Tegucigalpa, 1 ene (EFE).- El cardenal hondureño, Óscar Andrés Rodríguez, dijo hoy en Tegucigalpa que «necesitamos comenzar el año buscando caminos de paz para nuestro mundo» y que «solo Dios es capaz de desarmar en el corazón humano los mecanismos irrefrenables del odio y la agresividad».
En la misa del fin de 2016 y la llegada de 2017, Rodríguez pidió perdón por las guerras y la violencia que sufren varios países del mundo, y recalcó que «el año nuevo es un tiempo abierto lleno de posibilidades nuevas» para la salvación de la humanidad.
«Queremos la paz y fabricamos armas, queremos la paz y somos violentos. Necesitamos comenzar este año desarmando nuestro propio corazón y buscando caminos de paz para nuestro mundo», expresó el religioso.
Subrayó que 2016 fue un año de mucha violencia y que miles de personas han sufrido y tenido que buscar refugio en sus propios países o en otros.
Rodríguez hizo un llamamiento a los hondureños a cambiar sus vidas e iniciar el nuevo año con un deseo de profunda renovación.
«En medio de la nostalgia de un año que se va y la incertidumbre de un año nuevo que comienza, todos intuimos que hemos nacido para vivir una vida más plena y con más sentido», dijo el cardenal.
Sobre «el misterio de la Navidad», indicó que la sociedad lo ha reducido a compras, compromisos sociales, abundantes comidas y la diversión.
«Necesitamos poner a Dios como una prioridad en nuestras vidas, pues Dios es de primera necesidad y si él está ausente, nuestra vida enferma, ya que el ser humano ocupa una respuesta que no se puede dar a sí mismo», acotó.
Rodríguez subrayó que una vida sin Dios no tiene sentido y que «la cultura moderna ha desplazado a Dios del centro de la vida» e «intenta arrinconarlo y ese centro lo ocupan hoy los ídolos modernos». EFE