Salario mínimo es muy alto y resta competitividad a Honduras en CA

Las empresas hondureñas pierden competitividad al tener los sueldos más altos en relación a los socios comerciales de la región, además del impacto que venían registrando por alquileres, devaluación del lempira en función del dólar, invasión de mercaderías del exterior y las cargas tributarias, entre otras.
El director de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipymes), Humberto Domínguez, alertó que la crisis económica sigue drenando la solidez que se pueda alcanzar en este rubro.
Las Mipymes tienen dimensionamiento especial en el país por cuanto, según algunos datos, emplean a un 72 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), que a su vez representa el 47 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Desafortunadamente, ese sector se encuentra entre los más vulnerables al momento de contraer obligaciones con la banca privada.
“No se mira halagador el panorama para 2017, no están muy claras las condiciones para generar producción suficientemente sostenible y acceder a insumos y créditos para el sector Mipymes”, advirtió Humberto Domínguez.

Los ajustes aprobados en Honduras para 2017 van entre 261 y 473 lempiras, considerando un salario promedio de 7,900 lempiras.
Los ajustes aprobados en Honduras para 2017 van entre 261 y 473 lempiras, considerando un salario promedio de 7,900 lempiras.

DE LOS MÁS ALTOS

El presidente del Banco Central de Honduras (BCH), Manuel de Jesús Bautista, reconoció que el nuevo salario mínimo acordado por obreros, empresarios y gobierno es uno de los más altos en la región centroamericana.
“El salario mínimo en Honduras es muy alto y le resta competitividad frente a los demás socios comerciales del país”, consideró el funcionario.
Sin embargo, Bautista espera que los nuevos sueldos generen expectativas estables. “Las personas están recuperando el poder adquisitivo, por lo que genera el salario real de las personas, lo que permite mejorar su condición de adquisición”, explicó el economista.
Recordó que la última vez que se subió el salario mínimo de una manera desproporcional fue en 2009, generando que el desempleo aumentara grandemente.
En Nicaragua, los nuevos salarios mínimos vigentes son 300 dólares (unos 7,050 lempiras) mensuales para el comercio, servicios e industria; 295 dólares para la maquila  y entre 224 y 200 dólares en la agricultura.
Los ajustes aprobados en Honduras para 2017 van entre 261 y 473 lempiras considerando un salario promedio de 7,900 lempiras. La Comisión Tripartita definió ese acuerdo en forma bianual y para 2018 se determinaron aumentos entre 318 y 514 lempiras.

YA ESTÁN AGOBIADOS
Sectores productivos lo ven como impacto adicional
La mayoría de hondureños están desempleados al punto que solo existe una clase privilegiada que 650 mil personas que reciben un salario
La mayoría de hondureños están desempleados al punto que solo existe una clase privilegiada que 650 mil personas que reciben un salario

Sectores productivos cuestionan que ya se venía registrando un impacto por alquileres, devaluación del lempira en función del dólar, invasión de mercadería del exterior y cargas tributarias, entre otras.
Por el lado de los consumidores, más tardó la Comisión Tripartita en acordar los ajustes al salario mínimo correspondiente a 2017 y 2018, que percibir alzas a precio de productos debido a mayor impacto en costos de producción.
El presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Luis Larach, había alertado que “el problema de Honduras no es establecer un nuevo salario mínimo, sino generar empleos”.
La mayor parte de los hondureños están desempleados, al punto que solo existe una clase privilegiada que 650 mil personas que están recibiendo un salario, en cambio se registra una Población Económicamente Activa (PEA) de 3.9 millones de habitantes.
“El problema es que no tenemos suficiente inversión, pero no es porque no queramos, los hondureños que estamos aquí seguimos invirtiendo, pero aún no hemos sido atractivos para la inversión extranjera”.
Mientras, el director ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT), Rafael Medina, señaló que la pasada negociación fue lo suficientemente técnica considerando la competitividad del país.
Lo convenido, a su criterio, implicó equidad y justicia para los trabajadores, pero además incentivos para que empresarios generen nuevas inversiones y empleos. Solo hay una forma de incrementar los empleo que es teniendo más y mejores empresas.
Del lado de la demanda, economistas ven el salario mínimo como una herramienta para promover que las personas salgan de la pobreza y por la oferta lo ven como un gasto a anularse en las pequeñas empresas.
La Ley del Salario Mínimo contribuye a mejorar el bienestar en un grupo de hogares con características muy particulares, pero al mismo tiempo genera efectos negativos no deseados; trabajadores que pierden su empleo en el sector formal, quienes no encuentran empleos con salarios superiores al mínimo legal, los que se vuelven familiares no remunerados y que se salen de la fuerza laboral.
“Hay un 62% de incumplimiento”
El incumplimiento está relacionado con las condiciones económicas por las que atraviesa el país, según la Secretaría de trabajo.
El incumplimiento está relacionado con las condiciones económicas por las que atraviesa el país, según la Secretaría de trabajo.

El salario promedio en el país es de 8,000 lempiras mensuales, pero las centrales obreras reconocen que el 62 por ciento de las empresas incumplen en el pago del salario mínimo, debido a la situación difícil por la que atraviesan algunos patronos.
El secretario de la Central Unitaria de Trabajadores de Honduras (CUTH), Joel Almendares reveló que muchos obreros se le acercaron para comentarle que tenían temor de perder su empleo ante un ajuste que los empresarios no pudieran cumplir.
Sobre este tema, el titular de la Secretaría de Trabajo y Seguridad Social (STSS) Carlos Madero expuso que el incumplimiento tienen que ver no solo con pago de salarios, sino con las condiciones económicas y de ingresos.
“Es un tema que fue parte de las discusiones y de inversión, un problema a solucionar es la falta de empleo, que más personas trabajen en una familia, eso se logra si el salario es justo competitivo y productivo”, agregó el funcionario.
REACCIONES
Subirá la canasta
SALVADOR-VILLATOROSalvador Villatoro (fontanero): “Está bueno que le hayan aumentado un poco al salario mínimo, pero debemos ser realistas, ya que los más perjudicados son los empresarios que invierten de sus ganancias y pierden en costos de producción y otra parte nosotros debido a que sube la canasta básica”.
No da para pagar
MAURO-ROMEROMauro Romero (desempleado): “Sinceramente da risa porque si comparamos el costo de vida que tenemos, los ajustes no dan ni para pagar los aumentos en la energía eléctrica y combustibles. A parte de eso los productores nos van a sancionar con alzas que ya se venían registrando”.
Competencia fuerte
JOSE-CABRERAJosé Cabrera (microempresario de la zapatería): “Tenemos que luchar fuerte e ingeniármelas para salir adelante, salgo a vender a pueblos, la competencia es grande, sobre todo con la entrada de zapato extranjero. Eso afecta mucho, apenas se gana para pagar salarios por tareas a los trabajadores”.
Tendencia a subir
DARWIN-ROMERODarwin Banegas (distribuidor de plásticos): “La tendencia es que ante un costo adicional en la producción, siempre se generan aumentos en los principales productos, pues se le traslada al consumidor final, generalmente el empresario no absorbe ese impacto, quien lo paga es la población”.
Mantenemos precios
JULIAN-BANEGASJulián Banegas (coordinador de Feria del Agricultor y el Artesano): “En el caso de nuestra feria se abastece con la producción del sector rural donde la mano de obra es más barata, por tanto buscamos mantener los precios para no generar impacto en el bolsillo. Es contrario en los productos industrializados que suben cuando perciben alzas”.