Sobre las internas

Por: Juan Ramón Martínez
Las elecciones internas, del domingo fueron muy interesantes. No tanto por la calidad de las propuestas, que fueron  muy discretas, casi inexistentes. El que más se acercó a proponer algo, fue JOH, que ofreció continuidad en las metas de seguridad ciudadana, empleo, bienestar, atención de la juventud y proyección internacional de Honduras entre empresarios del exterior. Tal silencio sin embargo, trató de cubrir una agenda propuesta por casi todos los partidos participantes (los tres principales: Partido Nacional, Partido Liberal y LIBRE): el tema de la reelección. El Partido Nacional, volcó toda su organización y su liderazgo, en el sentido de producir un resultado electoral que, además de rebasar la suma de los otros dos partidos contendientes, fuese una suerte de consulta popular sobre la conveniencia de la reelección. Le favoreció al Partido Nacional, el hecho que los otros dos partidos, también entraron al juego, nada más que desde una posición contraria, es decir antireeleccionista. Pero sin mencionarla.
Por ello ocurrió que, la clase política en general y los precandidatos, no hayan cuestionado que el Presidente de la República buscase la reelección. Lo que, en el fondo fue un endoso de la decisión de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, en el  sentido de la inaplicabilidad de los artículos que se oponen a la misma.
Un factor inesperado  -la declaración de un implicado en actividades de narcotráfico en Nueva York- hizo  creer a algunos observadores, que afectarían  al Partido Nacional. Sin embargo, como los candidatos de oposición no usaron tales hechos para atacar al partido de gobierno, no tuvo  efecto alguno, dándose la impresión que para el electorado convocado, la corrupción y el narcotráfico, no eran temas importantes. Lo mismo se observa en LIBRE, donde dos candidatos, pese a ser señalados por su nombre, no fueron afectados. Y más bien, ganaron. Esto podría explicarse, tanto porque sienten que la corrupción no les afecta individualmente, como porque no creen que el gobierno sea suyo. Y que el dinero que se roban, no afecta de ninguna manera sus bolsillos. Lo anterior se confirma, con el caso del Seguro Social, que pese a que ocurrió en una administración nacionalista y que está siendo juzgado en otra del mismo “color”, tampoco tuvo impacto alguno. La excepción es el caso de Óscar Álvarez, que después de ser el diputado más votado, ha terminado relegado; pero no por una supuesta implicación con el narcotráfico, sino, por su error de proponer una reforma en el Congreso Nacional, que tocó los intereses de los medios de comunicación. Muy influyentes en visibilizar a los candidatos entre los electores. Y que Álvarez fue apabullado cruelmente en un programa de TV, recientemente.
De acuerdo a los resultados  -al margen de la confiabilidad de los números- es interesante que el Partido Nacional y su candidato Juan Orlando Hernández, supera a los votantes de los otros dos partidos. Con lo que la táctica de promover una alianza entre todas las fuerzas opositores, tiene numéricamente, poco valor. Si las cifras son ciertas, es difícil derrotar al Partido Nacional que, no solo tiene todos los resortes del poder, sino que además cuenta con un liderazgo consolidado y una militancia con enorme voluntad para retener el poder. Adicionalmente hay dos cosas a considerar: el ego de los políticos opositores, hará difícil que dos de ellos declinen a favor de un tercero  -sin incluir a Nasralla que merece otro tratamiento porque no participó en el proceso- y la acción del Partido Nacional que, usará sus fuerzas para, obstaculizar la alianza.
No hay que creer que todo se definió el domingo. Entre ahora y las elecciones generales, pueden ocurrir muchas cosas. Mientras el Partido Nacional puso toda la carne en el asador, la oposición no mostró todas sus fuerzas. Los electores independientes, pueden hacer la diferencia. Así como la capacidad de Luis Zelaya, -la sorpresa liberal-, para hacer oposición a JOH, alimentándola antireelección, puede lograr mucho respaldo. Así como, los 500,000 nuevos votantes, inclinar la balanza en una dirección u otra. Pero al final, los factores exógenos, relacionados con el narcotráfico, pueden tener algún efecto, tanto en contra del Partido Nacional como de LIBRE. Por lo que, como dice JOH, hay que trabajar. Lo que hemos visto, es un ejercicio. La pelea, ocurrirá de aquí, a noviembre.