¡Comienza la era Trump!

Por Óscar Lanza Rosales
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El próximo viernes 20 de enero toma posesión el 45avo. Presidente de Estados Unidos de América (EUA), el empresario Donald Trump, que tiene en suspenso al mundo por su carácter controversial y por todo lo que ha prometido hacer en su gobierno, según él, para recuperar la grandeza de su país, en detrimento del bienestar del resto del mundo.
Trump tiene 70 años y cinco hijos, casado tres veces, que ha tenido mucho éxito, a pesar de sufrir cuatro bancarrotas, en la industria inmobiliaria, como en casinos, hoteles y edificios de apartamentos lujosos, como su Torre Trump en Nueva York, el edificio residencial más fino del mundo, donde él vive y otros huéspedes famosos.
Según él, su éxito ha descansado en su confianza, inteligencia y magia, reconociendo en sus entrevistas que su visión es su mejor activo y desde luego su gran capacidad de negociación. Reconoce que es duro, desconfiado al extremo (porque es escéptico de las personas), cínico, que tiene un súper ego, exhibicionista (según él la exhibición de la riqueza es algo bueno. Les muestra a las personas que pueden ser exitosas) y que le gusta hacer todo en grande, como el de poseer el yate más lujoso del mundo, de igual manera su apartamento, su casa de campo y su casa de playa, todos con más de cien habitaciones, con jet y muchos helicópteros a su disposición.
Tan desconfiado es que para su primer viaje a Moscú en vías de negocios, y para sentirse más seguro, en vista de que sus pilotos no hablaban muy bien el ruso, y para no tener problemas con la comunicación, contrató a dos coroneles rusos para que lo acompañaran.
Sin lugar a dudas Trump ha inquietado al mundo y nos tiene en zozobra a todos, unos viendo cómo hacerle frente a sus amenazas y otros viendo cómo conviven con las decisiones que él va a tomar en su gobierno.
Total que nos tiene en jaque, con una opinión mundial que se ocupa en estos momentos de conocerlo más y de predecir lo que va a suceder con su presencia en la Casa Blanca.
Los expertos en sicología por ejemplo le han hecho múltiples perfiles y análisis de su personalidad. Uno de esos estudios le atribuye las características siguientes: narcisista; él cree que el mundo gira alrededor de él; manipulador, racista, autoritario, prepotente y arrogante; sexista, despreciativo, antipático, extrovertido, ansioso de poder y grandeza, intolerante, agresivo, fanático, estridente. Siendo la más fuerte el narcisismo, y que Freud definió como aquellas personas con un amor excesivo y presuntuoso hacia sí mismos. Con una autoestima grandiosa y un alto nivel de egocentrismo.
Poseídas de fantasías de éxito exageradas, deseosas de recibir gratificaciones y admiración de los que le rodean.
Como los estadounidenses todo lo clasifican, estos expertos creen que Trump va a formar el trío de presidentes de EUA más narcisistas con Lyndon B. Johnson y Theodore Roosevelt, y va a desplazar a Richard M. Nixon, que hasta la fecha se consideraba el presidente más desagradable de la historia de esa nación.
Algunos analistas consideran que con Trump comienza una nueva guerra fría; otros que va ser una presidencia belicosa; y algunos se han atrevido a comparar a Trump con Hitler; según estos últimos, ambos personajes han empleado una retórica populista que apela a la nostalgia, a la defensa del país de supuestas amenazas externas y al resentimiento.
Lo que sí está claro para la mayoría, es que en sus primeros 100 días, se va a ocupar de la sustitución del juez Antonin Scalia; va a comenzar a construir el muro de la frontera con México; Guantánamo lo va llenar de criminales de alta peligrosidad; va aplicar todo el peso de la ley a los 11 millones de indocumentados, principalmente latinoamericanos; va a tratar el caso Siria en alianza con su muy admirado Putin; y va a comenzar las renegociaciones comerciales con China y con Nafta.
Los que conocen muy bien el ambiente político de EUA consideran que su esposa Melania y su hija Ivanka van a ser las armas secretas para suavizar las peores facetas del carácter del próximo Presidente. Que su esposa promete ser una primera dama tradicional y discreta, al estilo de Betty Ford, Jackie Kennedy o Mamie Eisenhower.
Que Dios ilumine al próximo Presidente de EUA para que cambie su discurso electoral por decisiones sabias en pro de toda la humanidad y que cumpla, como él lo ha prometido, trabajar de manera justa para todo el mundo. Eso esperamos.