Panorama político nacional

Por Marcio Enrique Sierra Mejía

En los próximos días vamos a confirmar la conclusión del proceso de elecciones internas que nos dará una perspectiva más aproximada de lo que nos espera conocer en las elecciones generales. El ejercicio de estas elecciones permitirá observar una panorámica política bastante objetiva de lo que podrán ser los resultados de las elecciones generales. No cabe duda que, por parte de los nacionalistas, el elegido será Juan Orlando, no así respecto a los liberales, puesto que la contienda entre Gabriela y Luis, no está del todo clara. Aparentemente, es la fuerza del Nuevo Liberalismo que promueven los seguidores de Gabriela quienes están mejor posicionados. Sin embargo, es difícil adelantar resultados puesto que ambos candidatos sobresalen en el escenario político por encima del resto de candidatos que participan internamente. En cuando a los socialistas (Libre), los melistas tienen la mayor ventaja de salir avante con Xiomara; sin embargo, en este partido de todo puede ocurrir porque son una fuerza política que puede darnos sorpresas inesperadas. A lo mejor, al final resulta que Xiomara le ceda la candidatura a “Mel”, y sea con quien los del PAC, vayan a negociar el candidato de la afanada alianza política, o que la Xiomara, se plante ante la aspiración de Nasralla y se niegue a cederla. Los del PAC, no participan en las elecciones primarias, lo que podría convertirse, en el gran error que Nasralla tenga que reconocer en el futuro.
Hasta ahora, el proceso político de la campaña, se ha centrado en destacar las cualidades de los candidatos y menos en explicar propuestas de cambio económico, social y político. Argumentar seriamente sobre el desarrollo inclusivo ha quedado relegado. Empero, los nacionalistas hacen un esfuerzo mucho mejor balanceado porque, combinan el talento político que tiene el candidato que es el mayoritario, con la puesta en práctica de reformas políticas, que reviven la atención ciudadana y denotan una línea de acción estratégica, que no vemos poner en práctica por parte de los adversarios. Mientras que Juan Orlando, “empuja la carreta” de las reformas penales, sociales y económicas; los otros candidatos, se dedican a cantar propuestas líricas sin efectos prácticos contundentes. En esto, hay que reconocer que la oposición a los nacionalistas, es débil porque no proponen y tampoco contribuyen a impulsar los cambios que nuestro país requiere. Eso sí, son muy eficaces para introducir a través del internet, toda clase de chismes y memes, en contra de Juan Orlando.
La contienda electoral primaria permite ver aspectos de organización partidista que favorecen a los nacionalistas. Mientras que los opositores liberales y los socialistas, presentan conflictos internos que les dificultan la aplicación de una estrategia electoral coherente, en el manejo de las bases y la compactación organizativa; los nacionalistas, actúan con una línea política muy bien delineada, aunque aparentemente, exista el monarquismo, que da la impresión que no concitan la unidad estratégica. Se percibe una mayor coherencia de acciones en el Partido Nacional. En este partido, la estrategia que siguen para seleccionar a los candidatos que los representarán en la elección general, está muy bien pensada y aplicada. Les ha permitido propiciar una apertura política que es ventajosa, para darle oportunidad a nuevas generaciones de políticos jóvenes, sin desplazar abruptamente a los liderazgos tradicionales que siempre mantienen peso político dentro del quehacer propiamente interno del partido. Por su parte, entre los liberales, la selección interna es más tensa y menos alineada a una estrategia general.
Por otra parte, los socialistas son lo que son: polémicos, heterogéneos y anarcos resistentes. Quizá por esto, sean menos proclives a la integración o unidad estratégica porque entre ellos, existen diversas formas de interpretar la realidad electoral, desde ángulos de análisis muy particulares. A pesar, que todos aparentemente, siguen la Ley Marxista. Es decir, que defienden la perspectiva que la ley, la moral, la religión, son para el proletariado prejuicios burgueses, detrás de los cuales acechan en emboscada igual cantidad de intereses burgueses.
Lo cierto es que, en estas elecciones primarias, el sentido ideológico en la contienda electoral, tiende a valorarse con menor importancia, y su efecto, es limitado. Hay quienes afirman que en cierta medida estamos recibiendo una prédica política mediocre que denota una ausencia de visión como fruto de un vacío ideológico. En la contienda electoral primaria, la preocupación por las suposiciones básicas de las teorías que sustentan los candidatos, no son valoradas tanto como la acción pragmática en aspectos organizativos. En tal sentido, la ciudadanía gana poco en términos de doctrina política, pero percibe mucho, en relación a la identidad partidaria y la organización electoral. Al respecto, los nacionalistas son los que demuestran un mayor escrúpulo organizativo, y en consecuencia, el mejor ordenamiento electoral de sus afiliados.