La Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina) incrementó su presencia militar ante la ola de homicidios que se ha desatado en el pintoresco municipio de Valle de Ángeles, Francisco Morazán.
La disposición de incrementar la seguridad se ordenó un día después que dos hombres ultimaron a balazos a Kevin Adonay Arévalo Rodríguez y Sergio Raymundo Fúnez González, ambos de 17 años de edad y quienes residían en ese turístico lugar.
Tras el doble crimen al municipio de Valle de Ángeles llegó un contingente de varios elementos de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), quienes comenzaron a desplegarse por todo el sitio.
Los uniformados en grupos de hasta cuatro soldados se apostan en las distintas esquinas ante la mirada atónita de los pobladores.
Según las autoridades militares, los elementos tienen la orden primordial de llevar la calma con sus patrullajes al pintoresco pueblo, donde se han registrado varias muertes y se rumora que han llegado bandas de extorsionadores desde la capital para imponer el terror y así cobrar el mal llamado “impuesto de guerra”.
Durante el año, al menos siete personas han sido ultimadas en Valle de Ángeles, tres de ellas en el barrio La Escondida, supuestamente en pleitos por drogas.
Las últimas muertes fueron las de dos jovencitos amigos, quienes murieron el lunes recién pasado a manos de desconocidos que eran acompañados por una mujer, en una pulpería ubicada en pleno centro del municipio.
Este martes fueron velados los dos muchachos que fueron ultimados el lunes recién pasado y, posteriormente, enterrados en el camposanto de la comunidad.
El municipio de Valle de Ángeles se ha caracterizado por ser considerado un centro turístico para nacionales y extranjeros.
