaparecían.

Un grupo de hombres lleva al padre Pío desde un vehículo durante su llegada a la basílica de San Lorenzo.
Un grupo de hombres lleva al padre Pío desde un vehículo durante su llegada a la basílica de San Lorenzo.

Después que la noticia de sus estigmas se propagó y los peregrinos acudieron a presenciar el fenómeno, se le reconocieron los milagros y se decía que era capaz de realizar hazañas sobrehumanas como la levitación.

Muchos negaron que las heridas fueran auténticas y se le acusó de haber comprado ácido carbólico de un farmacéutico, aunque la iglesia siempre negó las acusaciones.

Sin embargo, algunos miembros de la institución se mostraron escépticos y él fue sancionado e investigado varias veces a lo largo de la primera mitad del siglo.

En los últimos años, se especializó en la toma de confesiones, que muchos adherentes afirmaban que era capaz de predecir con exactitud lo que confesaban antes de que lo hubieran hecho.

Desde su muerte y entierro en 1968 en su iglesia en San Giovanni Rotondo, su popularidad ha crecido y se le considera uno de los santos más populares de la iglesia.

Canonizado en 2002 por el papa Juan Pablo II, el santuario que ahora se ha trasladado temporalmente a Roma, atrae a miles de peregrinos cada año.

Para saber
Estigma (milagro)

Dos fieles en contacto con el féretro de cristal que sostiene al padre Pío, quien se dice que sufría del fenómeno de los estigmas.
Dos fieles en contacto con el féretro de cristal que sostiene al padre Pío, quien se dice que sufría del fenómeno de los estigmas.

Los estigmas (del latín stigma) son señales o marcas que aparecen de forma espontánea en el cuerpo de algunas personas, casi siempre místicas extáticas cristianas. Estas heridas son similares a las infligidas sobre Jesús de Nazaret durante su crucifixión según la iconografía cristiana tradicional, y van precedidas y acompañadas de tormentos físicos y morales. Suelen aparecer en las manos, pies y costado izquierdo, y a veces también en la cabeza y en las espaldas, lo que recuerda la coronación de espinas y la flagelación de Jesús de Nazaret.

DAILY MAIL Traducción libre Sandra Luz Mole Saybe