La encuesta de los jesuitas

Por: Jonathan Roussel
El mundo no ve como motivo inminente ni lejano que el gobierno deba caer por resultados  bajos en materia de administración pública. Por el contrario,  han apoyado los esfuerzos que se hacen, especialmente, contra la corrupción, la impunidad y el tímido crecimiento. También han sido testigos de la lucha gigantesca que  se ha tenido que hacer para reconstruir la destrucción y corrupción que los refundadores  dejaron  olvidada.
Agreguemos la respuesta decidida  de la mayoría de los hondureños que con gran entusiasmo responden al orden y la paz y no escuchan las llamadas al caos. A pesar de las comodidades de la vida actual nuestros antepasados vivían mejor y su futuro era más promisorio.
Se han escrito millares de “análisis”, se gastaron toneladas de tinta, millones y millones de neuronas se fueron al infinito y los berrinches y las amenazas no surtieron efecto. Y los cómplices extranjeros también fracasaron.
Y no olvidemos que las tragicomedias diarias de la televisión solo produjeron otras actuaciones igualmente divertidas.
Leyendo las últimas consultas de opinión, nos encontramos con información valedera para fortalecer la opinión sobre una nueva derrota que sufrirá el grupito de los originarios. Se trata de la encuesta de la Compañía de Jesús publicada hace pocos días. Parece que ni gritando fraude llegarán muy lejos.
El Poder Ciudadano ha sido derrotado varias veces. Las camisetas blancas le ganaron las calles.
La Corte, el Congreso y las Fuerzas Armadas   acabaron  con la “revolución” y la mandaron a peregrinar.
El gobierno de Micheletti resistió todas las embestidas internacionales hasta que  los díscolos quedaron encerrados en la embajada de Brasil.
El socio actual no es alguien en el cual  puedan confiar. Padece de histeria, angustia y altanería. Un caso para Freud por escasez o exceso. Bien entenderán.
El Partido Liberal,  ansiada víctima, se ha liberado de los peligros y lucha con éxito por reconstruir su historia.
Todo lo asegurado se deduce del estudio de la situación política actual. Actitudes, documentos, encuestas y búsqueda urgente de compañeros de viaje lleva a las conclusiones, a las cuales hemos llegado: los nacionalistas parecen encaminados a otra fácil victoria.
Podemos agregar organización, paz interna y unidad para fortalecer a esa conclusión.
Llegar a pensar que esos serán los resultados del 24 de noviembre no es  nada difícil.
Todo origina respuesta. Sea cual sea el motivo de la andanada. Superficial, virulenta o amenazante. A esos respondones se les puede repetir lo que decía la abuela de un amigo de Ocotepeque: delicados de mentiras, sinvergüenzas de verdad.
Y a los analistas, de cualquier color, mejor consigan otras fuentes de inspiración. Las usadas ya están muy gastadas.