La serie de acuerdos diplomáticos firmados para mantener el balance militar entre las Fuerzas Armadas de la región centroamericana no se estaría cumpliendo ante la desmedida compra de equipo bélico de Nicaragua, con apoyo de Rusia; y lo más preocupante, según analistas nacionales, es que Honduras no le está prestando el debido interés.
En las últimas semanas trascendió por parte de la agencia de noticias oficialista rusa, RIA Novosti, que Rusia enviará a Nicaragua 50 tanques T-72B1, a un costo cercano a 80 millones de dólares, como parte de la cooperación técnico militar entre ambos países.
A eso se suma la compra de aviones para entrenamiento y de ataque ligero Yak-130, equipo antiaéreo, carros blindados para tropas de infantería, así como helicópteros Mi-17-V-5 artillados y lanchas lanzacohetes.
A criterio de funcionarios de la Secretaría de Defensa y del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras (FF AA), la adquisición de dicho equipo es un derecho de soberanía que tiene el sureño país centroamericano; además, consideran que las relaciones entre Honduras y el país hermano son muy buenas, por lo cual no ven una amenaza de guerra.
El exministro de Defensa, Arístides Mejía, dijo que se está rompiendo el balance militar en la región y no se está cumpliendo el Tratado Marco de Seguridad Democrática en Centroamérica, suscrito por los presidentes en 1995, y que tiene como fundamento de carácter multidimensional la supremacía y el fortalecimiento del poder civil.
Reseñó que en Centroamérica ha habido varios acuerdos militares desde los años 60 y 80, por los conflictos de guerras internas que hacían a los ejércitos numerosos; por ejemplo, Nicaragua llegó a tener 170 mil hombres bajo armas, igual hizo El Salvador y Guatemala.
NECESIDAD REGIONAL
El exfuncionario destacó que el balance racional de fuerzas se refiere a que todos los países deben tener Fuerzas Armadas y presupuestos militares adecuados a las necesidades de la seguridad regional, “no de una seguridad individual de querer hacerse prevalecer sobre las demás instituciones militares, para atacar a un país vecino”.
La misión de los cuerpos armados, según los acuerdos, debe ser la seguridad de las personas y sus bienes, la reducción de la pobreza extrema, promoción del desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente, la erradicación de la violencia, de la corrupción y la impunidad, del terrorismo, de la narco actividad y del tráfico de armas.
En base a ese tratado, Honduras creó un decreto para cambiar el sistema, es decir, dejar las luchas contra el comunismo, para hacerle frente a los nuevos peligros y amenazas en Centroamérica. De igual manera se conformó una comisión de seguridad para que se reunieran los presidentes y ministros de Relaciones Exteriores, para supervisar si los tratados se mantienen.
También surgió la Conferencia de las Fuerzas Armadas de Centroamérica (CFAC), en la que se reúnen dos veces al año los ministros de Defensa y los jefes del Estado Mayor Conjunto, que tiene como objeto mantener la cooperación entre las fuerzas armadas y generar la confianza mutua.
Esto significa que “si un país va a armarse o va a hacer un ejercicio militar, tiene que comunicárselo al resto de Centroamérica, y comunicarlo porque en base a los tratados tienen que estar de acuerdo”, explicó.
El balance es asimétrico, comparando que si Honduras tiene la mejor Fuerza Aérea de la región, puede bombardear un país vecino, pero ellos pueden invadir al país por tierra porque tienen mayor cantidad de tropas.
“Si un país centroamericano, como es el caso de Nicaragua, adquiere una fuerte cantidad de equipo, está rompiendo ese balance de fuerzas”, aseveró el exfuncionario.
SOBERANÍA
Mejía contó que durante casi 14 años los gobiernos que precedieron al de Manuel Zelaya Rosales (2006-2009) no habían hecho ninguna salida por el Golfo de Fonseca.
Agregó que en la zona marítima del sur ya se había establecido la práctica que cada vez que un barco hondureño salía hacia mar abierto, se tenía que consultar y pedir permiso a El Salvador y Nicaragua, por lo cual para romper esa situación mandaron una fragata de guerra para que cruzara por la zona, aprovechando que tenían un ejercicio militar en conjunto con Panamá.
Eso generó un grave conflicto, porque los salvadoreños intentaron detener el barco militar y al final no tuvieron otra opción que dejarlo pasar, pero hubo quejas de la Cancillería de esos países, ya que se mantiene el conflicto en la zona, apuntó.
Bajo esos parámetros, “cualquier armamentismo o rearme de los vecinos se puede ver como una amenaza para el país”, dijo Mejía, al tiempo de señalar que “no puede haber un armamentismo justificado sin que se rompa la confianza, que es uno de los fundamentos del tratado firmado”.
Indicó que por años la Fuerza Aérea de Honduras (FAH) ha sido la mejor de Centroamérica, pero con problemas, porque Estados Unidos se niega a repotenciar los aviones, “cuando nosotros estábamos allí, como Estados Unidos no nos quería ayudar, los mandamos a Chile y allá se repararon esos aviones”, confirmó.
POSTURA
Para el experto en relaciones internacionales, Graco Pérez, es preocupante que Honduras no se haya pronunciado, como Estado, por la compra de armamento de guerra en Nicaragua, y el primero que lo debe hacer es el Presidente Juan Orlando Hernández.
“No solo por Honduras, sino porque es el presidente pro témpore del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) y es en ese marco donde se encuentran todos los acuerdos regionales.
Resaltó que Costa Rica ya se ha manifestado en dos ocasiones mostrando su descontento, ellos lo hicieron inmediatamente después que salió la información publicada en los medios de comunicación y Honduras no lo ha hecho.
Relacionó que Nicaragua solo tiene dos fronteras terrestres, Honduras y Costa Rica, la última ya se manifestó apelando que no tiene ejército, aunque también puede ser una oposición discutible.
En el caso de Honduras, se debe considerar que existe una situación complicada con El Salvador y Nicaragua, que pretenden cerrarle la salida por el océano Pacífico, el cual ya fue reconocido a favor de Honduras por la Corte Internacional de La Haya.
“La amenaza evidente es para el Estado de Honduras, por esa razón Honduras debe manifestarse; es cierto que los países centroamericanos debemos tener una lucha contra la pobreza, el crimen organizado, el narcotráfico, pero también debemos garantizar las seguridad del Estado”.
ALIADOS
Pérez dijo que un aspecto interesante es que Nicaragua tiene elecciones el próximo mes de noviembre y la Constitución fue reformada para que haya reelección indefinida, y se considera que ese equipo podría ser utilizado para amedrentar a la población civil.
“Cualquiera que sea la razón, lo cierto aquí es que se convierte en un problema para Honduras y el resto de países centroamericanos, porque rompe ese balance razonable de fuerzas y se convierte en una amenaza”.
Algo evidente, según explicó, es que Rusia está buscando espacios a nivel internacional y en América, Cuba, Venezuela y Nicaragua siempre fueron los objetivos para tener bases militares.
“Pero Cuba ha tenido un giro acercándose más a Estados Unidos, Venezuela corre una situación difícil y Nicaragua se está presentando para ellos como el lugar ideal para tener centros de abastecimiento y reparación, pero en realidad son bases militares”.
Mientras que la otra potencia mundial, China, tiene relaciones con Costa Rica; “la guerra de China es más comercial, mientras que Estados Unidos no ha querido que Honduras repotencie su Fuerza Aérea, pero sí le permitió a El Salvador comprar aviones de guerra”.
Para que Honduras pueda reparar sus aviones A-37 y F-5 debe tener la autorización de Estados Unidos, porque fueron donados por ellos, por eso tienen la licencia, pero siempre se han opuesto, lamentó.
Otro aspecto importante, según el análisis de Pérez, es que Honduras está sin un aliado estratégico, porque “vemos que El Salvador es el aliado estratégico de Estados Unidos, aunque muchos digan lo contrario, porque aquí tienen su base militar; es El Salvador y siempre ha sido así”.
Además, no existe política exterior bien definida en Honduras, “actualmente no tenemos ni ministro de Relaciones Exteriores, el señor Presidente está viajando sin canciller”, señaló, “cuando este problema debe ser manejado a nivel diplomático”.
BOCA ABIERTA
En tanto, el exjefe del Estado Mayor Conjunto de las FF AA, general de división en condición de retiro, Romeo Vásquez Velásquez, coincidió al afirmar que es importante promover el diálogo diplomático, pero también es necesario tener una fuerza de disuasión, “nosotros no debemos estar con la boca abierta, debemos estar preparados”.
“Lo digo en la forma más sencilla posible, nos pueden agarrar con los pantalones abajo y eso no es posible, y me preocupa que los gobernantes no le den la importancia debida a estos temas, cuando la misión de ellos es mantener al país libre de amenazas para que nos podamos desarrollar”.
Advirtió que, “Honduras tienen que darle importancia a estos temas, porque las armas son viejas, pero bien repotenciadas, les hicieron overjol, porque los tanques T72-B1 tienen buenos cañones y hasta ametralladoras antiaéreas y además están adquiriendo lanchas misileras, es capacidad de fuego importante de la cual no debemos estar ignorantes”.
Los analistas, además, pusieron en duda el poderío de la FAH en la región, debido a que los aviones están en mal estado, los aviones F-5 necesitan ser repotenciados y en cuanto a los pilotos, los países vecinos como El Salvador y Nicaragua los han mandado a entrenarse a otras naciones del mundo.