Urge en Siguatepeque crematorio municipal

«Me levanto temprano todos los días, despacho a mis cuatro hijos a estudiar y luego tomo el bus para llegar a este lugar, donde todo el día trago humo y más humo, pero por ellos estoy aquí, mi deber como mamá es llevarles alimento a mis muchachos», expresó Ana Rosa Castro, quien lleva siete años de recolectar entre la basura algo que pueda servir para reciclaje y poderlo vender para ajustar la comida diaria.
El humo denso del botadero municipal es insoportable porque penetra en quienes llegan al lugar desagradable, donde son toneladas de basura que camiones descargan en varios lapsos de tiempo desde varios sectores de la ciudad de Siguatepeque.
«Yo le digo a las autoridades que se toquen el corazón porque nuestra situación es difícil, no es fácil cubrir las necesidades más cuando se tienen hijos que están estudiando, yo vivo en el barrio El Parnaso y desde allí vengo todos los días porque las necesidades nos obligan», contó Castro.
En Siguatepeque son varias administraciones municipales las que se han enfocado en resolver la problemática del basurero municipal que funciona en un terreno termina en un abismo y para la ejecución de un proyecto de crematorio que sea tecnificado se necesita una buena cantidad de dinero que no dispone la administración local.
El regidor, Roberto Antonio Leiva, informó que «son 50 millones de lempiras que se necesitan porque existe un terreno de 20 manzanas de extensión que está a nombre de la municipalidad, pero el problema económico detiene el proceso».
El funcionario especificó que «ya están los planos para la construcción, es más en la licitación del año pasado para el servicio de la recolección de basura se dejó el recorrido hacia ese lugar”.
El humo y los malos olores que emanan del lugar y a escasos 400 metros de las casetas de peaje, afectan los sectores de Pozo Azul, Puente en Curva, Granadillas, aldea El Rosario y el todo el sector 10 de Siguatepeque y hasta empleados de la Concesionaria Vial (Covi), deben trabajar con mascarillas en la cara para poder soportar.