Diócesis de La Ceiba exige despolitizar el TSE para transparentar las elecciones

La diócesis de La Ceiba emitió un comunicado en torno a las elecciones internas que se celebraron el pasado 12 de marzo y entre otros aspectos, cuestiona el excesivo gasto, lamenta la compra de credenciales de los representantes de las mesas y exige despolitizar
el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y el Registro Nacional de las Personas (RNP) y las mesas electorales, entre otros aspectos:
A continuación el documento:
COMUNICADO DIÓCESIS DE LA CEIBA:
¿CONSTRUIMOS DEMOCRACIA?
 
El 12 de marzo pasado se celebraron las elecciones primarias en nuestro país. Es un acontecimiento que a nadie le deja indiferente por su gran trascendencia.
Unos porque participaban y aspiraban a posiciones, otros porque simpatizan y defienden con uñas y dientes intereses personales o de grupo, otros tal vez con cierta distancia como observadores de una llamada “fiesta cívica” de la que ya no se sienten parte.
Como diócesis de La Ceiba hemos reflexionado sobre lo acontecido y queremos pronunciarnos y hacer una reflexión para todas las personas de buena voluntad y especialmente para las personas que son parte de la Iglesia.
La pregunta de fondo de todo este mensaje es ¿Los valores que predicamos y promovemos, los vivimos y testimoniamos en estas ocasiones tan importantes, o quedan en el olvido por unas horas? ¿Fui respetuoso con todos, fui libre al ejercer el derecho al voto, fui tentado y puesto a prueba para cometer irregularidades? ¿Fui íntegro y pensé en el bien común o me dejé llevar por egoísmos o presiones partidarias? ¿Mi comportamiento construye o destruye las bases de la democracia?
A los partidos, a los candidatos, a los ciudadanos, a todos los miembros de la Iglesia les pedimos un examen de conciencia serio para reconocer las actitudes que todos vieron y para enmendar todo aquello que rompe los principios de la convivencia democrática en paz, que no construye el país que todos queremos.
Siguiendo nuestra metodología habitual nuestros pasos serán  VER, JUZGAR Y ACTUAR.
1.- VER. MIRANDO LA REALIDAD.
1.1.- PREVIO AL DÍA DE LAS ELECCIONES.

  • Tribunal Supremo Electoral. Esta institución pública fue creada autónoma e independiente para ordenar todo lo relacionado con los actos y procedimientos electorales, sin embargo en los últimos años ha sido objeto de señalamientos por amaños y alianzas políticas, práctica que ha generado altos niveles de desconfianza en la población. El sondeo de opinión pública y percepciones de la situación hondureña 2016 del ERIC revela un 77.1 % de desconfianza. El Latinobarómetro 2015 evidencia un 22% de confianza y según el Sondeo de Opinión Pública Percepciones y Expectativas sobre la MACCIH de CÁRITAS 2016,  el 52% considera que el principal problema del país es la corrupción. Es evidente que la mayoría del pueblo no confía en la institución rectora del proceso de elecciones puesto que está controlado por los propios partidos.

 

  • Registro Nacional de las Personas. No era sorpresa encontrar abierto en días y horas inhábiles el registro civil de las personas en varios municipios del departamento previo e inmediato a las elecciones.

Esta práctica, que se repite periodo tras periodo de elecciones, facilita la manipulación de las tarjetas de identidad por parte de los activistas de partidos políticos o estos promocionan esta práctica.
No tenemos un “censo depurado confiable”, los llamados “traslados para votar en cierto lugar” en estas épocas dejan muchas dudas, algunos se encuentran que han sido “trasladados sin su consentimiento”. También hay irresponsabilidad de los ciudadanos que se acuerdan de su tarjeta de identidad en estos momentos y le piden ayuda al político de turno para conseguirla a cambio de su voto.
Ni los funcionarios del registro civil, ni los partidos, ni los ciudadanos deberían avalar, por ética, estas prácticas. ¿Puede el Registro de la personas garantizar “una persona viva un voto”?
 

  • Partidos Políticos. El nivel de desconfianza hacia los partidos, a finales del 2016 según encuesta del ERIC es un 78.1 %. Los partidos son la institución pública del país con el más alto nivel de desconfianza. Los partidos políticos luchan por el bien de su institución y el de sus activistas y no lo hacen por el bien común, como debería ser.

Si hay tanta desconfianza en los partidos ¿cómo logran presionar y controlar al pueblo en estos procesos para lograr el ansiado voto? El ciudadano percibe en estos momentos el valor que tiene su voto puesto que todos se lo disputan.
Es el único momento en que el ciudadano siente que tiene poder y es tomado en cuenta. Es triste comprobar la falta de propuestas coherentes en todos los niveles electivos. La propaganda partidaria utiliza las mismas estrategias de siempre: plagio de canciones de moda y discursos vacíos, llenando las calles de basura. Nos quieren convencer con su cara sonriente, sus coros, sus canciones, sus banderas, sus colores, sus concentraciones, sus regalos.
 
1.2.- EL DÍA DE LAS ELECCIONES.
 
1.2.1. Credenciales. Los partidos políticos conocen muy bien cómo se toman las decisiones en las mesas electorales receptoras (MER). Elección tras elección vemos cómo los partidos quieren controlar a toda costa todo lo que ocurra en la mesa electoral, los votos y las actas. Para controlar la mesa hay que controlar las credenciales. Aquí se genera un comercio indigno y traidor al pueblo para la compra-venta de las credenciales que rompe la limpieza de todo el proceso.
Cualquiera puede ser vendido y cualquiera puede ser comprado. ¿Es confiable en estas condiciones el resultado que emita esa mesa receptora a través del acta electoral?  Y en esto ningún partido está exento de anomalías. ¿Dónde quedan los principios y los valores que dicen defender?
1.2.2. Compra de conciencias. Esto es algo indudable y muchas personas lo vieron. Ya se ha perdido la vergüenza y la decencia y esto se hace a la luz pública. Los partidos políticos compran no solo el voto, sino la conciencia del votante, debilitando así la democracia, ya que interfieren en la libertad de la personas y de esta manera manipulan todo el proceso. ¿De dónde sale todo este dinero? La presión, la coerción, las amenazas, el control del voto, la insistencia burda… estuvo a la orden del día en este proceso.
1.2.3. Presión a la gente. Hay un ¨silencio a gritos¨ de personas que tuvieron que ir a votar, y reportar su voto ante activistas políticos porque tienen un trabajo que se ve amenazado en caso de no apoyar su corriente, otros por conseguir trabajo, otros por ser sacados de la lista de beneficiados de programas de gobierno. Es la ayuda indigna condicionada al voto, es el desprecio a la gente pobre que se le pone precio, es el uso de los recursos del pueblo a favor del poder.
1.2.4. Balance de los centros de votación. Los centros de votación deben cuadrar al final de la jornada electoral. El número de votos no puede ser mayor que su carga electoral. ¿Quién controla esto dentro de cada centro de votación si cada urna es independiente? También hay actas que manifiestan inconsistencias rotundas, ¿cómo puede haber más votos que papeletas utilizadas?, ¿cómo puede haber más votos que la carga electoral del centro de votación? Todo esto es indicio de fraude y violación a la ley.
1.3.- OTROS  ASPECTOS A CONSIDERAR:
1.3.1. Las elecciones primarias le cuestan al pueblo hondureño mil millones de lempiras. En los resultados se ha comprobado que en los partidos, salvo el liberal, en el nivel electivo presidencial la diferencia entre el primero y el segundo era abrumadora. Esto ya se sabía por las encuestas de opinión pública. ¿Para qué ese gasto tan abrumador?
1.3.2. Según datos del TSE de 5,795,264 hondureños habilitados para votar, participaron en las elecciones el 43 %. Por tanto la ABSTENCIÓN ha sido del 57%. Un 14% de las personas que salieron a elegir votaron nulo o blanco. Ahora la pregunta que nos hacemos es ¿Quién garantiza la cantidad de personas que votaron?  Si sabemos que hay pruebas a través de videos, imágenes y testigos presenciales de adulteración de actas e inflación de urnas. Esto acrecentaría el abstencionismo.
Estas son algunas de las cosas que hemos compartido y hemos reflexionado. Seguro que cada uno tuvo su propia vivencia y podrá corroborar lo que aquí se dice. No podemos cerrar los ojos y mirar para otro lado. El pueblo ha sido testigo de todo esto. ¿Si seguimos así hacia dónde nos encaminamos? ¿Habremos llegado a un punto de inflexión para tomar conciencia y cambiar?
2.- JUZGAR. ILUMINANDO LA REALIDAD CON PRINCIPIOS Y VALORES.
2.1.- El Papa Francisco en reiteradas ocasiones ha exaltado el valor de la política: “…El futuro exige hoy la tarea de rehabilitar la política (…), rehabilitar la política, que es una de las formas más altas de la caridad” (Encuentro con la clase dirigente de Brasil, 27 de julio de 2013)…
2.2.- “…¿Qué significa para nosotros pastores que los laicos estén trabajando en la vida pública? Significa buscar la manera de poder alentar, acompañar y estimular todo los intentos, esfuerzos que ya hoy se hacen por mantener viva la esperanza y la fe en un mundo lleno de contradicciones especialmente para los más pobres, especialmente con los más pobres. Significa como pastores comprometernos en medio de nuestro pueblo y, con nuestro pueblo sostener la fe y su esperanza. Abriendo puertas, trabajando con ellos, soñando con ellos, reflexionando y especialmente rezando con ellos. (Papa Francisco a Obispos de América Latina al final de los trabajos  de la Pontifica Comisión para América Latina, Vaticano, 19 de marzo de 2016).
2.3.- En su comunicado del 27 de febrero previo a las elecciones la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH) animaba a tomar una decisión guiados por cuatro principios básicos fundamentales para la convivencia democrática:
2.3.1.- “…La decisión de a quién elegir debe ser totalmente libre; no cabe aceptar coacción de ningún tipo: ni de ideas, ni de propaganda vacía y engañosa, ni de compra y venta de votos, o presiones de cualquier naturaleza. Nuestro voto no tiene precio…”(N° 5)
2.3.2.- “…elegimos para caminar hacia un país con equidad en las relaciones sociales, con derechos reconocidos para que todos vivamos con dignidad. Pero también queremos construir un país donde la justicia, vinculada a lo moral y a lo legal, sea una realidad que incluya por igual la vida de todos los ciudadanos.” (N° 6)
2.3.3.- Elegimos a personas que tendrán en sus manos el destino de nuestro pueblo. Por ello es esencial tener “certeza sobre la transparencia en la conducta del candidato y del partido;… Se debe ir desenmascarando la corrupción, la demagogia, el populismo y la manipulación, que son variantes de la mentira, porque el árbol bueno se conoce por sus frutos (Cfr. Mt. 12, 33)”. (N° 7).
2.3.4.- La única razón de ser de la política es la búsqueda del bien común de todo el pueblo que se ha de lograr progresivamente de forma solidaria. “…Los bienes del país y sus recursos humanos, económicos, sociales, culturales y naturales no deben estar al servicio de una economía que beneficie a unos pocos, sino de una economía orientada a ofrecer calidad de vida a toda la población”. (N° 8)
2.4.- La CEH en su comunicado de octubre 2013, previo a las elecciones generales nos decía:
2.4.1.- “Confiamos en que el pueblo sabrá escoger a sus representantes entre los candidatos y candidatas de probada integridad, que viven y defienden los principios democráticos, los valores éticos de sinceridad, laboriosidad, honradez, transparencia, respeto de las opiniones ajenas y claro compromiso por el bien común, especialmente de la población empobrecida…” (N° 14)
2.4.2.- “Exhortamos al electorado a que esté vigilante y dispuesto a detectar y denunciar cualquier fraude o práctica ilegal que pueda alterar la transparencia y el resultado de los comicios”. (N° 16)
2.4.3.- “Exhortamos a las comunidades cristianas a que aprovechen esta oportunidad que nos ofrecen las elecciones para dar un verdadero testimonio de participación, de conciliación, de unidad y de respeto, por encima de los colores políticos”.
(N° 17)
La Doctrina Social de la Iglesia (DSI) es rica y abundante en este campo. Podríamos seguir aportando citas y pensamientos pero no es necesario. Por todo ello preguntamos a cada ciudadano, a cada candidato, a cada cristiano ¿En todo este proceso he actuado con integridad, con respeto a la ley y a las personas, con altura y educación? ¿Mi actitud construye la democracia o la destruye? ¿He sido parte de las anomalías y abusos de los que tanto se  habla? ¿He sido corrupto o cómplice al alterar la verdadera voluntad popular de un pueblo sometido por el hambre y el miedo?
3.- ACTUAR. PARA TRANSFORMAR Y MEJORAR LA REALIDAD.
Después de ver la cantidad de problemas y situaciones escandalosas que se han manifestado en el reciente proceso de elecciones primarias nos preguntamos ¿Dejaremos que la grave enfermedad que aqueja a nuestra débil democracia se vaya agudizando más y más? ¿Hasta dónde serán capaces de llevar a este sufrido pueblo los sedientos de poder y riqueza? ¿No somos capaces de ver dónde están las raíces de todos estos males que se manifiestan ya de forma ensordecedora? En este sentido hacemos las siguientes consideraciones como pistas de reflexión y acción:
3.1.- ¿Son necesarias las elecciones primarias en Honduras? En estas elecciones solo se eligen a los candidatos de cada partido ¿Es que esto no lo pueden hacer los propios partidos por medio de procesos internos, sin llevarse de encuentro a todo un país que vive hipotecado en este movimiento demasiado tiempo? Estas elecciones le cuestan demasiado al pueblo. Gastarse 1.000 millones de lempiras en un proceso tan precario es una afrenta al pueblo pobre. Con ese dinero se podría abastecer de medicinas todos los hospitales del país, se podrían construir 10.000 ó 15.000 viviendas para los pobres… etc ¿No es eso más necesario y urgente?
3.2.- ¿Podemos decir que la participación de la ciudadanía ha sido consciente y absolutamente libre? Vemos con preocupación e indignación la presión a la que es sometido el pueblo para que vote según las consignas de los que detentan el poder. Se juega con la dignidad de las personas. Se amenaza con el fantasma del hambre a familias enteras. Se mete el miedo en la conciencia de la gente. Se hace política agresiva con los recursos del propio pueblo. ¿Cómo hemos de llamar a esto? ¿Chantaje, extorsión…?
3.3.- Para poder confiar en los resultados de los procesos electorales venideros exigimos la DESPOLITIZACIÓN del Tribunal Supremo Electoral (TSE), del Registro Nacional de la Personas (RNP), de las Mesas electorales. Ninguna de estas instancias puede estar en manos de los partidos políticos. Ya hemos visto los resultados hasta el momento y es suficiente. No pueden ser juez y parte porque protegen intereses de partido o de grupos, y no los del pueblo y la democracia. ¿Hasta cuándo se seguirá de la misma manera? ¿No rebalsó ya el vaso?
3.4.- Pedimos que el TSE, el RNP y las mesas electorales sean completamente independientes de los partidos. Pedimos que se busque el mecanismo para que sea la propia sociedad con los sectores de sociedad civil con credibilidad garantizada, los que puedan crear una nueva institucionalidad que garantice transparencia, veracidad, rectitud, justicia… en los procesos electorales. Todo esto está pidiendo a gritos una reforma de la ley electoral para que se evite por todos los medios cualquier tipo de fraude y cuando se cometan sean castigados.
3.5.- El proceso electoral en un ejercicio de todo el pueblo, de todos los ciudadanos. No nos podemos quejar de la corrupción de los partidos y los candidatos, si como pueblo somos partícipes y cómplices del juego sucio. ¿Será que hemos interiorizado este tipo de comportamiento y lo vemos normal? ¿Será que la corrupción se convirtió en cultura y por ello caemos tan fácilmente? ¿Quién tiene más culpa el corruptor o el que se deja corromper?
3.6.-  Por ello queremos apelar fuertemente a la moralidad de todos los candidatos de todos los partidos para que sean los primeros en adecentar este precioso ámbito de la política y den ejemplo de comportamiento ético por el bien del pueblo al que dicen servir. Apelamos a la moralidad de la ciudadanía en general para que no sea cómplice de estas farsas y desenmascare todo intento de fraudes y dé un ejemplo y lección a aquellos que se sirven de estas estratagemas.
3.7.- Queremos apelar de forma muy especial a todos los cristianos que seguimos de cerca a Jesús de Nazaret y “buscamos el Reino de Dios y su justicia” (Mt 6,33) para que demos el mejor testimonio y ejemplo en todo lugar y en todo momento con nuestras actitudes, y nunca más seamos parte de aquello que ofende a Dios y escandaliza a los más pobres. No podemos actuar de una forma en la iglesia al escuchar la Palabra de Dios y de otra tan distante cuando actuamos “en política”. Por ello decimos NO TODO VALE y hemos de hacer la diferencia.
3.8.- Como ciudadanos exijamos a los partidos y a los candidatos verdaderas propuestas y programas viables, sensatos y ajustados a las necesidades de nuestro pueblo. Sepamos analizar el perfil y trayectoria de los candidatos con un sentido crítico. Sepamos identificar y rechazar comportamientos autoritarios y prepotentes, amenazas y engaños. Si seguimos la corriente grosera de algunos, los engaños institucionalizados, el caudillismo de unos pocos ¿en manos de quien estará el destino de nuestro pueblo? ¿Qué podremos esperar?
3.9.- “Estamos convencidos de que las propuestas políticas merecerán ser tomadas en cuenta y ser validadas por los ciudadanos cuando nos sintamos y seamos evaluadores, auditores de las políticas, programas y proyectos de gobierno; cuando todos los funcionarios sean auscultados por la sociedad, rindan cuentas periódicamente y se sometan a la vigilancia ciudadana”. (CEH, 27 febrero 2017 n° 9).
3.10.- Consideramos que, a pesar de lo complejo del panorama nacional, de los grandes problemas que nos aquejan, de las desilusiones que nos acompañan, nuestra fe nos hace creer que siempre podemos construir algo nuevo y superar toda negatividad. Anhelamos el momento en el que todos los hondureños seamos una bendición de Dios unos para otros. (CEH, 27 febrero 2017 n° 20).
Dado en la ciudad de La Ceiba a los treinta días del mes de marzo del 2017.
Firmado: Obispo y sacerdotes diócesis de La Ceiba.