Trasfondo de una visita

«El conquistador más grande es el que derrota al enemigo sin un solo golpe».
Tzung Tzu
Antonio Flores Arriaza
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Recientemente hemos tenido la visita de la honorable señora presidenta de la República de China (Taiwán). Ha sido una visita muy interesante y prometedora. Ella ha hecho varios ofrecimientos de asistencia técnica a Honduras, destacándose, en mi opinión, el compromiso de canalizar mucha carga de Asia oriental vía Honduras. Pero, la señora presidenta no ha visitado únicamente a Honduras. ¿Existe alguna razón especial para que esta visita hubiese sucedido?
Primeramente, la presidenta Tsai Ing-wen ha venido a Nicaragua para asistir a la toma de posesión del reelecto presidente Ortega, pero, esa circunstancia le ha servido muy especialmente para buscar acercamiento con sus amigos y asegurarse la lealtad de su voto en la ONU ya que, recientemente, ha tenido la sorpresa que dos de sus antiguos aliados en el Caribe: Santo Tomé y Príncipe, que le habían respaldado desde 2008, ahora le han abandonado para pasarse del lado de China Continental. Taiwán ha contado con doce votos en Latinoamérica y el Caribe. Así que la presidenta anda asegurándose si en Centroamérica algún otro país estaría dispuesto a pasarse del lado de China Continental como ya lo ha sufrido con tres deserciones. Es por ello que ha visitado a Honduras, Nicaragua, Guatemala y El Salvador, para luego, partir hacia San Francisco, California, USA, país que le ha permitido el paso por su territorio a pesar de la protesta de la China Continental que se opuso a esta visita a los USA. Es que la presidenta no solamente hizo una escala técnica, también se reunió con empresarios y, se dijo, también lo haría con algunos senadores y congresistas, tal como lo advirtió el viceministro de Relaciones Exteriores de Taiwán antes de que ella saliera de su país.

El presidente Morales de Guatemala recibió a su homóloga taiwanesa en el Patio de la Paz. (Foto: Wilder López/Soy502).
El presidente Morales de Guatemala recibió a su homóloga taiwanesa en el Patio de la Paz. (Foto: Wilder López/Soy502).

En Nicaragua visitó la Zona Libre y el parque industrial “Las Mercedes” y, allá también, se comprometió a fomentar los negocios de las empresas taiwanesas con las nicaragüenses y que vean a Nicaragua como una plataforma para la exportación de mercancías en ruta hacia USA. La inversión taiwanesa en esa zona libre ya genera unos siete mil empleos. Es decir, el compromiso no solamente fue para con Honduras.
En El Salvador emergió la crítica que los fondos taiwaneses, que fueron otorgados para ayudar a las víctimas de los terremotos, han servido para la corrupción en el gobierno, destacándose el caso del expresidente Francisco Flores, quien murió cuando se le acusaba de que unos 15 millones de US dólares de esos fondos fueron a parar al Partido ARENA que lo llevó al poder. En El Salvador ella declaró: «Una profunda amistad une a Taiwán y El Salvador y en adelante continuaremos consagrados al intercambio y cooperación entre nuestros pueblos y gobiernos. Fomentaremos el comercio y las inversiones bilaterales para que nuestra gente sea la beneficiaria de este vínculo solidario y de mutuo beneficio». Al parecer, ella en El Salvador se comprometió igualmente.
Los chinos, tanto de Taiwán como del continente, dicen que sostienen una diplomacia comercial como estrategia de relación con otras naciones.
Mar (sur) de China meridional en cuya área se localiza la actual disputa geoestratégica promovida por China Continental.
Mar (sur) de China meridional en cuya área se localiza la actual disputa geoestratégica promovida por China Continental.

China Continental está desarrollando la visión de convertirse en la nueva potencia mundial. Al igual que lo hizo Japón antes de la Segunda Guerra Mundial, está tratando de extender su presencia militar, especialmente, en las áreas marítimas. Una de sus estrategias ha sido la de construir islas artificiales colocando tierra y concreto en arrecifes coralinos (islas Spratly) que apenas sobresalen del mar para, de esta manera, aplicar el derecho del mar que le permita extender su potestad a partir de su territorio hasta 370 kilómetros a la redonda. El proyecto de estas islas, que ya superan los cuatro kilómetros cuadrados, incluirá un aeródromo y un puerto. Es una estrategia innovadora (que si tuviéramos capacidad económica deberíamos aplicarla en la bocana del Golfo de Fonseca ampliando el islote de Farallones que nos concede el derecho a salir hacia el océano Pacífico) que no quiere ser aceptada por USA y sus aliados en esa zona del mar de China meridional, entre ellos Taiwán (nueve países en total). Esta estrategia de China le daría el derecho a unos 2.25 millones de kilómetros cuadrados de mar con la pesca, petróleo y navegabilidad en dicha zona. Taiwán es uno de los países involucrados, reclama derechos sobre las islas Spratly y se ubica como portaviones en el acceso norte en el mar sur de China. Asimismo, China ha colocado una plataforma para explotación petrolera en las islas Paracelso, lo que le ha puesto en una fuerte disputa con Vietnam (visitado en 2016 por Obama que buscaba diseñar nuevas alianzas con quien antes fue su enemigo) y allí también Taiwán reclama derechos. Un punto estratégico importante es que China es el único país en la disputa que no tiene bajo su control una isla real en esa zona, de aquí la estrategia que está siguiendo. Se supone que aquí la plataforma marina posee enormes reservas de petróleo y, es una de las áreas de mayor comercio en el mundo. Obviamente, nadie quiere que China se adueñe de esta zona marítima del mundo, y eso incluye a USA.
Corea del Sur, ubicada mucho más al norte de dicha zona en conflicto, tiene mucho interés en ella porque es fuertemente dependiente del petróleo que importa y se transporta por esta parte del mar y, si China se adueñara de ella, Corea del Sur sufriría como una cortada en la yugular. Igualmente sucede con Japón quien, además, sostiene con China una fuerte disputa por las islas Senkaku para Japón/Dajowu para China. Así que Corea del Sur y Japón se han convertido en fuertes abastecedores de armas, especialmente lanchas guardacostas, para Vietnam, Indonesia y Filipinas que son los países más directamente involucrados. El presidente Duterte de Filipinas (conocido por sus exabruptos e impredecible conducta sociopática), ante esta situación tan complicada, ya ha evidenciado su intención de inclinarse hacia la órbita china.
Si bien India (otra potencia nuclear) no está directamente involucrada en este conflicto, sí lo está indirectamente al tener conflictos con China por disputas territoriales en el continente. USA mira con fuerte recelo las pretensiones chinas y sabe, que si China logra esta estrategia, luego podrá acceder al océano Pacífico y disputarle el control que su marina ejerce en este océano. Australia no está involucrada pero, preocupada por los sucesos, ya ha firmado un acuerdo de seguridad con Vietnam, Indonesia y Japón. Rusia nunca ha llegado tan lejos como ahora lo está intentando China continental. A la fecha, Rusia solo tiene una base aeronaval en Siria, a la que se aferra con dientes y uñas. Pronto veremos una nueva en Nicaragua y, si Trump cancela los acuerdos de Obama con Cuba, pronto veremos una base rusa en Cuba para tocarle las barbas a USA y regresaremos a los momentos más críticos de la guerra fría al borde de una confrontación nuclear.
China Continental, comprendiendo que las grandes potencias mundiales han dominado el mar (en su momento Inglaterra contó con la flota más grande del mundo y actualmente, USA, tiene una gigantesca flota naval en todos los mares del mundo) así que está desarrollando una importante flota naval. Ha comprendido que los portaaviones son de enorme valor estratégico y compró en 2012 un antiguo portaviones ruso (lanzado en 1988 como Riga y luego llamado Varyag en 1990) que transformó en los astilleros de Ucrania en su primer portaaviones que llamó Liaoning y, actualmente, está por terminar su segundo portaaviones ya fabricado en China. Pero, la flota china se ha incrementado notablemente hasta pasar a ser la segunda en el mundo, solo detrás de USA y, en adición, ya ha desarrollado maniobras militares navales en coordinación con Rusia en ese mar en disputa evidenciando el entendimiento chino-ruso lo que les convierte en una fuerza extremadamente potente. Por su parte, Trump trata de enviar mensajes de acercamiento al Kremlin para sugerirles que el pleito no es con ellos y que, más bien, podría lograr entendimientos con Putín, que no le serán gratuitos.
La situación político militar se está poniendo crítica en esa zona ya que, Rex Tillerson, el próximo Secretario de Estado en el gobierno Trump, ha declarado en su audiencia ante el Senado, que USA debe impedir que China acceda a las islas en disputa en el mar de China meridional y que tampoco debe permitirse a China el acceso a sus islas artificiales. El Global Times, importante periódico nacionalista chino, advirtió que USA tendrá que hacer una guerra para impedirlo y que USA no debe creer que Pekín tendrá miedo a sus amenazas. Es obvio que una guerra con China Continental no es un tema fácil de resolver. Taiwán fue muy inteligente que nunca afrontó la disputa con China buscando la guerra aun cuando, en su momento, Taiwán estaba en mejores condiciones militares y económicas para hacerlo, pero sabe que una guerra con China Continental y sus millones inacabables de habitantes es algo inconcebible. Como lo dijo Mao Tse Dong a los USA: “lancen las bombas, maten 30 millones de habitantes, todavía quedaremos muchos para afrontarlos” trasluciendo el concepto chino ante la guerra, concepto que fue muy bien aplicado por Vietnam para vencer a los USA. Estas advertencias salidas desde China colocan las cartas sobre la mesa y nos ponen a temblar a todos ante la posibilidad de una guerra interminable de enormes consecuencias para toda la humanidad frente a la posibilidad de un holocausto nuclear. No olvidemos lo que dijo Trump durante su campaña: “si las tenemos ¿por qué no las usamos?”, refiriéndose a las bombas nucleares cuyo botón ahora pasará a sus manos. 2017 será un año crítico, no solo porque Trump llega al poder y habrá que ver lo que hace al respecto luego de sus declaraciones confrontativas hacia China, sino porque en China se renovarán las autoridades del Partido Comunista y, seguramente, algunos tratarán de poner en aprietos al presidente Xi Jinping para sacarlo del poder, obligándolo a asumir posiciones firmes ante USA.
Este es el entorno en el cual se enmarca la República China (Taiwán) y, la presidenta Tsai Ing-wen, está moviéndose a nivel mundial (también viajó a Sur América) para evaluar su situación política ya que Taiwán siempre ha buscado solucionar sus problemas internacionales apegándose a los recursos diplomáticos de la política internacional. Honduras y Taiwán hemos sido amigos durante muchos años, esperemos que el Presidente Hernández mantenga el honor y los principios y no se vaya a dejar tentar por una oferta tan bonita como podría ser un nuevo estadio de fútbol.