Este mes vence el plazo del pago de multas en la Superintendencia de Aseo Municipal, por parte de 150 clínicas de la capital que no hicieron uso de la celda asignada en el crematorio, en la salida a Olancho.
Estas celdas son destinadas para depositar los residuos generados en el 2016 y eso permite indicar a las autoridades que los enviaron en el tren de aseo, lo cual está prohibido por la ley.
El analista ambiental de esa dependencia de la alcaldía capitalina, Josué Fúnez, explicó que se hará una auditoría para investigar por qué esos centros de atención médica no han llevado los restos al relleno sanitario en el transporte particular que exige la ordenanza municipal y en caso que se compruebe que los libraron en el camión de la basura, se les aplicarán sanciones que van desde los 5,000 lempiras en adelante.
La ordenanza sobre gestión de desechos hospitalarios, establece que en caso que los centros no paguen esa cantidad, procede la aplicación de una segunda multa de más de 15,000 lempiras.
En última instancia, por desobediencia a la autoridad y por contaminación al medioambiente se les cancelará definitivamente el permiso de operación.
SEGUIMIENTO Y CIERRE

Los desechos generados en los establecimientos de salud clasifican como peligrosa y altamente contaminante, al punto que alguna es explosiva y tóxica.
La titular del Juzgado de Policía Municipal, Miriam Reyes, indicó que los expedientes de los morosos serían remitidos a ese departamento para darles seguimiento, conforme con los procedimientos administrativos.
“Luego el juzgado de policía, tendría que emitir una resolución conforme a la ley, lo que procede una vez que se firme la resolución, sería el cierre”, advirtió Reyes.
La ley califica como un acto de contaminación, el hecho que los centros médicos produzcan los residuos peligrosos y no sigan el protocolo del respectivo traslado hacia el botadero municipal, conforme con los requerimientos establecidos y notificados.
Fúnez indicó que el 60 por ciento de los residuos que llegan al crematorio provienen de los centros hospitalarios de Tegucigalpa y Comayagüela.