La desesperación, incertidumbre y expectativas se entremezclan entre la comunidad universitaria, esperando si habrá clases el próximo lunes en las instalaciones de Ciudad Universitaria y el Valle de Sula (UNAH-VS), después de tres semanas de protestas por parte de estudiantes que enarbolan diversas demandas.
Sin embargo, las autoridades esperan que el Ministerio Público (MP), actúen para habilitar los espacios donde se imparten clases. Los estudiantes, maestros y empleados se preguntan: “¿Qué pasará el lunes, tendremos clases o no?”, a la espera de una respuesta positiva de las autoridades.
De manera extraoficial, se conoció que el próximo lunes habrá seguridad en los edificios para garantizar que los alumnos y docentes puedan ingresar a los edificios y aulas de clases y así continuar con el desarrollo del periodo académico, además que las autoridades tienen varias estrategias para ese fin.
No obstante, el reinicio de clases está sujeto a que las autoridades oficialicen que posiblemente han sido liberadas las instalaciones de la UNAH-VS, según una fuente vinculada a la Rectoría. En tanto, los predios de Ciudad Universitaria al finalizar la semana lucieron casi desolados, mientras grupos de encapuchados cuidaban los edificios llenos de sillas en sus puntos de ingreso.
Ayer un grupo de agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) realizó inspecciones en la UNAH para conocer la situación de conflictividad.
Para las autoridades, la prioridad es garantizar que se reanuden las actividades académicas y administrativas con toda normalidad porque desde hace 20 días han sido obstaculizadas por las protestas de jóvenes encapuchados que al final provocarán la prolongación del periodo.
DISPONIBILIDAD
Al respecto, la vicerrectora académica, Rutilia Calderón, manifestó que el deseo de la mayoría de la población estudiantil y las autoridades es que el lunes se normalicen las actividades, tanto en el campus de Tegucigalpa como el resto de centros regionales afectados.
“De parte nuestra estamos listos y habría que ver la disponibilidad de quienes mantienen las tomas”, señaló, al tiempo de indicar que habría que esperar la actuación del Ministerio Público, donde ya están formuladas las denuncias de ocupación ilegal de bienes públicos.
“Están las denuncias de libre acceso, la violación de realizar las actividades institucionales y luego es el Ministerio Público y los juzgados que deciden qué es lo que procede”, apuntó.
En tanto, ya hay desesperación porque el problema no se resuelve y se escuchan voces de jóvenes que expresan: “Queremos que ya se normalice esto para recibir clases, porque ya es mucho tiempo de estar con este problema”.
Calderón apuntó que de alguna manera la agenda académica se sigue desarrollando y quedan las demandas y reclamos de grupos estudiantiles, “que al final no son demandas académicas que van desde que la Universidad atienda la problemática del sistema educativo nacional, destitución del Presidente de la República, fuera la rectora y esa ya no es una agenda estudiantil, sino más bien cuotas de poder dentro la Universidad”, señaló.
NORMAS FLEXIBILIZADAS
La funcionaria lamentó que las tomas han proseguido pese a que durante la semana el Consejo Universitario flexibilizó las Normas Académicas con bajar del 70 a 65 por ciento el porcentaje que se aplicará hasta el 2018, el pago de reposición de exámenes que se hará una sola vez por período, sin importar la cantidad de exámenes que se repongan y solo se erogarán 100 lempiras.
Otra de las medidas que se aprobó es la ampliación de tres a cinco veces la cantidad de oportunidades para repetir una asignatura, pero únicamente para aquellos estudiantes que tienen el 50 por ciento de su carrera aprobada.
“También ya se está haciendo la licitación para la compra de reactivos y el mejoramiento de los laboratorios en los centros donde son solicitados”, apuntó la vicerrectora académica.
En tanto, los manifestantes indican que mientras no haya un diálogo, no cesarán las medidas de presión, porque exigen la paridad estudiantil y para eso cuentan con el apoyo de los docentes y los sindicalistas de la UNAH. (ECA).