El titular de la Secretaría de Seguridad, general retirado Julián Pacheco Tinoco, indicó ayer que el proceso de depuración de la Policía Nacional y la reacción de los grupos criminales por la habilitación de la cárcel de máxima seguridad de “El Pozo”, en Ilama, Santa Bárbara, provocaron que los resultados de la lucha contra la violencia no fueran los esperados.
Pacheco dijo que si no se hubiera enfocado en la depuración de la Policía Nacional, la estrategia de seguridad se hubiese visto afectada por la falta de confianza y credibilidad de la gente, porque sí había contaminación, pero la mayoría de agentes ya se fueron de la institución.
“No se logró la meta que estaba propuesta, pero sí una reducción siempre a la baja en los homicidios y, creo que vamos a andar en unos dos o tres puntos”, apuntó el funcionario.
Por su parte, el coordinador del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (Codeh), Hugo Maldonado, señaló que las estadísticas del primer semestre de enero a junio del 2016, decían que la ola de violencia bajó cuatro puntos.
MÁS DE UN PUNTO
“Nuestra sistematización nos venía indicando que el comportamiento de la violencia en el 2016 iba a terminar entre ocho o nueve por ciento menos que el año anterior, pero ahora el Observatorio dice que solo bajó un punto”, declaró.
“Eso no es cierto, creo que aquí hay que ser un poquito más éticos y no jugar con la sangre de los muertos, no jugar con el dolor de los familiares de las víctimas, porque significativamente la situación de la criminalidad ha bajado en el país”, aseguró Maldonado.
La directora del Observatorio Nacional de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (ONV-UNAH), Migdonia Ayestas, señaló que de acuerdo con la proyección de las cifras recolectadas a nivel nacional, los homicidios por cada 100 habitantes pasarían de 60 en el 2015 a 59 en el 2016, es decir, que solo bajaría un punto.